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Publicado en Noticias el Jueves 13 de Junio, 2013

Anamaría Lyon: El éxito de los colegios que eligen sus alumnos en una tómbola

vía Anamaría Lyon: El éxito de los colegios que eligen sus alumnos en una tómbola | T&M en Emol.com.

file_20130612121955Hace menos de un año un reportaje en “El Sábado” llamó singularmente la atención. Un grupo de padres se reunía en un gimnasio para esperar la tómbola en la que se iban a rifar los escasos cupos para ingresar a un colegio particular subvencionado de la vulnerable comuna de Lampa.


Esos padres sentían que se jugaban la vida en ello y muchos incluso se habían cambiado de villa y comuna para poder optar a una educación de mejor calidad para sus hijos, en este caso, en manos de la Fundación Astoreca

El especial sistema de selección de alumnos es la mejor forma que encontró esta fundación para llenar sus vacantes sin seleccionar, cuestión que les está prohibida por ley desde que se acogen a la subvención preferencial. Antes de ello, sí hacían selección, pero en forma positiva, o sea, se elegían a los niños más vulnerables de los vulnerables. 

A Anamaría Lyon, gerenta de la Fundación Astoreca, le cuesta pronunciarse sobre este impedimiento legal, aunque reconoce que ahora los dos colegios que sostienen tienen un alumnado más heterogéneo, es decir, ya no son todos alumnos pobres que no pueden pagar su educación, sino que hay algunos que sí lo podrían hacer pero optan por ellos por los buenos resultados que muestran. 

La fundación, con 23 años de vida, se ha expandido en la zona norte de la Región Metropolitana. Hoy ya no sólo está el colegio San Joaquín en Renca, sino que sumaron el San José de Lampa y en marzo de 2014 abren un tercero. 

Anamaría , ingeniera comercial con mención en economía, lleva 13 años en la misma y ha podido ver el desarrollo de esta iniciativa, donde uno de los pilares fundamentales que certifican su éxito es no poner nunca como excusa para los logros la vulnerabilidad de los niños. Y también replicar la experiencia acumulada. 

-El debate sobre educación está ideologizado, ¿lo ves así? ¿Ha entrampado los cambios?
“Sí, está ideologizado, pero no debiera ser difícil hablar de educación porque el objetivo claramente es mejorar su calidad, que no sólo es mala en los sectores municipal, subvencionado y sectores vulnerables, sino que también en los particulares pagados. 
“Ahora, esto es inevitable porque quienes tienen el micrófono para hablar de educación son los políticos o personas ideologizadas. Pese a todo, lo que se ha hecho hasta ahora es bueno, se ha logrado avanzar y no estamos entrampados; el debate ideologizado ha sido una barrera, pero se han hecho cambios importantes y la misma lucha de los pingüinos fue un tremendo empujón. Cada debate son pequeñas fórmulas para ir apretando y dar pasos aunque estamos lejos de lo ideal y necesario”. 

-¿En este ambiente, en qué debiéramos concentrarnos? 
“En la calidad, en mejor la calidad de la educación pública, por sobre todo. Esa debe ser la misión del Estado, y ese debe ser el centro de todo el esfuerzo, más allá de apuntar al lucro o la existencia de la particular subvencionada”. 

-El lucro es un gran tema. Ustedes como fundación no lucran, pero, aún así, ¿deben permitirse colegios que busquen una ganancia?
“El tema es qué pasa con la particular subvencionada con copago o sin él. Puedo asegurar que en la subvencionada sin copago, como nosotros, es difícil lucrar porque no alcanza simplemente. A nosotros nos cuesta bastante cubrir las necesidades para una educación como la que damos y tendría que ser demasiado mediocre el sostenedor que siendo gratuito, lucra. 
“El lucro se instala entonces en los subvencionados con copago y en ello puedo asegurar que si existe buena educación pública, nadie va a optar por pagar, lo doy por asegurado. La gente no es tonta y la gente optará por la educación gratuita, pero debe existir otra alternativa”. 

-¿Debe existir una ganancia legítima, entonces? 
“No lo sé; el tema es si la educación que entregan es de calidad, más cuando no lo hace el sector público. Si se eliminan los colegios subvencionados se deja a las personas sin la opción de poder optar a una buena educación. Otro tema es si se lucra, pero entregan pésima educación”. 

-Algunos dicen que eliminar la educación particular subvencionada es nivelar para abajo.
“Se llegó a la situación actual porque en sus inicios no había cobertura pública para todos y fue necesario generar un sistema compartido. Ese problema ya no existe, por lo que eliminar los subvencionados lo va a generar nuevamente. No es llegar y eliminar, y creo firmemente que esto no tendrá una solución mágica. Insisto en que si la educación pública es buena, las personas no van a optar por la subvencionada pagada”. 

-La Fundación Astoreca tiene algunos objetivos como cuidar el presupuesto y replicar las experiencias exitosas. De esto nadie habla mucho.
“Bueno, para nosotros es la base. La creación de la fundación tuvo como norte lograr buenos resultados y una vez alcanzados, extenderlos y compartir con otros los logros incidiendo en las políticas públicas. Para que una experiencia pueda ser replicable tiene que tener un presupuesto acotado. 
“Nosotros gastamos más de lo que nos entrega la subvención, casi un 30% -y con menos no lo logramos-, y es un hecho que tratamos que ese 30% no pase de eso y ojala acortándola”. 

-¿Eso se lograr con el compromiso de buenos profesores que están dispuestos a ganar menos? ¿Es sostenible?
“Es verdad que tenemos profesores que podrían ganar más en el sector particular pagado y por eso, necesitamos ese compromiso y directores y profesores, de alguna manera subsidian el proyecto por sus ganas de querer trabajar en sectores vulnerables y ser un aporte al país. Esto no está cuantificado, pero hoy cada vez hay más personas interesadas en hacerlo”. 

-Llama la atención que ustedes expliciten el objetivo de cuidar el presupuesto, porque son pocos los que hablan de ello. Hablan sólo de recibir más recursos.
“Bueno, siempre sería bueno recibir más plata y nosotros que somos fundación podemos salir a pedir dinero en otras fuentes, pero un particular subvencionado que no es fundación o un municipal no lo pueden hacer y ellos deben pedir más presupuesto”. 

-Ustedes trabajan en sectores muy vulnerables, ¿cómo han logrado revertir las desventajas de la cuna?
“Primero, teniendo claro que se puede, que en todas partes hay niños inteligentes y capaces o con menos, y se debe trabajar con ellos. Segundo, jamás tomar como excusa la vulnerabilidad, eso sólo es una buena razón para trabajar más, con más ganas y revertir esas desventajas. Nuestros profesores tienen una carga horaria muy fuerte porque sabemos que los niños necesitan mucho más apoyo. También es importante usar metodologías adecuadas”. 

-¿En cuánto influye que los padres se comprometan? Supongo que por la alta demanda que tienen eso es así.
“Se comprometen bastante. Una de las discusiones que hemos tenido bastante es si mantener o no la gratuidad bajo la visión de que cuando las cosas cuestan, las personas se comprometen más. Nuestra experiencia es que con gratuidad se logra ese nivel de compromiso, porque hay una exigencia de la fundación de que los niños tienen que asistir a clases, y deben hacer sus tareas porque no hay razón para no hacerlo. Eso lo firma el padre el primer día de clases y muchos se angustian cuando los llaman porque sus hijos no están cumpliendo”. 

-¿Y en cuánto influye la disciplina? Algo que en algunos colegios parece no existe.
“La disciplina es el primer factor; si no se tiene al niño sentado tranquilo en clases las cosas no funcionan y nosotros lo inculcamos desde el nivel preescolar. Ahí introducimos la necesidad de ser obediente, ordenados, limpios y respetuosos. Ni los niños ni los padres lo pueden poner en duda”. 

-¿Por qué comenzaron a aplicar la tómbola y no hacen selección?
“No podemos hacerlo por ley ya que recibimos la subvención preferencial. Antes teníamos un tipo de selección positiva que era buscar a los alumnos más vulnerables y hoy sin esa herramienta se nos ha vuelto un poco en problema porque nos están llegando niños ya no tan vulnerables como antes. 
“Elegimos la tómbola porque no tener selección implica tener un sistema al azar y la orden de llegada, finalmente, no lo es porque los primeros serán hijos de los padres más informados. La bolita es la más equitativa”. 

-¿Debiera poderse usar la selección positiva sobre todo cuando se habla de una subvención estatal que tiene que ser bien focalizada?
 “Al principio nos asustamos, pero nos dimos cuenta que era difícil fiscalizar quién es el más vulnerable. Por otro lado, si estamos hablando hoy de segregación y de que la queremos evitar, no poder seleccionar nos permite tener niños hoy de diferentes niveles socioeconómicos dentro de su comuna y eso nos ha dado más heterogeneidad, más diversos”.

-Ustedes tienen buenos resultados en el SIMCE y en la PSU. ¿Cuáles son los tres factores básicos para ello?
“Primero, profesores comprometidos con el hecho de que son los actores responsables del futuro de sus alumnos y, reitero, no hay excusa frente al medio vulnerable. Segundo, mucho trabajo profesional; nuestra dotación no es voluntariado, son personas con un sueldo a las que se les exige trabajo con supervisión. Tercero, una dirección de colegio dedicada a lo académico, centrada en el apoyo a sus profesores y alumnos y no en lo administrativo”.

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