vía OWA: La millonaria estafa de los lofts que se iban a construir en Chicureo – LaSegunda.com.
“Los $ 40 millones yo sé que los perdí, pero por lo menos queremos que estos tipos vayan a la cárcel”.
Así es como el periodista (ex CQC) Sebastián Eyzaguirre describe la situación que ha vivido tras embarcarse en un proyecto para tener su casa soñada, un loft que sería construido en Chicureo con maderas importadas especialmente desde Francia.
Ese era el gancho con que desde 2010 la constructora OWA -por su nombre en inglés Opt for Wood Architecture – tentaba a sus clientes. Eran proyectos de lofts prefabricados cuyo costo partía en los $ 120 millones.
Pero, según Eyzaguirre, la firma -fundada por el francés Alain du Pontavice y el arquitecto chileno Alberto Mozó- estaba quebrada al menos desde 2012 y, pese a ello, seguía captando clientes. El periodista y otras 24 personas planifican presentar una querella por estafa contra ambos. Estiman que al menos en 2013 la firma hizo contratos por $ 2.300 millones, pero no construyeron ni siquiera una sola casa.
Mozó, graduado de la Universidad Católica, tiene varios premios en el desarrollo de construcciones prefabricadas. En 2011 el arquitecto español Miguel Adriá lo incluyó en su libro «Blanca montaña», entre los expertos del rubro más destacados de los últimos 15 años en el país, junto a especialistas como Alejandro Aravena y Mathias Klotz.
Actualmente hay cuatro querellas presentadas en los tribunales de Colina por el delito de estafa en contra de OWA y también en contra del gerente comercial, el arquitecto Martín Olas. Además, en Colina, pero ante sus tribunales civiles, el francés Du Pontavice pidió la quiebra de la empresa y luego habría abandonado el país, dicen los afectados por el frustrado negocio.
Cliente: “Me estaba cuenteando”
¿Quá llevó a estos clientes a transferir millones sin exigir nada a cambio?
Según indica el empresario Maximiliano von Teuber, él estuvo al menos dos años analizando a la empresa antes de atreverse a comprar una casa. “El arquitecto Mozó me mostró una casa terminada, que había hecho para su suegra, en Quinta de Tilcoco. Yo quería construir una en un terreno que tengo en Buin, al lado del Club de Golf. Siempre supe que tendría que pagar mucho dinero antes de que la casa estuviera lista, pero nunca esperé que en febrero me avisaran, de la noche a la mañana, que la empresa había cerrado sin hacer nada”, indica.
Sin revelar cuánto dinero gastó, Von Teuber afirma que “invertí 100 y ellos me construyeron 2”. Incluso, dice que, en cuanto se enteró de los problemas de la firma, quiso sacar adelante su proyecto y por eso contactó a Alain du Pontavice con eventuales inversionistas, proceso que no fructificó. “Me di cuenta de que él sólo quería ganar tiempo, porque la empresa se había hundido por completo y él me estaba cuenteando”.
“Yo aquí perdí una casa”, dice.
“Una de las cosas que me parecen más asombrosas es que el gerente comercial, que debía estar al tanto de lo que pasaba en la empresa, fue el que me avisó que habían cerrado y que él no sabía por qué”, dice Von Teuber. Ese juicio es refrendado por Sebastián Eyzaguirre, porque “Olas era el que pedía los cheques, el que vendía la pomada, el que decía que la madera la traían de Francia. Luego supimos que la compraban en barracas”.
Olas presentó una demanda laboral contra OWA por al menos $33.911.616. Entre los ítemes que incluye en su demanda hay comisiones por cumplimiento de metas y otras por margen bruto de “ventas devengadas entre enero y diciembre de 2013”. Contactada para entregar su versión sobre esta presentación y las acusaciones de los clientes, la abogada de Olas, Macarena Carvallo, indica que no se referirán públicamente al caso “porque está radicado en la justicia”.
Entre los clientes que no recibieron su casa algunos escucharon decir al francés que había invertido un millón de dólares en la empresa. El arquitecto Mozó en tanto aportó con el know how para desarrollar los proyectos.
Según él mismo escribió en su cuenta de twitter, el profesional chileno se alejó de la empresa en el segundo semestre del año pasado. Contactado para entregar su versión, el arquitecto declinó, porque “quien debe dar las explicaciones correspondientes es el dueño y gerente general de la empresa. Hay varios juicios de por medio y mis abogados se están encargando de ellos”.
$198 millones… por nada
“Le pasé en total $198 millones y lo único que tengo en mi terreno en Zapallar son los pilotes y la obra gruesa”, afirma Pablo Mekis. Junto con Maximiliano von Teuber son los únicos particulares que figuran entre los tres mayores acreedores de OWA, según el documento de quiebra que presentó Alain du Pontavice.
“Du Pontavice se arrancó y creo que los otros también tienen ganas de hacerlo. ¿Qué sacamos con demandas o pedir el dinero de vuelta? Sabemos que tienen cero patrimonio, así que por ahí no hay mucho que hacer. Vi el producto que ellos ofrecían en varias revistas de vivienda, me pareció una empresa seria y tenían una fábrica inmensa en Colina. Pero por razones obvias ninguno de esos pedazos decía ‘para la casa de Sebastián Eyzaguirre’ o ‘para la casa de Pablo Mekis’. Por eso, si alguien me pregunta: ‘¿Cómo le pasan el 50% así de inmediato?’. Fue precisamente por eso”, explica.
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