vía El Mercurio.com – El periódico líder de noticias en Chile.
Tania HerreraLos vecinos estaban consternados con la delincuencia. Entraban con frecuencia a robar las casas o se llevaban los autos de este lugar aislado de La Pintana, donde la comisaría más cercana está a tres kilómetros.
Con impotencia, Daniel Salas (26), vecino antiguo de este sector industrial rodeado de parcelas, creó un grupo en WhatsApp con los residentes más cercanos para hacer frente a la situación. Lo que comenzó como un pequeño chat hace seis meses, hoy se ha transformado en tres grupos coordinados de 150 participantes en total, los cuales han llegado a frustrar más de cinco robos.
Hace poco, durante la noche, Daniel junto a 30 vecinos impidieron la entrada de siete delincuentes a su propia oficina. Un mensaje enviado al grupo permitió que los cercanos le hicieran una “encerrona” y que Carabineros pudiera llegar a tiempo.
“Vivimos cerca de muchas poblaciones. La situación estaba fuera de lo normal, incluso hacíamos rondas de noche donde nos fuimos conociendo. Pero ahora ya no, se ha calmado un poco porque los delincuentes saben que si tratan de robar, llegamos todos”, dice Daniel.
La clave, según el joven, es mantener el chat solo para casos de seguridad y emergencias. “Nadie los usa para el chacoteo”, cuenta el vecino.
Subgrupos por calle
Cuando suenan las alarmas de seguridad, se corta la luz, un vecino deja el portón abierto o alguien va a salir de vacaciones, un grupo de vecinos de Chicureo usa un chat comunitario de WhatsApp.
Luciana Valencia, coordinadora del grupo virtual de su calle, cuenta que al principio se había creado uno que incluía a todo el condominio. Sin embargo, con la llegada de más propietarios se hizo imposible manejar uno solo y se fueron formando otros.
El chat masivo también fue insostenible porque las conversaciones ya no se limitaban a temas de seguridad, sino que se fueron incluyendo asuntos de logística y convivencia. Esto causó que muchos propietarios se salieran. “A veces, pocos vecinos lo utilizaban para cosas como preguntar dónde tomar la micro, o si tenían dato de nana, se chacreaba”, cuenta Luciana.
Para ella lo mejor y más eficiente es crear grupos de menos participantes según las calles. “Hay tanta gente en el grupo grande que no quieres revelar mucha información de tu casa. Además, ya te conoces con tus vecinos más cercanos”, concluye la propietaria.
Para los temas de administración y de convivencia, Luciana creó hace poco un correo comunitario. “Funciona muy bien”, dice la vecina.
La autoridad al tanto
“Cuando los vecinos se movilizan, la municipalidad se comunica con Carabineros y su acción es efectiva”, comenta Sylvia Moreno (54), administradora de un grupo de WhatsApp de la Junta de Vecinos N°14 en la comuna de La Reina.
Por ejemplo, en una ocasión entró un automóvil con placa desconocida y los vecinos se organizaron con el jefe de seguridad y emergencias de la municipalidad para que mandara un móvil al lugar, lo que provocó que el conductor se alejara.
Sylvia comenta que en el sector tienen alrededor de cinco grupos más pequeños que utilizan para temas cotidianos de seguridad y urgencia, mientras que el masivo lo mantienen para la coordinación de reuniones con Carabineros y para educar sobre la prevención.
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