Casi mil millones de dólares de la Ley Espejo del Transantiago no se han gastado en las regiones, pese a que el espíritu de la ley pretendía que los mismos recursos inyectados al transporte metropolitano fueran invertidos en el resto del país.

La cifra incluso supera los montos requeridos para importantes proyectos como el Aeropuerto de Santiago, que requiere 700 millones de dólares; Rancagua Express, que necesita 730 millones de dólares; e incluso el Puente Chacao, cuya inversión es de 896 millones de dólares, informó El Mercurio.

Esto se debe a que, desde que se creó la ley, en 2010, no todos los años se ha ejecutado el total de su presupuesto. Así, se han gastado 4.055 millones de dólares en el Transantiago y 3.119 millones de dólares en regiones, lo que deja 935 millones sin usar para las provincias.

“Hay mucha plata para infraestructura y proyectos de transportes, pero se ha avanzado muy lento en materia institucional”, dijo al diario el subsecretario de Desarrollo Regional, Ricardo Cifuentes, explicando que los gobiernos regionales no tienen ni las atribuciones ni el personal técnico capacito para presentar proyectos de envergadura.

Críticas de parlamentarios

En este contexto, el presidente de la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados, Mario Venegas (DC), señaló que “esto confirma una sospecha transversal en los parlamentarios de regiones, que hemos pedido a las autoridades (del Ministerio de Transporte y Subdere) que entreguen información transparente y objetiva de que efectivamente se cumpla el traspaso de recursos… pero nunca se ha entregado con toda claridad”.

Por su parte, el diputado UDI Iván Norambuena señaló que “esto se debe a que la autoridad nunca ha transparentado la forma en cómo se designan estos recursos y sólo se han escudado echándoles la culpa a las regiones, de que no tienen proyectos viables. Eso no es efectivo, porque tienen muchos proyectos”.

A su juicio, es una estrategia “para parar la entrega de recursos y no darle importancia a la Ley Espejo, porque obviamente los recursos quedan en Santiago y las regiones siguen esperando”.