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Publicado en Noticias el Lunes 19 de Octubre, 2015

El Mercurio – Pérdidas por hasta US$ 240 millones anuales por robos a camiones estiman gremios y acusan existencia de mafias

Fuente: El Mercurio.com – El periódico líder de noticias en Chile

Bernardita Aguirre y Pablo Obregón 

robo camiones 2Medianoche del 15 de abril. El conductor Cristián Mella (41 años) maneja un camión cargado de productos Dos en Uno, con destino a Temuco. A la altura de San Rafael, cerca de Talca, lo adelanta una camioneta. A los pocos minutos, otro vehículo se ubica a su izquierda. La camioneta que lo antecede comienza a disminuir la velocidad hasta obligarlo a detenerse. Del auto se bajan dos sujetos disparando al aire. Lo hacen descender del camión y comienza una película de terror que duró varias horas.

“Me dieron una pateadura y me subieron al auto. En un retorno me llevaron de vuelta a Santiago. Me soltaron a las seis de la mañana en un peladero en La Pintana”, recuerda Mella.

robo camiones 1Lo primero que hizo fue salir a la carretera, donde lo recogió otro conductor y lo llevó a hacer la denuncia del caso: “Fuimos a la tenencia de carretera de Paine, hicimos la denuncia para el tema del seguro, pero aparte de eso nada más. Me dejaron una citación para la Fiscalía de Talca, pero como no hubo detenidos, el asunto quedó ahí”, se lamenta.

Efectivamente no hubo responsables. El GPS del camión se activó a la misma hora que el conductor fue liberado, lo que da cuenta de los altos grados de coordinación con que operan las bandas que roban camiones en las carreteras del país: “El modus operandi para que no los localicen es bloquear los GPS de los camiones y mantener secuestrados a los conductores mientras sacan la carga en los centros de distribución que tienen en algunas poblaciones”, señala el gerente general de Transportes Riquelme y Correa, Álvaro Riquelme, quien señala que durante los últimos años han surgido verdaderas mafias dedicadas al robo y distribución de mercancía robada en la carretera.

Su caso no es aislado, de hecho a principios de agosto Carabineros detuvo a una banda que robaba camiones en las comunas de Rengo y Graneros intimidando con armas al conductor. Una vez tomado el control del vehículo activaban el inhibidor de la señal del GPS del vehículo con un aparato conocido como “jammer”, para luego trasladarlo hasta un sector apartado y robarle la carga. Camiones de empresas de retail con vestuario, otros con elementos tecnológicos, celulares y lácteos están entre los vehículos asaltados por esta banda. Cada uno llevaba cargas avaluadas en $90 millones, que desaparecieron.

Tras la captura de la banda de Rengo los asaltos continuaron en todo el país. El 2 de septiembre un grupo de delincuentes robó un camión en la Ruta 68 con Américo Vespucio, en la comuna de Pudahuel. Cinco días después fue sustraído un camión que transportaba 23 mil litros de vino de Viña Tarapacá en Isla de Maipo. El 11 de septiembre en la Región de Los Lagos robaron un camión con salmones de AquaChile y el mismo día apareció en Marchigüe, en la VI Región, un camión sin su carga, que fue robado a Super Pollo en San Antonio. Luego fue el turno de un camión cargado con toallas higiénicas y shampoo y dos con carne en Biobío.

Se roban mil camiones al año

En la Policía de Investigaciones (PDI) contabilizan este año 80 procedimientos relacionados con robos de camiones, 140 personas detenidas y $4 mil millones en especies recuperadas, lo que no incluye el valor del camión. Lo más robado: electrónica, celulares, ropa deportiva y alimentos no perecibles.

En APL Logistics, operador logístico internacional que tiene una flota de 50 camiones en Chile, dicen que han observado “un alza en el número de robos a camiones durante 2015 con respecto al 2014, en especial en este segundo semestre”, sostiene Rodrigo Lira, Gerente de Transporte de APL Logistics.

Según estimaciones de la Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile (CNTC), cada año se producen unos 1.000 asaltos a camiones, con pérdidas promedio de $100 millones por cada siniestro, número que solo considera la carga sustraída, no el daño provocado a los camiones. Calculan que en total, las pérdidas en carga ascienden a unos US$ 147 millones al año.

La Cámara Nacional de Comercio (CNC) tiene cifras aún más dramáticas. “Se roban tres camiones al día y estos robos originan pérdidas de US$ 240 millones anuales”, explica Ricardo Mewes, presidente de la CNC, quien aclara que estas cifras les fueron entregadas por las compañías de seguro e incluyen solo a las grandes firmas que tienen aseguradas las cargas. “No tenemos la información de pequeños o medianos comercios o importadores que no aseguran sus cargas”, advierte.

Hay pérdidas para las empresas de transporte y también para el retail

“Entre las denuncias hechas por nuestros socios hay un aumento exponencial de robos en los últimos meses de más de un 60% a esta fecha entre 2014 y 2015”, dice Cynthia Perisic, gerenta general de la Asociación Logística AG (ALOG), que reúne a los agentes de carga, empresas de almacenaje y distribución o transporte.

En la mayoría de los casos los traslados de mercadería por las carreteras se terceriza desde las empresas del retail a compañías de transporte. Y son estas las que deben responder por la carga que llevan hasta el destino.

En caso de robos, deben pagar el costo de lo que transportaban a quien le hizo el encargo. Para responder, la mayoría de las empresas de transporte tiene seguros, cuya cobertura ha ido bajando los últimos meses, dada la mayor siniestralidad (ver recuadro).

Pese a que la empresa transportista paga el costo de lo robado al retail , estas últimas compañías también sufren pérdidas millonarias.

“Recuperamos el costo de la mercadería, pero no el valor comercial que tendría al venderla. Además del perjuicio en imagen y marca al no poder responder a los clientes. Este aumento en los asaltos se verá reflejado seguramente en nuestros costos logísticos”, comenta el gerente de logística y distribución de Forus, Patricio Ramírez, quien cuenta que en 2013 y 2014 tuvieron un robo de camión cada año y en 2015 van 12, dos de los cuales han sido frustrados.

Los camiones robados a Forus son tanto los de tipo tres cuartos como los grandes de 17 metros y llevan ropa y zapatos. Los primeros suman unos $60 millones en mercadería y los grandes hasta $200 millones.

Pero hay empresas que pierden más, principalmente las de tecnología y telefonía. “Hay camiones con mercadería de supermercados que llevan $5 millones y hay otros con más, como los de celulares. La semana pasada hicimos una diligencia en la cual se recuperaron casi $300 millones en celulares y ese camión, a pesar de ser un camión de bajas dimensiones de tres cuartos, transportaba $500 millones en celulares”, relata el subprefecto Cristian Guzmán, Jefe de la Brigada de Robos Occidente de la PDI.

En la Asociación de Telefonía Móvil (Atelmo) aseveran que “a las empresas de telefonía les afecta en su cadena de logística y, en el caso de productos nuevos, no pueden salir al mercado con la oferta que quieren”, explica su presidente Guillermo Pickering. Agrega que por antecedentes que maneja la policía, saben que estos productos son comúnmente enviados fuera del país, con lo que se complejiza el rastreo de los artículos electrónicos.

Hay ocasiones en que las más afectadas son las empresas proveedoras. Un ejemplo son los robos que afectaron a Doña Carne. En septiembre asaltaron dos camiones, uno que iba con 24 animales vivos, que sumaban $20 millones, y otro con carne en vara. El gerente comercial, Rolando Varela, comenta que si bien el robo afectó a la empresa que le proveía la carne, ellos también se vieron complicados por la falta de productos en sus locales.

A esta pérdida las empresas destacan que se deben sumar otros gastos en el largo plazo porque las firmas de transportes les traspasarán sus mayores desembolsos en seguridad en los futuros contratos.

Las autopistas de la V Región y Américo Vespucio son los lugares más peligrosos

Contrario a lo que se podría suponer, La Araucanía no es una zona particularmente conflictiva para los camioneros, salvo para aquellos que se dedican al transporte de madera a través de caminos interiores. La mayor parte de los incidentes ocurren de Chillán al norte, principalmente al ingreso de las grandes ciudades.

Las rutas San Antonio-Santiago y Valparaíso-Santiago son las más peligrosas del país: concentran el 50% de los asaltos a camiones, estima la CNTC.

“Tenemos identificados dos carreteras como las más peligrosas, la ruta 68 que une Valparaíso con Santiago, y la 78, que va de San Antonio a Santiago, porque por ahí trasladan la mercadería desde el puerto a la empresa. Además el cordón Américo Vespucio por donde se llevan los productos desde las bodegas a las tiendas”, explica el subprefecto Cristián Guzmán.

El cruce de Américo Vespucio con General Velásquez y el de Américo Vespucio con la ruta 68 son zonas rojas de la ciudad.

¿Dónde operan los centros de acopio y distribución de las bandas de asaltantes? “El Noviciado es un cluster de delincuencia. Nosotros buscamos los camiones por las señales de GPS y ese es el principal destino. Después, San Bernardo y sectores de Quilicura”, señala un transportista que prefiere no dar su nombre.

Las bandas detectadas por la PDI están organizadas por más de ocho personas mayores de edad, con un grupo de operaciones que intimida y roba la mercadería, y otros que se dedican a la receptación y venta de los productos robados. La venta se hace en ferias libres, persas y a través de internet. Quienes venden y los que compran artículos robados pueden ser acusados de receptación.

Botones de pánico, sensores de apertura de puertas y cámaras son parte de la seguridad

El riesgo en la carretera ha llevado a las empresas a realizar fuertes inversiones en seguridad.

El punto de partida y exigencia casi obligada para todos los camiones es el sistema de GPS con monitoreo remoto. El problema es que éste ya fue superado por los ladrones que lo bloquean.

La industria de seguridad desarrolló aparatos complementarios, como el botón de pánico que puede activar el conductor sin ser detectado por los antisociales y los GPS portátiles que se ponen en la carga para rastrearla cuando la roban. En Tastes System tienen presupuestado aumentar sus ventas este año 12%. Rodrigo Martínez, gerente general de la compañía, cuenta que los equipos básicos cuestan 2,5 UF ($63 mil) y el monitoreo mensual parte en 0,5UF ($13 mil).

Además del GPS hay camiones de empresas grandes con sensores de apertura de puertas, un sistema para identificar zonas prohibidas y detenciones no autorizadas. Todos esos dispositivos cuestan más de US$ 1.000 por cada camión.

A esto se suma un software llamado wisetrack que permite monitorear a distancia todo lo que ocurre en el trayecto: dónde va el camión, si se detuvo o no y dónde cargó combustible.

En Walmart reconocen que durante los últimos meses han observado un “aumento considerable en los asaltos con violencia”. Recientemente, la compañía desarrolló el programa “Plan Safety”, que tiene por objetivo minimizar robos de mercadería desde sus Centros de Distribución y en el traslado hacia los distintos locales. Invirtieron en él cerca de US$ 1 millón. “Se incorporaron nuevas tecnologías en los procesos y sistemas que permiten monitorear en línea a través de sistema GPS instalados en los camiones. Además, el supermercado cuenta con un sistema de censores georreferenciales que advierten a los conductores respecto a determinadas zonas de peligro en la ruta, así como dan cuenta de qué sectores en las carreteras son seguros para el descanso”, explicaron. Añaden que evalúan la instalación de cámaras de seguridad en todos los camiones.

En la industria de telefonía móvil hacen cambios de rutas, horarios y han incorporado monitoreo 24 horas con GPS. “Recientemente algunas empresas están aplicando apertura de distancia de los camiones. Esto es que mediante un GPS se activa un bloqueo de la apertura de los camiones, que impide que puedan abrirse de forma manual”, cuenta Guillermo Pickering.

Camiones viajan escoltados para prevenir asaltos

En APL Logistics han implementado sistemas de comunicación con sus vehículos, botones de pánico, cámaras de monitoreo al interior y exterior, detención forzada del vehículo y escolta de camiones en algunos casos. “Además de restringir el acceso a información confidencial, coordinación cercana con las policías y compartir experiencias entre distintos actores, entre otras iniciativas”, relata Rodrigo Lira.

En ALOG cuentan que el gasto en seguridad de sus socios va de entre los $60 millones y los $120 millones al mes, dependiendo del tamaño de la compañía y de si es un centro de acopio y de distribución o solo presta uno de estos servicios. La novedad este año para el transporte es el sistema de escolta privada para los camiones.

Forus lo ocupa por el mal resultado que están teniendo los sistemas de GPS, que son fácilmente bloqueados por los asaltantes. La escolta está formada por los mismos choferes o dueños de las empresas más pequeñas, que siguen a los camiones en dos autos. Uno se instala adelante y otro atrás para acompañarlos hasta el destino o hasta la salida a la carretera cuando el camión toma velocidad. No están armados y a veces pueden hacer poco frente a bandas de más de ocho individuos con pistolas. Solo llamar a la policía.

Perisic asegura que entre las empresas de logística socias de ALOG hay algunas que pagan entre $25 millones y $35 millones mensuales en estos sistemas de escolta.

Poca participación de la autoridad

“Vemos que hay poca participación en esta problemática por parte de la autoridad”, critica Cynthia Perisic, quien aclara que ALOG informa a la autoridad el número de denuncias hechas, mercadería robada y ha presentado los casos de sus socios asaltados a la autoridad. “Lamentablemente no hemos tenido feed back “, reclama.

Ahora participa en una mesa ampliada de seguridad que se formó en la Cámara Nacional de Comercio hace tres semanas para generar propuestas desde la mirada de los afectados a la autoridad.

“El robo a los camiones es relevante porque a partir de estos robos se provee al comercio ambulante, que es un gran problema para el comercio establecido. Éste se ha ido institucionalizando con familias dedicadas a esto y gente con estudios superiores que opta por esta vía, que no pagan impuestos, no cumplen sus obligaciones laborales y son una competencia desleal”, dice Ricardo Mewes.

Entre las recomendaciones que hará la mesa ampliada está el uso de mayor tecnología para monitorear camiones por parte de privados, pero también pedirán a la autoridad el desarrollo de investigaciones con inteligencia policial para averiguar cómo obtiene información el delincuente sobre las cargas que van en los camiones. A nivel del poder judicial, que los fiscales puedan usar como pruebas las investigaciones policiales y que cambie la tipificación del delito de receptación.

Consultada la Subsecretaría de Prevención del Delito dijeron que “están trabajando en un plan con las policías y organizaciones interesadas en el tema para dar más seguridad a los camiones en sus traslados por carretera”. Explicaron que no pueden dar detalles del plan porque aún están trabajando en él.

LOS ASALTOS A CAMIONES los hacen bandas formadas por un grupo de operaciones que intimida y roba la mercadería, y otros que se dedican a la receptación y venta.

EN LA PDI contabilizan este año 80 procedimientosrelacionados con robos de camiones, 140 personas detenidas y $4 mil millones en especies recuperadas.

 Compañías suben las primas y no renuevan los seguros

Hernán Carvallo, presidente de Prose Chile, que agrupa a las compañías de seguros generales, explica que entre enero y septiembre de este año se han denunciado a las compañías de seguros el robo de 360 camiones, 30% más que el año pasado a la misma fecha, cuando sustrajeron 276.

Lo que añaden en la Asociación de Logística es que solo se denuncia alrededor de un tercio de los robos, por lo que en total serían más de mil los vehículos robados en lo que va del 2015, cifra que coincide con la entregada por los transportistas.

El 70% de los siniestros que no se denuncian no son cubiertos por las compañías de seguros, lo que significa que dos tercios de las pérdidas las absorben los propios transportistas, quienes son reacios a denunciar, ya sea para evitar alzas desmedidas de las pólizas de seguros o para que no se las cancelen.

Según el presidente de la CNTC, Sergio Pérez, el costo de las pólizas de seguros se ha multiplicado por tres en solo un año a causa del aumento de la siniestralidad.

Álvaro Riquelme está viviendo esta situación. En los últimos doce meses, su empresa ha sufrido tres robos importantes, uno en octubre de 2014, uno en julio de 2015 y el más reciente ocurrió hace solo tres semanas.

“Yo estoy renovando una póliza y me están triplicando el costo”, señala.

Su póliza tiene un costo de 20 UF anuales y para 2016 está subiendo a 60 UF por camión, con una cobertura de hasta 3 mil UF. En Prose Chile dicen que hoy la póliza promedio cuesta 43 UF al año por camión.

Pero no solo eso. Otra compañía de seguros simplemente optó por cancelarle la póliza. A través de una carta enviada el 7 de octubre de este año, Renta Nacional Compañía de Seguros Generales le comunicó que “ha resuelto la cancelación de las pólizas de transporte terrestre teniendo en consideración la siniestralidad presentada durante la vigencia. Esta cancelación se hará efectiva del 07/11/2015”, señala esa carta.

Añade que las compañías de seguros están cada vez más reacias a asegurar carga de alto valor, principalmente productos electrónicos: “Yo no puedo transportar electrónica, porque la póliza no me cubre”.

Rodrigo Lira, de APL Logistic, confirma que se ha observado un incremento en los valores de las primas. “Pero el golpe más duro para la industria del transporte va en el desembolso de los deducibles (10% a 20%) del monto robado”.

Patricio Ramírez agrega que las compañías de seguro están poniendo más exigencias a los transportistas para pagar, como el tener GPS y un peoneta a bordo. Y agrega que a las empresas más chicas les está costando más encontrar compañías de seguro que las aseguren y esa es la muerte de estas empresas. “Las primas han subido a un nivel que podría matar el negocio porque una compañía de transportes que no tenga seguros no puede trabajar”, afirma.

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