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por: MANUEL VALENCIA
Hace quince años (en 1997), el Ministerio de Vivienda puso en marcha un nuevo plan regulador para la Provincia de Chacabuco, que permitiría que grandes terrenos destinados a uso agrícola fueran transformados para que se desarrollaran 15 Zonas de Desarrollo Urbano Condicionado (Zoduc) con extensos proyectos inmobiliarios.
Con esa fórmula, se establecieron convenios para que los privados invirtieran en la construcción de más de 60 mil viviendas y las dotaran de servicios como colegios, comercios, centros de salud, bomberos y carabineros. Por su parte, el Estado garantizaba la construcción de redes viales y de transportes para atender a la gran masa de cerca de 300 mil habitantes que se proyectaba en comunas como Lampa, Colina y Quilicura en un plazo de hasta 30 años.
Sin embargo, ha transcurrido la mitad de ese tiempo y los conjuntos presentan grados de construcción aún iniciales. De las 15 Zoduc, sólo algunas como Valle Grande, Chicureo, Chamisero o Larapinta muestran avances.
Uno de los emblemáticos es Valle Grande. La zona está proyectada para 28 mil viviendas y lleva construidas sólo 3.000. Según su gerente general, Jaime del Valle, esto responde a la falta de inversión pública en proyectos de infraestructura e integración al sistema de transporte. “Colina y Lampa están a un tercio de la distancia de Buin, Paine o Pirque, y esas zonas tienen mejor accesibilidad. Acá sólo se logró construir la autopista Radial Nororiente, pero nada más. El Transantiago no llega, aunque esta zona sí era cubierta por las micros amarillas. Mientras tanto, hacia el sur de Santiago se han construido el Acceso Sur, una red de Metro y ahora se prepara el nuevo metrotrén. No existe la misma consideración con ambas zonas de la ciudad”, detalla.
Del Valle agrega que esto ha influido en que los compradores opten por adquirir viviendas en zonas como Puente Alto o Maipú, que sí cuentan con servicios. “Se está perdiendo la oportunidad de construir en un suelo disponible, en el norte, que rompe la idea de que en Santiago escasea el terreno”.
Otra dificultad para las Zoduc es la “tierra de nadie” en que están insertas. Como están emplazadas en viejos terrenos agrícolas, lejanos de los centros de Lampa o Colina, muchas no son adecuadamente atendidas por ningún municipio y deben asumir el costo de alumbrado público, mantención de áreas verdes y aseo.
A juicio del urbanista de la UC Luis Eduardo Bresciani, el Estado no ha garantizado en forma igualitaria los servicios para los habitantes de las zonas sur y norte. “Claramente existe una falta de dotación se servicios, sobre todo de transporte para las familias de clase media que tomaron la decisión de vivir en esta zona, especialmente en Lampa”, opina.
Al respecto, en el Ministerio de Transportes afirman que la ampliación del Transantiago al norte está siendo estudiada, al igual que el proyecto de un tren de cercanías entre Santiago y Batuco, que favorecería a los habitantes de la zona.
Además, este año el MOP anunció el cambio de estándar a autopista tarificada (con tag) de la Ruta 5 entre Vespucio Norte y el peaje de Lampa. También están en carpeta la autopista Quilicura-Lampa y el acceso norte al aeropuerto.
Para el experto en Transportes de la UDP, Louis de Grange, el Gobierno debe invertir en proyectos como el tren a Batuco y Lampa. “Ése tiene que ser un proyecto estrella que reconozca que la zona norte tiene el mayor potencial de crecimiento de la ciudad, porque hay terrenos baratos, accesibles y disponibles”, afirma.
Quince
Zonas de Desarrollo Urbano Condicionado (Zoduc) se establecieron en 1997.
Cuatro
de ellas presentan algún grado de avance: Chicureo, Valle Grande, Larapinta y Chamisero.
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