Red sismológica nacional | Opinión | La Tercera Edición Impresa.

Señor director:

Se han conocido las críticas a la mala instalación de la Red de Acelerógrafos por parte del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, equipos que forman parte de la Red Sismológica Nacional y cuya implementación fue encargada por el Ministerio del Interior.

Este proyecto fue financiado en 2007 y luego de casi cinco años en los que se avanzó muy poco,  el gobierno decidió intervenir. Un grupo de profesionales del Minvu, el MOP, la Onemi más representantes de universidades y del mundo privado, formaron un comité técnico que, a fines de 2010 y durante el 2011, revisó el proyecto de la Universidad de Chile. Este generó la ingeniería de detalle y definió los puntos de instalación. En 2012 se financió y en diciembre de ese año se licitó la construcción en 11 de las 15 regiones. Hoy esta red cuenta con 209 de las 297 estaciones construidas.

Las críticas se orientan a que el diseño no consideró la conexión a una red robusta de comunicaciones que permita revisar la información en línea e incorporarla a la Red de Alerta Temprana. Sin embargo, nunca se planificó de esa forma. Estos equipos cumplen otros fines relacionados al estudio de los terremotos y la actualización de las normas, para hacer que las estructuras sean capaces de soportar sismos de gran intensidad.

En 2010 se envió al Congreso la ley que creaba la Agencia Nacional de Protección Civil. En sus artículos 61 y 62, ese proyecto genera la institucionalidad necesaria para la operación y mantenimiento de la red. Hoy rebota de comisión en comisión y no existe un plazo para su discusión y tramitación. De aprobarse, le permitiría a la red tener financiamiento permanente y autonomía para que los problemas propios de las instituciones no afecten su desarrollo y funcionamiento.

Como ex asesor del Minvu en la Red de Acelerógrafos, veo que los Serviu han logrado construir gran parte de las estaciones de acelerógrafos. Confío que tanto los legisladores como el nuevo gobierno serán capaces de darle la relevancia que corresponde a este proyecto para, ante un eventual terremoto, registrar la información y mejorar las obras de ingeniería en Chile.