Fuente: Diario Estrategia ¿Deberían los colegios hacerse cargo de su impacto vial?
Estoy seguro que muchos sentimos el cambio en el flujo vehicular a comienzos de marzo. Es fácil acostumbrarse a calles con menos autos, ruidos y contaminación, además de las consecuencias positivas de aquello: por ejemplo, menos estrés y un menor tiempo de traslado. Sin embargo, tras el “super lunes”, volvió el flagelo del “taco” en las mañanas y tardes.
Una variable que incide en lo anterior es la vuelta a clases de los colegios. Estoy seguro que existe una gran proporción de alumnos que utilizan medios de transporte de menor impacto vial, como caminar, bicicleta, buses, vans, autos compartidos, etc. A pesar de lo anterior, un porcentaje de apoderados saca su vehículo particular a la calle exclusivamente para ir a dejar o buscar a los hijos al colegio. Salen, dejan/recogen, y regresan a casa, aumentando en este proceso el flujo vehicular.
Consecuentemente, es clave plantear la interrogante si, ¿deben los colegios hacerse cargo del impacto vial que generan? O, desde nuestra mirada, ¿debemos como sociedad hacer responsables a los colegios de los efectos de su funcionamiento? Si crecientemente como sociedad civil exigimos a la empresa privada hacerse cargo de sus impactos, por ejemplo, los gases que emiten, sus residuos, impacto social, etc., ¿por qué no medimos a estos establecimientos con la misma vara?
Últimos Comentarios