Los pasajeros de las aerolíneas no se verían beneficiados, al menos en el corto plazo, por la caída en el precio del petróleo, ya que las compañías del sector no tienen previsto traspasar este descenso a sus tarifas, así lo manifiestan los principales operadores con presencia local.
Respecto de junio, el valor del barril de crudo ha retrocedido un 40%, mientras que comparado con el punto más alto de diciembre de 2013, el precio spot del combustible de aviación ha retrocedido nada menos que un 70%.
Latam Airlines es la compañía que presenta el más alto porcentaje de incidencia del combustible en su estructura de costos, con un 35%. Ellos explican que cuentan con una política de coberturas para mitigar el riesgo asociado a la volatilidad del precio del petróleo.
En lo que respecta al cuarto trimestre de este año, por ejemplo, del orden del 70% del volumen que consumirán está cubierto con este tipo de instrumento, mientras que para el primer trimestre de 2015 lo estará el 30%, porcentaje que se reduce a la mitad en el segundo cuarto del próximo año. Para el período julio septiembre, en tanto, las coberturas regirán sólo para el 10% del combustible.
Argumentan que pese a que el costo de combustible es parte importante de la tarifa, hay otros factores que también pesan en su fijación, como el tipo de cambio, la demanda y la competencia, entre otros. De todas formas adelantaron que “en el largo plazo los menores costos estructurales de la industria se reflejarán en menores precios”.
En Air France-KLM dicen que sus valores responden a una serie de elementos, entre los cuales el combustible es uno más, razón por la cual el retroceso del precio del petróleo “no genera ninguna razón que justifique por el momento un cambio de tarifas” y agregan que el precio de sus boletos está relacionado con la ley de oferta y demanda.
Aclaran, además, que la cotización del crudo no es el único ítem que influye en el costo del combustible, sino también lo hacen las tasas de cambio, niveles de cobertura de precios y el “Crack-Spread” o el diferencial entre el precio del petróleo y de los productos que se obtienen de él.
En Air Canada coinciden con esta visión. “El combustible se compra en dólares estadounidenses, lo que ha tenido un impacto desfavorable recientemente”, dicen.
Reinversión
Si bien es cierto que los precios del combustible han bajado, en American Airlines aseguran que “las aerolíneas están usando sus ganancias para mejorar la experiencia del cliente, a través de la compra de aviones nuevos, la instalación de sistemas de Wi-Fi o la renovación de sus terminales aéreos”.
Añaden que “los clientes tienen opciones entre las aerolíneas y dentro de ellas. Si tomamos en cuenta la inflación, en efecto las tarifas han bajado cuando comparamos el 2013 con el 2000”.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por su sigla en inglés) indica que en 2013 el costo global de combustible de la industria aérea bordeó los US$ 210 mil millones y este año ascendería a US$ 212 mil millones, un incremento del orden de 1%, con lo cual este insumo seguiría explicando el 30% de los costos de operación de estas empresas.
Por otro lado, la IATA pronostica que las ganancias de la industria pasarán de los US$ 10.600 millones de 2013 a US$ 18.000 millones en 2014, un alza de 75%
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