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Publicado en Noticias el Jueves 30 de Mayo, 2019

“Cuento del tío” en colegios privados: Al menos cuatro —uno de Chicureo— fueron afectados por estafas telefónicas este mes

Delincuentes se hacen pasar por policías, fiscales o autoridades de los establecimientos y logran que los guardias entreguen especies. Tres de Las Condes y uno de Colina han sido las víctimas.

Fuente: “Cuento del tío” en colegios privados: Al menos cuatro fueron afectados por estafas telefónicas este mes | Emol.com

La “comodidad” que proporciona a los delincuentes estar detrás de un celular de prepago a la hora de realizar una estafa, ya que dificulta el rastreo policial, ha impulsado la aparición de los denominados “cuentos del tío”, un ilícito común donde una víctima cae ante la insistencia y relatos cada vez más elaborados de los timadores.

Pese a que la ciudadanía está más preparada -y habituada- para hacer frente a estos llamados, los estafadores también se han ido adaptando y hoy al parecer existe un nuevo foco: los colegios privados.
Hace dos semanas, el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, reveló por redes sociales que en pocos días tres colegios particulares de su comuna fueron víctimas de estafas telefónicas. Uno, la Scuola Italiana, alcanzó a darse cuenta de que se trataba de un timo, pero no fue el caso del Dunalastair y el San Juan Evangelista.

El último hecho registrado

En la madrugada de ayer, otro establecimiento habría terminado siendo víctima. Se trata del colegio Trewhelas de Chicureo, ubicado en la comuna de Colina. En este caso, la urgencia del falso relato habría llevado a que los guardias rompieran las puertas de algunas salas para extraer computadores y, por lo mismo, el recinto mantiene sus clases suspendidas de 1° a 7° básico -no tiene cursos superiores a este último- producto de los destrozos.
 
Emol habló con autoridades del establecimiento que evitaron confirmar que lo ocurrido se trató de una estafa. De hecho, lo que consignó el colegio a los apoderados a través de un comunicado interno es que el servicio de guardias externo presentó “irregularidades” por lo que uno de ellos fue “detenido” como “medida preventiva, ya que actuó de manera impulsiva e irresponsable”. Además, anunciaron que licitarán una nueva empresa de seguridad.

 

“Lo llama un sujeto que manifestó ser el director de dicho establecimiento educacional y le señaló que concurriría una persona a retirar equipos computacionales para ser analizados por informática del colegio”

Carabineros

De todas formas desde Carabineros señalaron a este mismo medio que se entrevistaron con el guardia del Trewhelas “quien denunció que vía telefónica lo llama un sujeto que manifestó ser el director de dicho establecimiento educacional y le señaló que concurriría una persona a retirar equipos computacionales para ser analizados por informática del colegio”.

Tras ello, “llegó un hombre y retiró cinco notebooks y dos computadores de escritorio, retirándose del lugar en un vehículo particular en dirección desconocida. Posteriormente llega el director titular del colegio indicando que él no había dado ninguna instrucción al respecto y en ese instante se percata que habría sido una estafa telefónica”.
Si bien, desde el Trewhelas insisten en que aún no está confirmado que el hecho haya ocurrido así, la descripción coincide con los sucedido en los otros tres colegios de Las Condes semanas antes.

Se hicieron pasar por policías

Consultados por Emol, desde la Scuola Italiana relataron que los malhechores llamaron durante la noche del pasado 10 de mayo mientras solo se encontraba personal de guardia perteneciente a una empresa externa, “haciéndose pasar por la PDI y dijeron que el rector y la encargada de admisiones estaban en un problema legal y tenían que incautar todos los computadores que se encontraran”.
“Un rato después entró otra llamada de un hombre que se hizo pasar por el supervisor -de la empresa externa- y les dijo ‘oye, los va a llamar la PDI, hagan esto’“. Así, ya convencidos, los funcionarios se pusieron a buscar lo solicitado, y como no contaban con llaves para abrir las puertas en donde se encontraban los aparatos, procedieron a forzar las entradas, generando algunos destrozos.

 

(Llaman) haciéndose pasar por la PDI y dijeron que el rector y la encargada de admisiones estaban en un problema legal y tenían que incautar todos los computadores que se encontraran”.

Scuola Italiana

Todo iba bien para los delincuentes, hasta que se les ocurrió solicitar dinero. Ahí uno de los guardias sospechó que estaban siendo víctimas de una estafa y llamó al verdadero supervisor, quien confirmó su intuición. “El supervisor -a su vez- llamó a Carabineros, llegaron, y había una camioneta negra frente al colegio”, la que tras la llegada de personal policial abandonó el lugar, señalaron desde el recinto.

Tras lo sucedido, la Scuola Italiana envió una circular a los apoderados producto del revuelo generado al interior del establecimiento: “Comunicamos a ustedes que en la madrugada de hoy (10 de mayo) el colegio fue víctima de un intento de robo a través del ‘cuento del tío’ a los guardias del turno de la noche. Afortunadamente no alcanzó a ejecutarse la acción y nuestra denuncia la investigará la institución pertinente”, decía el documento.

Forma de operar se repite

Un día más tarde, a las 23.00 horas del 11 de mayo, el llamado fraudulento fue recibido por el guardia que estaba de turno -quien también pertenecía a una empresa externa- en el colegio San Juan Evangelista.
“El tipo le dijo que era un fiscal, se identificó y nombró al guardia por su nombre. Le dijo que estaba desbaratando un red de pedofilia que había en el colegio, que éramos todos sospechosos, que no podía llamar absolutamente a nadie y que necesitaba incautar todos los computadores que encontrara en las oficinas“, relató el rector del recinto, Ricardo Carrasco, añadiendo que “el guardia recorrió todo el colegio, estuvo toda la noche buscando las especies”.

 

“Incluso, en algún momento de su relato, el guardia señala que el (falso) fiscal le pasa el teléfono a supuestamente Joaquín Lavín, que era en realidad otro tipo, y lo felicita por el proceder que había tenido y por colaborar con la comuna. El alcalde lo felicitó”.

Rector Ricardo Carrasco

El avalúo del robo, aclaró, fue de $8 millones, “incluso se llevaron la plata de las cajas de cuaresma”, y sostuvo que el guardia supuestamente embaucado “las puertas que no pudo abrir, las destruyó”, y salió “cuatro veces -a lo largo de la noche- a entregarle las cosas a un auto que estaba esperándolo afuera”. Todo, registrado por las cámaras del lugar, afirmó.

“Incluso, en algún momento de su relato, el guardia señala que el (falso) fiscal le pasa el teléfono a supuestamente Joaquín Lavín, que era en realidad otro tipo, y lo felicita por el proceder que había tenido y por colaborar con la comuna. El alcalde lo felicitó“, dijo, apuntando que los antecedentes fueron puestos a disposición del Ministerio Público.
Desde el Dunalastair, en tanto, no quisieron referirse en extendido al hecho ocurrido el pasado lunes 13 de mayo, cuando terminaron siendo víctimas del robo de algunas especies que no fueron detalladas. Fuentes al interior del colegio solo expusieron que el estafador se habría hecho pasar por “el jefe de la empresa externa de seguridad” que presta servicios en el lugar, y que los antecedentes están en manos de investigadores privados, contratados por el recinto, y de la fiscalía.

No hay investigaciones en la PDI

La Policía de Investigaciones (PDI) se refirió a este nuevo formato de “cuento del tío”, y el jefe de la Brigada de Delitos Económicos de la institución (Bridec), subprefecto Cristian Lobos, aclaró que “hasta el momento, la brigada no mantiene ninguna orden de investigar, ni hemos tenido conocimiento nosotros hasta el momento, respecto de estos casos“, aunque dijo que la mutación de este delito no le sorprende.
Las estafas telefónicas han ido mutando en el tiempo, se han ido perfeccionando“, añadió, agregando que “es esencial que las policías tomen conocimiento de las formas de operar este tipo de delitos”, pero el primer llamado, sostuvo, va dirigido a la ciudadanía, en el sentido de “ser muy rigurosos, sobre todo cuando en los llamados las personas se identifiquen como Carabineros, PDI, o bien, de la fiscalía”, y corroborar aquello llamando al 133 o el 134.
Otra recomendación, expuso Lobos, va dirigida a los dueños de los colegios: “Cuando contraten los servicios de empresas de seguridad, ojalá que los mismos guardias sean lo que siempre se repitan en un solo establecimiento y no que éstos vayan rotando. Eso permite que el guardia designado para un colegio específico conozca un poquito más la dinámica del movimiento de este establecimiento, de las personas que trabajan ahí. Eso va a poner una barrera adicional para estos delincuentes”.
Por último, recalcó la importancia de denunciar estos hechos, y explicó que probablemente no se ha derivado una orden de investigar alguno de estos episodios a su brigada no porque no haya denuncia, “yo creo que existe”, pero “es autonomía del Ministerio Público enviar la orden de investigar a la unidad policial”. Y aseguró que detrás de estas situaciones que se han hecho públicas, “no tenga duda de que deben haber uno 100 intentos más de fraude”.

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