Judith Herrera y Benjamín Blanco
27 de septiembre del 2015 / 07:00 Hrs
Desde el próximo jueves, el aeropuerto Arturo Merino Benítez cambiará de administración. Nuevo Pudahuel, consorcio compuesto por las empresas Aéroports de Paris, VINCI Airports y Astaldi, será el operador de la terminal por los próximos 20 años, lo que incluye la construcción de un nuevo terminal de 175 mil metros cuadrados que estará destinado al tráfico internacional. En 2020, la infraestructura podría recibir 30 millones de pasajeros al año. Considerando que estos proyectos son a largo plazo, Nicolas Claude, gerente general del nuevo operador, detalla a La Tercera los primeros cambios que percibirán los usuarios a partir de la próxima semana.
¿Cómo se promocionará Santiago para atraer nuevas aerolíneas?
¿Podrían llegar líneas de bajo costo?
Sí, obviamente. Ya hay modelos de ese tipo que han comenzado a operar, como Sky Airlines lo ha anunciado. La tendencia mundial es hacia el desarrollo del bajo costo. En Estados Unidos y en Europa más del 45% de los pasajeros vuelan en aerolíneas de bajo costo. Así que, nuestra opinión, es que en Chile hay una oportunidad para que este segmento del tráfico crezca, y para esto es importante la capacidad. En eso, nuestra contribución principal será el nuevo terminal internacional.
Eso es parte del plan a largo plazo. ¿Qué cambios podrán detectar los usuarios a partir del 1 de octubre?
Tendremos un enfoque muy fuerte en la calidad del servicio y en ofrecer lo que llamamos una experiencia integral del pasajero. Trabajaremos con cada entidad, como lo es el Ministerio de OO.PP., Carabineros, la DGAC, para ofrecer un nivel de calidad continuo. Nos importa mucho la fluidez que hemos implementado en otros aeropuertos. Para esto, mediremos la calidad del servicio mediante encuestas con los pasajeros y mediremos los tiempos de espera.
Uno de los principales avances anunciados es que se implementará WiFi gratuito en la terminal.
Es seguro que habrá y ofreceremos WiFi gratuito en todo el terminal. Se podría dar en el primer trimestre del 2016, a más tardar.
¿Cuándo iniciarán las obras del nuevo terminal internacional?
Estamos en la fase del diseño. Ya hemos invertido US$ 20 millones en esto y vamos a invertir US$ 60 millones hacia final de año en eso. Las obras comenzarán en el verano del 2016. Un terminal nuevo, de 175 mil metros cuadrados y una inversión total de mil millones de dólares, es un proyecto importante y nos enfocaremos a minimizar el impacto sobre la operación. Al terminal actual, si bien lo rehabilitaremos, eso se hará al final. La idea es que el nuevo esté dedicado al tráfico internacional, con una capacidad de 15 millones de pasajeros al año, y el terminal actual será el terminal doméstico, con la misma capacidad.
Dado el eventual aumento de flujo de pasajeros, se hace más relevante mejorar la conexión por vía terrestre con Santiago.
Nosotros no ofrecemos el servicio de transporte a la ciudad, pero como operador del aeropuerto, nuestra responsabilidad es gestionar la infraestructura y facilitar lo más que se pueda el acceso público. No podemos invertir en una línea de Metro, pero nos interesaría si hubiera un proyecto de expansión de Metro al aeropuerto. Lo que podamos hacer para facilitar aquellos proyectos, lo haremos.
¿Pero habrá algún cambio en el transporte terrestre?
No habrá un cambio en la oferta de transporte, en lo referido a taxis o minibuses. Eso se mantendrá. Lo único que hay que ver es que si hay recursos disponibles, estos se tienen que redistribuir y definir reglas. Pero nosotros no regulamos el transporte público.
¿Y los taxis ilegales?
Es un tema, porque impacta a la imagen del aeropuerto y a la experiencia del pasajero. Así que sí, vamos a proponer algunas opciones de mejoras, no de manera aislada, sino que en concertación con todos los actores, pero queremos proponer algunas opciones y con ese objetivo: mejorar la experiencia del pasajero.
El Tribunal de Libre Competencia deberá revisar las bases de licitación del aeropuerto, debido a un pronunciamiento de la Corte Suprema.
Hay un proceso público en curso, así que nuestra posición es que no podemos interferir de ninguna manera. Hemos ganado una licitación internacional muy competida, en base a reglas definidas por el gobierno, así que vamos a ver cómo se desarrolla. Confiamos en las instituciones chilenas, pero no podemos decir más al respecto.
Las bases permiten la existencia de bandas de tarifas por el uso de mangas de equipaje o servicios de carga. Las empresas operadoras aseguran que si se aplican los valores máximos, podría encarecerse el servicio a los pasajeros.
Tenemos un modelo de concesión a 20 años y tenemos que recuperar esa inversión a lo largo de la concesión. Nuestro modelo económico no es similar al modelo anterior. Por eso, existen aumentos en las tarifas porque no estamos haciendo lo mismo, tanto en términos de regulación como de inversión.
¿Pero podría redundar en los pasajes?
Eso no lo podemos decir. Habrá un impacto, porque sí se incrementarán las tarifas, y lo hemos anunciado. Pero no podemos compararlo de manera directa a los modelos o tarifas anteriores. Y los incrementos que haremos serán graduales, y si se refleja en el pasajero, dependerá de las aerolíneas.
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