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Manuel Valencia 

Acabar con los “guetos” que propician la uniformidad de viviendas sociales y recrear, en un formato de barrio, la mixtura social de una ciudad, con viviendas para familias de altos y bajos ingresos. Ese es el objetivo que inspira al nuevo Programa de Integración Social y Urbana (PISU).

Esta modalidad, definida por el subsecretario de Vivienda y Urbanismo, Francisco Irarrázaval, como “el futuro de la política habitacional”, debutó como plan piloto a fines del año pasado, pero se convertirá en un subsidio formal de la política habitacional a partir de este semestre.

Según el decreto que ya diseñó el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), la modalidad se aplicará en ciudades con un mínimo de 50 mil habitantes, donde las políticas para alentar la integración social tienen sentido por la alta segregación de los grupos socioeconómicos.

En zonas periféricas -como Lampa, Buin o Colina- se exigirá que las familias vulnerables que integren el proyecto provengan de la comuna, para evitar la “expulsión” de estos grupos desde lugares más céntricos.

Además, el reglamento fijará condiciones: en un mismo conjunto habrá hasta 30% de viviendas para familias vulnerables, financiadas por el subsidio Fondo Solidario (DS49, que entrega viviendas por un aporte mínimo de $220 mil a familias del primer quintil) o el nuevo “Título cero” del subsidio de clase media (para adquirir propiedades de hasta 800 UF para familias sin capacidad crediticia).

El restante 70% estará compuesto por grupos de clase media que recibirán un aporte adicional de 100 UF, como premio por optar por estos proyectos.

El subsecretario Irarrázaval explica que los proyectos “permiten una mezcla social que los diferencia de los proyectos de viviendas donde todas las familias son vulnerables. En este caso, se crean barrios más sustentables, con pago de gastos comunes o equipamientos como ascensores. Además, aseguran una mejor ubicación. Lo que estamos diseñando es que este programa sea una modalidad más del subsidio a la clase media”.

Los primeros trece conjuntos que se construirán con el subsidio, y que han sido aprobados en los dos llamados piloto -a fines de 2012 y hasta el 31 de mayo pasado-, están conformados por 1.499 viviendas. Se ubican en Rancagua, Chillán, Angol, Puerto Montt, Osorno, Frutillar y Punta Arenas. En el Gran Santiago se levantarán proyectos en Las Condes (Paul Harris con Rosita), Lampa y Talagante.

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DIFERENCIAS

Según el Minvu, las viviendas para grupos vulnerables y de clase media se diferencian por superficies o terminaciones.