Polémica ha provocado la difusión de videos de motoristas que circulan a alta velocidad por el sector oriente de la Región Metropolitana, sobre todo por la Autopista Radial Nororiente, en los denominados “piques” o carreras clandestinas que se han registrado en plena pandemia sanitaria.

Las piezas audiovisuales han sido captadas por los propios protagonistas, utilizando cámaras corporales o en sus cascos, y dan cuenta de motocicletas de alta gama transitando a más de 250 kilómetros por hora.

“Eran como 15 motos a alta velocidad y de alta gama. Estamos hablando de personajes que tienen poder adquisitivo y pueden mantener esto como un hobby. No estamos para estar haciendo jueguitos de carreras”, cuestionó Robert, vecino de la comuna de Vitacura que ha atestiguado estas carreras.

Él, de hecho, ha sufrido como conductor a bordo de su automóvil al enfrentarse a estos motoristas. “Realmente, me hicieron como un cierre y pasaron como a 150 kilómetros por hora. Uno quedó casi pegado conmigo. Fue temeraria la acción”, señaló.

“Me ha tocado de noche que pasan unas motos y me deja como helado. Sientes que pasaron, pero ni siquiera las puedes ver. Se pierden inmediatamente“, añadió James, otro conductor afectado por la situación.

Fabián Nichel, psicólogo de la Universidad Central, había advertido con anterioridad que esta práctica no sólo perjudica a los automovilistas en las calles, sino que -en plena crisis sanitaria- también contempla un riesgo para las ambulancias en tránsito a alta velocidad.

“(En las carreras clandestinas) son personas que lo han hecho antes de la cuarentena y lo van a querer seguir haciendo posterior a la cuarentena. Es una posible causa del colapso del sistema de salud. Le estamos sumando una variable riesgosa a un sistema que ya está al límite“, manifestó.

Juan, paramédico de una ambulancia que circula por el sector nororiente de Santiago, agregó que el recorrido que realizan los motoristas comprende las comunas de Chicureo y Vitacura. “Suben , se dan la vuelta en Américo Vespucio y retoman. Es terrible, porque a veces vamos y pasan autos a 200 kilómetros por hora. (Las motos) son todas de alta gama, de velocidad”, cuestionó.

Si bien los propios involucrados no se han referido a la polémica que han provocado sus videos, desde el mundo automovilístico argumentan que, en ocasiones, la velocidad a la que circulan los motoristas se relaciona con la sensación que ésta genera.

Creo que todos en algún momento hemos apretado el acelerador a fondo, para sentir un poco… qué se siente. Creo que no es la mejor forma, ni mucho menos el mejor momento para estar haciendo este tipo de cosas. Particularmente, los amigos que tengo, todos hemos tratado de respetar al máximo la situación”, justificó el motorista Roger Tornavaca.

Las denuncias por la frecuencia de estas prácticas han llegado a oídos del Congreso, como es el caso del diputado Jorge Durán (RN), quien adelantó que impulsarán “un proyecto de ley que sancione penalmente este tipo de eventos, que están al margen de la ley”.

En la misma línea, Cristián Araya, coordinador de Denuncia Vitacura, solicitó una mayor fiscalización policial de estas carreras clandestinas, pues constituyen hechos aun más graves en tiempos de pandemia.

“Hago un llamado a las policías para que persigan de forma eficaz a estos delincuentes al volante, porque están poniendo en peligro la integridad de quienes transitan por ella, y también están afectando la salud de todos“, enfatizó.