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por Carolina Edwards 

El Parque Metropolitano de Santiago está ubicado en el corazón de nuestra capital entre las comunas de Providencia, Recoleta, Huechuraba y Vitacura.

Sus extensas 737 hectáreas abarcan el cerro San Cristóbal, Tupahue, cerro Chacarillas, cerro Los Gemelos, Lo Saldes, La Pirámide y el sector de El Bosque.

Creado oficialmente el 28 de septiembre de 1917, el entonces Presidente de la República, Juan Luis Sanfuentes, obtuvo la autorización para comprar o expropiar -bajo la Ley N° 3.295- los terrenos situados desde El Bosque hasta incluir el cerro San Cristóbal, declarándolos irrefutablemente de utilidad pública. Y aunque el entonces intendente de Santiago, Pablo Urzúa, tomó posesión de los terrenos un año más tarde, la mayoría de los trabajos fueron efectuados entre 1921 y 1927, bajo el período del intendente Alberto Mackenna Subercaseaux.

Desprovisto de vegetación a comienzos del siglo XX, cuando se construyó el observatorio astronómico Mills (1903) -hoy apodado Manuel Foster- y el Santuario de la Inmaculada Concepción (1908), su apariencia ha evolucionado considerablemente a través de los años. Hoy podemos disfrutar de sus jardines botánicos, plazas de juegos, centro cultural, funicular, piscina, zonas de picnic y zoológico, además del ya mencionado santuario junto a la hermosa estatua de la Virgen de la Inmaculada Concepción, que adorna la ciudad a 22 metros de altura.

El parque urbano más grande de Latinoamérica, un espacioso centro de recreación y popular espacio verde de incalculables beneficios para la comunidad.