Señor Director:

El domingo se publicó un informe del Instituto de Estudios Urbanos (IEU) que concluye que los límites urbanos de Santiago se habrían “desdibujado” por el fuerte crecimiento en expansión de la última década.

Sin embargo, los propios datos del IEU muestran una realidad distinta. Si se comparan los crecimientos de 1992-2002 con 2002-2011, se ve que las comunas centrales aumentaron su participación en un 437% y que las periféricas redujeron su crecimiento en 103.000 viviendas, cayendo de 265.252 (1992-2002) a 162.204 (2002-2011).

¿Por qué se afirma que la expansión se consolida? Quizás por las 82.000 viviendas que aporta el “Periurbano”, aunque sean la mitad de las localizadas en comunas centrales. Con todo, esta cifra suma el crecimiento de comunas que forman parte del área metropolitana como Colina, Lampa o Padre Hurtado; con otras que no cumplen esta condición y que debieran descontarse como Melipilla, Curacaví o Alhué.

La preferencia por vivir en comunas centrales es consistente con los datos de venta de departamentos y casas usadas y se explica por la disminución del tamaño del hogar, los costos de traslado y el aumento en el precio de los terrenos. No elimina la expansión, pero la reduce y genera un cambio de tendencia relevante en la historia reciente Santiago.

IVÁN PODUJE CAPDEVILLE