Lamentablemente, desde hace ya algunos años nuestro país ha adoptado la Fiesta del Conejo de Pascua, que conmemora el Domingo de Resurrección, y donde los niños parecen competir por conseguir más chocolates, y cuyos principales agentes responsables han sido los padres y la publicidad.
Obviamente, conseguido el botín, viene el consumo desmedido de chocolates y golosinas. Así, no es raro encontrarnos al día siguiente con niños con indigestión o molestias gastrointestinales, tales como vómitos o diarreas.
Lo cierto es que casi todos los huevitos de chocolate que se venden en Chile están fabricados con sucedáneos del chocolate. Esto quiere decir que tienen una mínima cantidad de cacao y leche, pero una gran dosis de grasas saturadas, azúcares, colorantes y saborizantes artificiales.
En atención a su aporte de energía, 100 g de huevitos de chocolate nos entregan unas 590 kcal, cantidad que se consigue comiendo de 15 a 20 huevitos. Para la mayoría de los preescolares esto puede representar casi la mitad de las calorías diarias necesarias y un tercio de las calorías del día en los escolares de enseñanza básica. Estos chocolates tienen cerca de 40 g de grasas saturadas por cada 100 g de producto y unos 56 g de azúcares de diversa naturaleza.
Por lo antes expuesto, el consumo racional de estos productos es más que necesario y, definitivamente, no recomendable en niños con sobrepeso y obesidad. Debido a que esta práctica se ha asentado firmemente en nuestra sociedad, es importante precisar que no se puede aconsejar un consumo mayor a los 60 g de chocolate para un niño de unos 30 kg.
¿Qué recomendar a los padres? No sobrepasar las cantidades aconsejadas (2g de chocolate por kg de peso); conseguir chocolates de calidad con alto contenido de cacao; fraccionar la entrega, dárselos de a poco; no entregarlos en ayunas, porque generan saciedad y el niño no come los alimentos saludables programados en su alimentación diaria. Además, se debe planificar una sesión de actividad física aeróbica, caminata o bicicleta para el día posterior al consumo de estos productos; no dar chocolates al día siguiente de la fiesta, si quedan huevitos de chocolate desecharlos; preferir huevos huecos y no los sólidos; procurar que la captura de los huevos sea difícil, disperselos por varias partes y no sobrepasar lo aconsejado. Finalmente, alternar el consumo de chocolates con alimentos saludables, frutas y lácteos semidescremados.
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