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Manuel Valencia 

Un texto de 27 páginas, un set de archivadores, otro de planos y una memoria explicativa componen toda la documentación que ayer llevó el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) a la Contraloría, en un nuevo intento para obtener la aprobación del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS 100).

El instrumento añade 10.234 hectáreas de terreno al radio urbano del Gran Santiago. Con ello, busca asegurar suelos para la construcción de viviendas, áreas verdes, grandes avenidas y espacios productivos futuros.

El plan comenzó a ser diseñado en 2006 y fue ingresado por primera vez el 16 de mayo de 2011. En septiembre de ese año, la Contraloría devolvió el expediente con 37 observaciones (como falta de firmas, ausencia de planos, estudios de riesgo pendientes, etc.) que intentaron ser subsanadas el 29 de marzo del año pasado.

Sin embargo, en julio, el Minvu pidió el retiro del documento para mejorar la elaboración y evitar otro rechazo. Finalmente, reingresó ayer para su toma de razón. A partir de eso, en Vivienda se espera que se apruebe en cuatro meses y esté operativo durante este año.

El seremi de Vivienda de la Región Metropolitana, Juan Andrés Muñoz, asegura que se trabajó con profesionales de la Contraloría para asegurar que la nueva versión logre ser aprobada. “El plan asegura que el 25,1%, una superficie mínima de 2.557 hectáreas, se destine para áreas verdes y al menos un 8% se utilice para la construcción de viviendas sociales”, explica.

Muñoz agrega que el plan también busca asegurar que no se generen barrios sin equipamientos en la periferia: “Se exige que los nuevos desarrollos cuenten con servicios y equipamiento que permitan que las personas resuelvan sus necesidades sin tener que desplazarse y generar largos traslados”.

También el plan incluye nuevas vías troncales (como la costanera norte del Río Maipo) y reconvierte terrenos con uso industrial en zonas mixtas, donde se podrá construir viviendas, dentro del anillo de Américo Vespucio.

En Vivienda también estiman que cuando el plan comience a operar, los suelos urbanos de Santiago debiesen tender a bajar de precio, lo que podría descomprimir las alzas sostenidas que se han experimentado en el sector inmobiliario.

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observaciones hizo la Contraloría en 2011, en el primer ingreso del nuevo Plan Regulador.