por Tamara Flores T.
Santiago está dejando de crecer como una “mancha de aceite”. En 2012, el consumo de hectáreas de suelo cayó 47,6%, llegando a 636 hectáreas promedio al año (ver infografía), según datos de Atisba, presentados por Gemines en el seminario “Crecer con Equilibrio”, en el marco de la Semana de la Construcción, organizada por la Cámara Chilena de la Construcción.
El economista y socio de Gemines, Tomás Izquierdo, afirmó que a 2025 será necesario incorporar 650.000 nuevas viviendas al parque habitacional del Gran Santiago. De esas viviendas, 72% corresponderá a departamentos.
El valor de dichos inmuebles será 118% superior al de los ofertados hoy, sostuvo el economista, debido a que los segmentos socioeconómicos AB, C1 y C2 experimentarán alzas en sus ingresos dentro de ese período, “pudiendo comprar una vivienda relativamente más cara, aplicando el criterio de que entre 25% y 30% del ingreso familiar se destina al pago del dividendo. Como corolario de ello se llega al valor de la vivienda”.
En 2012, 34% de las viviendas estaba en el rango de 3.000 UF a 4.000 UF y 23%, en más de 4.000 UF, mientras que a 2025, el 62% estará en un rango de más de 4.000 UF, afirmó Tomás Izquierdo. “Las viviendas de menor valor van perdiendo importancia en el flujo total, mientras que las de valor medio-alto incrementan su participación y luego comien-zan a disminuir. Las de mayor valor comienzan a ganar terreno”, detalló.
De hecho, el segmento de 1.000 UF a 2.000 UF ha perdido más de ocho puntos porcentuales de participación en 11 años, pasando de 20,1% a 11,9%. Izquierdo sostuvo que esta demanda es coherente con la propuesta de densificar las zonas cercanas a las estaciones de Metro, sectores dentro del radio urbano con hectáreas disponibles para desarrollar proyectos inmobiliarios. “Hay mucho suelo que no se ha liberado. Cuando esto suceda, ayudará a contener el alza de precios”, afirmó.
Respecto de la plusvalía, Izquierdo comentó que en el largo plazo, el piso promedio anual será el crecimiento del PIB, e incluso superior, “entre 5% y 10% en los próximos 15 a 20 años”.
Cambio de preferencias
En los últimos 10 años, comunas como Santiago, Independencia, Ñuñoa y San Miguel cambiaron drásticamente la población que las habita, revirtiendo la tendencia negativa.
El socio de Gemines explicó que esto se debe al cambio en las preferencias de la población, que ya no necesariamente aspira a una casa con gran espacio en la periferia: “La gente quiere estar cerca de la educación, de la salud, de la cultura y del comercio”.
Esto, en línea también con los cambios en la conformación de las familias. En la última década, los hogares unipersonales han crecido 14%, mientras que el número de personas por hogar ha caído a 3,28, a diferencia de lo que ocurría en 1992, cuando se registraban 3,89 personas por hogar (según datos del INE señalados por Gemines). La consultora estima que a 2025 habrá 2,7 personas por hogar.
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