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Nadia Cabello
Aunque tengan un presupuesto propio, a la mayoría de las comunas del país el dinero que reciben por ingresos, como el pago de patentes o permisos de circulación, no les alcanza para llevar adelante sus planes. Es por eso que existe el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) al cual los municipios pueden postular y obtener así financiamiento para sus proyectos más cuantiosos.
En 2013, el Gobierno Regional Metropolitano de Santiago aprobó 972 proyectos repartidos en 51 comunas -solo Las Condes no recibió recursos- con un total de poco más de $67.736 millones. Si bien hay algunas iniciativas de carácter intercomunal, como la ampliación del servicio de urgencia del Hospital de Talagante (para la cual se destinaron casi $25 millones), y otras regionales, como el servicio de limpieza de calles (más de $283 millones), el 94% de los recursos se asignó a proyectos de municipios de forma particular.
Al revisar la lista de iniciativas financiadas durante 2013 se observa que las 20 comunas cuya población más creció durante los últimos diez años son las que, en total, recibieron el 40% del total de los recursos que se repartieron del FNDR. Por ejemplo, lugares como Lampa, Colina, Peñaflor y San Bernardo, donde la llegada de nuevos residentes ha sido una constante durante la última década, recibieron más de mil millones de pesos cada una. En el caso de Santiago, incluso, el apoyo de los dineros regionales superó los $5 mil millones.
Juan Antonio Peribonio, Intendente Metropolitano y presidente del Consejo Regional -organismo que decide mediante votación a qué programas se les asigna financiamiento- explicó que “el crecimiento poblacional puede ser un aspecto tomado en consideración por los consejeros regionales al momento de votar, aunque no es un factor que de forma automática decida la entrega de recursos”.
Sí tiene incidencia, advierte Peribonio, la cantidad de proyectos que postulan estas comunas. En ese sentido, el alcalde de Colina, Mario Olavarría, contó que “si las comunas presentamos proyectos de acuerdo a las necesidades de cada una, claramente en aquellas donde ha habido un aumento explosivo de población, los requerimientos son más y de distintos tipos. Se va construyendo y hay que proveer de agua, iluminación, equipamiento, salud, educación, mejoras viales. Las necesidades son enormes”.
Es así como en Lampa se financió un consultorio, una oficina del Registro Civil y el mejoramiento del centro; en Puente Alto, la construcción de pozos y ampliaciones de escuelas, y en Peñaflor la construcción de alcantarillados, pavimentaciones y el parque El Trapiche.
“Sin las platas del fondo regional, comunas como la nuestra no podríamos hacer casi ningún proyecto, al menos no de los grandes, que requieren estudios y obras de alta calidad. Son caros y con nuestros presupuestos no alcanza”, reconoció el edil de Colina.
Independiente de qué comuna los presente, los proyectos que los consejeros financian son aquellos que apuntan a mejorar las condiciones de vida de los habitantes de forma equitativa. Como guía está la Estrategia Regional de Desarrollo 2012-2021 de la capital, en la cual se plantean principios como una región integrada, inclusiva, segura, sustentable y con más oportunidades.
Por ese motivo, entre las iniciativas que más postulan y obtienen recursos están, por ejemplo, la instalación de iluminación de ahorro energético y la recuperación de ex vertederos en comunas con mayores necesidades. “Priman principios como la equidad. Esto explica que comunas como Vitacura o Las Condes reciban nulos recursos en comparación con comunas como Alhué”, asegura el intendente.
Para el 2014, el presupuesto del FNDR será de unos $96.840 millones que se repartirán en proyectos que llevan hasta cuatro años preparándose para su eventual aprobación.
TRÁMITE
Hasta cuatro años pueden pasar entre el origen de un proyecto, su preparación, presentación y la obtención del dinero. Cómo conseguir el financiamiento
Cada municipio debe postular sus proyectos a través del Sistema Nacional de Inversiones para obtener recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR).
Las iniciativas pasan por una etapa de admisibilidad a cargo del Gobierno Regional correspondiente, donde se evalúa su pertinencia, y luego a una fase de evaluación social que realiza la Seremi de Desarrollo Social.
Si el proyecto logra una recomendación social favorable en esa segunda instancia, entonces entra en la carrera por la obtención del financiamiento. La iniciativa es presentada por el intendente a los consejeros regionales quienes en sesión del Gobierno Regional votan si se le asignan los recursos o no.
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