En Chile existen 19 comunas donde los alumnos alcanzan en promedio sólo 377 puntos en la PSU y no llegan al mínimo exigido por el Mineduc en la prueba Simce, según un estudio elaborado por la Escuela de Gobierno Local de la Asociación de Municipios de Chile (Amuch). Se trata de zonas que tienen una pobreza promedio de 23,6%, 59,9% de estas son en población rural y se ubican al menos a 123 kilómetros de una capital regional (ver infografía).
El análisis clasifica a las comunas en cinco tipos, según los resultados de la PSU y del Simce. El 68% de los alumnos del grupo 5 -donde se obtienen los peores resultados- asiste a colegios municipales y el 32% a establecimientos particulares subvencionados.
El encargado del estudio, investigador de la Escuela de Gobierno Local de la Amuch, Roberto Lagos, explicó que las municipalidades de este grupo destinan, en promedio, el 12,3% de su presupuesto a educación (esto es, $ 191 millones). Y dijo que si bien se trata de comunas pobres, invierten más recursos propios a financiar los colegios públicos.
“El absurdo es que a mayor pobreza de la población, los municipios con menos recursos deben invertir más desde sus propios bolsillos en educación, que termina siendo de peor calidad que la de las comunas que tienen estructuras de financiamiento subvencionado”, señaló Lagos.
En los dos grupos de comunas con peores resultados, hay 116 donde los estudiantes no logran el mínimo de 450 puntos en la PSU exigido por las universidades del Consejo de Rectores (Cruch) para postular.
El presidente de la Amuch y alcalde de Colina, Mario Olavarría, dijo que a mayor distancia de las capitales regionales y más ruralidad de las comunas, peores son los indicadores de educación. Y afirmó que “lo que se indica en el estudio es que el problema de la mala calidad de la educación tiene que ver con las inequidades territoriales y no necesariamente con el tipo de sostenedor de un establecimiento. Así, el dilema público o privado no tiene sentido en este debate”.
Olavarría planteó que la “la mayor inequidad salta a la vista en aquellos territorios más apartados, donde la educación pública no es de calidad, y es ahí donde los esfuerzos deben ser puestos por parte del gobierno”. Al respecto, critica que “este problema territorial ha estado fuera de la discusión de la reforma”.
A juicio de la autoridad, el proyecto que busca poner fin al lucro, copago y a selección “quiere modificar lo que funciona bien, terminar con las subvenciones y desconocer el rol histórico de las municipalidades en el sostenimiento de la estructura educacional. Eso es un error histórico”.
En tanto, el cientista político a cargo del estudio, Roberto Lagos, señala que el proyecto “debiera concentrarse en el fortalecimiento de la educación municipal, puesto que es ahí donde el Estado no ha logrado hacerse completamente cargo”.
El análisis concluye que la reforma está enfocada en limitar el emprendimiento de los colegios particulares subvencionados -que están en los tipos de comunas 2 y 3- y no se preocupa de aquellas de los grupos 4 y 5, donde la principal oferta de colegios es municipal. “Estas comunas y estos colegios necesitan más recursos y no pasar la administración a otro organismo centralizado, por esto rechazamos la desmunicipalización”, enfatizó el alcalde Olavarría.
En tanto, el alcalde de Maipú y presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM), Chirstian Vittori, dijo que “más allá de las dudas que me merece el estudio, es una realidad que los colegios subvencionados no están en las comunas más pobres o alejadas y es porque no quieren estar”. Y dijo que “ese es un diagnóstico que conocemos, porque hemos pedido que el Estado se haga cargo de poner recursos en esas comunas y hacerse cargo de esos colegios. Y por eso es tan importante la desmunicipalización, porque si no está el Estado, no va a estar nadie”.
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