Por Romina Lizondo, docente de la Escuela de Enfermería de la Universidad Central
Según la última encuesta de salud, lamentablemente sólo el 14% de los niños/as llega al sexto mes con Lactancia Materna Exclusiva, mientras que el 20% de los lactantes no cuenta con lactancia exclusiva al primer mes de vida.
Pese a que todos los estudios realizados desde la Unicef, la OMS, y a nivel local en Chile Crece Contigo, han demostrado que la lactancia materna constituye el alimento fundamental durante el primer año de vida, debido a que aporta los requerimientos nutricionales e inmunológicos del niño/a. Así, disminuye la posibilidad de enfermedades crónicas a largo plazo, como obesidad, sobrepeso o asma; favorece y estimula el sistema inmunológico que le permite protegerlo de cuadros infecciosos respiratorios y digestivos; beneficia la formación de los arcos dentales y las estructuras faciales, menor incidencia de caries en los niños; y refuerza los lazos afectivos de la familia, previniendo el maltrato infantil.
No suele comentarse que el primer mes de vida con el bebé no es fácil. Hay un ajuste entre la madre y el hijo/a, que al principio puede ser difícil y hasta un poco molesto, pero la mayoría de las madres encuentran la postura más cómoda para los dos, por lo que no deben rendirse.
Con la lactancia se tiene una oportunidad privilegiada para demostrarle a tu guagua que la quieres y que estás ahí para cuidarla y protegerla, además de entregarle todo el contenido nutricional que necesita.
Al terminar el post natal de 6 meses, que en la realidad son 5 meses y medio, se viene una sobrecarga emocional enorme para la madre, debido a que no quiere separase de su hijo/a; tiene sentimientos de angustia, tristeza, siente que dejará solo a su hijo/a, se cuestiona que es una mala madre por no cuidar a su hijo/a; así es angustiante la separación para la madre y niño/a en las primeras semanas.
Al volver a trabajar es necesario orientar y apoyar a la madre; se debe dejar en claro que existen las condiciones de amamantar a su hijo/a para seguir estrechando los lazos de cariño entre la mamá y la guagua. Con esto el hijo/a se siente querido y aprenderá a confiar en las demás personas que lo cuidan.
En mi caso personal, volví a los 6 meses de vida de mi bebé. La primera semana no fue fácil, pero a medida que fueron pasando los días y pude continuar con la lactancia en las mañanas antes de ir a mi trabajo, luego a las 15 hrs y a las 19, cada día fue mejor. Hoy mi guagua tiene nueve meses, todavía continúa con lactancia materna, se encuentra sana, feliz y muy bien en su desarrollo psicomotor.
Últimos Comentarios