Año 2000: Entretenida controversia en las cartas al Director de El Mercurio sobre la Avenida del Valle.
I. Nueva Alameda
Humberto Prieto Concha
El Mercurio
Miércoles 6 de Diciembre de 2000
Señor Director:
La opinión pública ha sido informada profusamente por el Ministerio de la Vivienda de una nueva “Alameda” que irá entre Maipú y La Reina, con un ancho de 40 metros. En buena hora, ya que las necesidades viales del sector así lo requerían.
Pero lo que no saben los santiaguinos es que simultáneamente se ha trazado una súper Alameda en Chicureo, llamada Avenida del Valle de 132 metros de ancho. ¿Cómo se puede explicar tanta diferencia, en sectores en que las necesidades viales son inversamente proporcionales? ¿Qué necesidad tiene Chicureo de avenidas tan amplias como los Campos Elíseos de París?
Ojalá las autoridades correspondientes reparen y corrijan estas incongruencias, que significan por lo menos una mala asignación de los recursos, aunque en la actualidad esto sólo sea aparente.
Debemos cuidar como país la austeridad, virtud que significa un uso adecuado y prudente de los bienes públicos y privados disponibles y de su mantención. Si no, es muy fácil convertirnos en un país derrochador, en momentos en que el ahorro y la inversión son más que indispensables.
Humberto Prieto Concha
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II. Nueva Alameda
Oscar Moreno Urrutia
El Mercurio
Jueves 7 de Diciembre de 2000
Señor Director:Con mucho interés he leído la carta publicada ayer en vuestro medio, en la cual don Humberto Prieto se queja de una mala asignación de recursos por parte de las autoridades al permitir que en Chicureo se haya trazado una “súper Alameda” de 132 metros de ancho, mientras que entre Maipú y La Reina habrá una de tan sólo 40 metros de ancho, en vista de la mayor necesidad vial en este último sector.
Creo que la apreciación del señor Prieto está hecha con muy poca visión de futuro. Si bien hoy Chicureo no tiene la necesidad de una avenida tan amplia, seguramente en un futuro próximo la tendrá, y de no planificar con holgura la infraestructura vial, se llega a lo que ocurre con casi todas, por no decir todas, las importantes arterias de este país: luego de hacer calles “austeras”, éstas rápidamente colapsan por el crecimiento del parque automotor. Una vez ocurrido esto, las posibilidades de solucionar el problema son, prácticamente, nulas y significan un costo elevadísimo.
Ejemplos hay muchos: ¿Cuánto habría ahorrado el Estado si se hubiera proyectado con holgura desde un principio importantes calles como: Av. Pdte. Alessandri (ruta 5), Av. Américo Vespucio, la Alameda Bdo. O’Higgins, etcétera? Basta con mirar a nuestros vecinos argentinos. En su época, cuando fueron proyectadas avenidas como Libertador (de 15 carriles de ancho) o Av. 9 de Julio (la más ancha del mundo), por citar algunas, deben haber sido francamente “derrochadoras”, pero ahora los argentinos no tienen tantos problemas de congestión.
En materia vial no se debe planificar pensando en las necesidades de hoy, sino en las de mañana. A la larga es más barato.
Oscar Moreno Urrutia
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III. Curiosa Iniciativa
Humberto Prieto Concha
El Mercurio
Sábado 9 de Diciembre de 2000
Señor Director:Don Oscar Moreno Urrutia me ha calificado, en carta dirigida a usted, de tener muy poca “visión de futuro” cuando en carta al Director de 6 de diciembre de 2000 opiné que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo ha trazado una súper Alameda en Chicureo, llamada Avenida del Valle, de 132 metros de ancho, y solicité que las autoridades corrijan esta situación.
Coincido con el señor Moreno en cuanto que en materia vial no se debe planificar pensando en las necesidades de hoy, sino en las del mañana.
En lo que no estoy de acuerdo es en que “seguramente Chicureo tendrá la necesidad de una avenida tan amplia, en un futuro próximo”… también, al parecer, tenemos apreciaciones diferentes en cuanto a prioridades en la asignación de recursos.
Con el criterio del señor Moreno, el Ministerio de Obras Públicas debió haber construido con anchos de 132 metros o más la recién inaugurada carretera internacional a Los Andes y lo mismo en el caso de la Ruta 68 a Valparaíso, etcétera. Sin embargo, nada de eso ha ocurrido y se han materializado en esos casos soluciones que llegan a un ancho inferior en 50 % del que se ha proyectado para la Avenida del Valle de Chicureo.
El hecho de que en Chile no se hayan construido vías suficientemente anchas donde ellas son necesarias no justifica la construcción de calles o carreteras exageradamente anchas donde ellas nunca se van a necesitar. Esto es un problema de derroche.
Por ejemplo, si en el sector sur de Santiago se está construyendo un acceso alternativo a la capital, allí el señor Moreno debe preocuparse de cuidar que esa ruta tenga el ancho apropiado y no la de Chicureo, ya que ésta, ni aun en la visión más futurista, nunca será el acceso norte de Santiago.
Insisto que en el caso de la avenida de Chicureo, a mi juicio, no se ha cuidado la austeridad, que significa un uso adecuado y prudente de los bienes públicos y privados. Así, fácilmente nos convertiremos en un país derrochador, en momentos en que el ahorro y la inversión son más que indispensables.
Una cosa es la visión de futuro y otra “comulgar con ruedas de carreta”.
Permítame, señor Director, alertar a las autoridades públicas y a la comunidad en general respecto de esta “curiosa iniciativa”, por decir lo menos. Algo extraño hay en ella, ya que no se encuentra razón para que en Chicureo tengamos una avenida similar a la 9 de Julio de Buenos Aires.
Humberto Prieto Concha
IV. Súper Alameda
Juan Esteban Toro
El Mercurio
Domingo 10 de Diciembre de 2000
Señor Director:Me refiero a la carta enviada por el señor Humberto Prieto Concha, donde se critica la súper Alameda que se proyecta en Chicureo, comparándola con la Alameda II que unirá Maipú con La Reina.
Creo que por fin nuestras autoridades han tratado un proyecto con altura de miras a futuro, ya que si seguimos con el criterio de cuidar tanto nuestra austeridad, continuaremos inaugurando obras que nacen obsoletas.
Juan Esteban Toro
Ingeniero Civil
V. ¿Curiosa Iniciativa?
Oscar Moreno Urrutia
El Mercurio
Jueves 14 de Diciembre de 2000
Señor Director:En una carta enviada a usted el 9 de diciembre, el señor Humberto Prieto Concha califica de “curiosa iniciativa” el hecho de que me parezca bien que se haya proyectado una amplia avenida, de 132 metros de ancho, en Chicureo. Al respecto quiero aclarar algunos puntos.
Estoy de acuerdo con el señor Prieto en que hoy hay proyectos de infraestructura más importantes que el de la alameda en Chicureo, y probablemente él conoce mucho mejor que yo dicho proyecto. Lo que no quiero que ocurra en Chile ni en Chicureo es el, a mi juicio, exceso de “austeridad vial”.
Por ejemplo, hace unos 12 años, yo era un niño de 10 e iba con mis padres a andar en bicicleta “a campo traviesa” en el sector de los Trapenses. Hoy, 12 años después, vivo cerca de dicho sector y en las mañanas me demoro al menos 40 minutos en pasar por Av. José Alcalde Délano para salir a la Gran Vía y luego a Av. Sta. María. ¿Quién habría imaginado que en 12 años se iba a producir dicho crecimiento? ¿Por qué no podría ocurrir lo mismo con Chicureo? O mis padres, que en los años 70 iban de paseo “al campo, a San Francisco de Las Condes”, a lo que actualmente es Av. Las Condes, la misma que hoy es un desafío a la paciencia del automovilista en las horas “peak”. ¡Qué bien le hubieran venido unos metros más de ancho! Otro tanto ocurrió con Av. Américo Vespucio, camino al aeropuerto. Cuando hace algunos años se amplió de dos a cuatro carriles, se creyó solucionado el problema de congestión. Mas hoy, quien haya ido al aeropuerto habrá comprobado la congestión que hay a toda hora en esa vía. ¿Por qué no se pensó que el flujo de autos iba a crecer, sobrepasando ampliamente la solución? Ejemplos como éstos abundan en nuestra capital.
Mi observación no va dirigida al caso concreto de Chicureo, sino a casi todas las obras de infraestructura vial chilenas, que al poco tiempo de construidas se hacen insuficientes. Ojalá la Ruta 68 y los accesos a la capital tuvieran 132 metros de ancho, así como muchas otras calles. Si así fuera, tendríamos a largo plazo muchos menos problemas viales.
Oscar Moreno Urrutia
VI. Camino a Chicureo
Gustavo Rivera G.
El Mercurio
Domingo 17 de Diciembre de 2000
Señor Director:
Oscar Moreno y Juan Toro han replicado a Humberto Prieto, indicando que hay “falta de visión de largo plazo”, en sus planteamientos sobre la avenida del Valle, en Chicureo, de 132 metros de ancho.
Pienso que tener “visión de largo plazo” no significa realizar obras públicas desproporcionadas para las necesidades previsibles de la ciudadanía. Ello es lo que ocurre en Chicureo. Se trata de un barrio mayoritariamente de parcelas de agrado, con una moderada densidad poblacional. En el largo plazo, ¿para qué entonces dotar el sector de una avenida propia del centro de grandes ciudades? ¿No es esto “botar la plata”?; ¿no hay escasez de recursos hoy en Chile?
Tener visión de largo plazo es prevenir lo que ocurrirá muchos años después. En Chicureo jamás aumentará la circulación vehicular para necesitar una avenida de 132 metros de ancho (44 pistas).
Todas las cosas tienen un término medio, aquí el Ministerio de Vivienda ha superado todo límite con el trazado de esta avenida.
Gustavo Rivera G.
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VII. Alameda En Chicureo
Juan Enrique Benítez S.
El Mercurio
Miércoles 20 de Diciembre de 2000
Señor Director:
La avenida de 132 metros de ancho en Chicureo, que ha motivado algunas cartas a su dirección, es parte del nuevo Plano Regulador de Colina, el que se encuentra en etapa de revisión de las observaciones que han efectuado diferentes sectores de la comunidad junto a las personas afectadas por posibles expropiaciones.
Para esto el Plano Regulador fue ampliamente difundido en la Municipalidad y puesto en exposición en diferentes lugares de la comuna, con un plazo razonable para que cualquiera, mediante carta al Concejo, alcalde o director de obras, hiciera llegar sus problemas o sugerencias.
Como es natural a todo proyecto en una primera etapa, el plano necesita ser corregido en muchos aspectos, y uno de los que también está siendo analizado es el que ha producido esta controversia.
No podemos perder la perspectiva de que en muchos sectores de Chacabuco, como Chicureo, se están realizando las más interesantes inversiones en infraestructura y desarrollo inmobiliario del país, preparando esta zona con criterios de vanguardia que, en lo posible, prevendrán errores como los que se cometieron en otros lugares de Santiago, los que a la larga resultan carísimos de solucionar. Por ejemplo, las rotondas.
Además encontramos en este caso una confusión con la expresión “una mayoría de parcelas de agrado”. Como se observa en el Plano Regulador, en Chicureo se está desarrollando otra forma de hacer ciudad, una integrada al campo y a la naturaleza, con criterios de vida diferentes, pero también con requerimientos urbanos con los que podremos concordar o no. Sin embargo, es la razón por lo que clínicas, colegios y empresas de reconocido prestigio ya han invertido en la zona.
Básicamente, los espacios están dados en Chicureo, por lo que, a pesar de que el ancho de esta avenida resulte exagerado, todavía no podemos hablar de dilapidación de recursos en una zona en pleno desarrollo. Si no se dejaran espacios en proyectos de esta índole, lugares como el de esta avenida u otros, jamás Santiago habría tenido la posibilidad de parques como el Araucano, Forestal, Bustamante o Balmaceda y menos espacios para edificios de uso público como el Museo de Bellas Artes. ¿Acaso en Colina o Chicureo no los necesitaremos en un futuro que ya es presente?
Nos parece que están dadas todas las instancias para que estas controversias se resuelvan por las vías comunales, sin necesidad de hacerlas públicas, lo que es indispensable frente a problemas verdaderamente graves o insolubles, como otros que ya hemos vivido en esta comuna y por los que, con el apoyo de la mayoría de la comunidad y de la totalidad de nuestras autoridades, hemos llegado hasta los tribunales para recurrir por amparo.
Juan Enrique Benítez S.
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VIII. Camino a Chicureo
Jorge Lama Fernández
El Mercurio
Viernes 22 de Diciembre de 2000
Señor Director:
Considerando la caótica situación de Santiago, donde la calidad de vida de sus habitantes prácticamente ha desaparecido bajo el predominio de vías mal planificadas para los automovilistas, un transporte público deficiente y áreas de esparcimiento insuficientes, nos sorprende la polémica generada por el diseño vial de la Avenida del Valle, en Chicureo.
Próximamente veremos en la zona el inicio de proyectos habitacionales nunca antes vistos en nuestro país, los que presentarán nuevos conceptos de planificación urbana y cuyos diseños consideran amplias calles y avenidas, grandes áreas verdes, zona de esparcimiento, servicios y residencias.
Chicureo constituye la zona natural de expansión urbana del nororiente de Santiago, razón por la cual una propuesta vial como Avenida del Valle mejorará los accesos a este sector. Esta ha sido planificada con una visión de futuro que permitirá a los residentes del área disfrutar de una calidad de vida desconocida en el Santiago actual: tendrá una amplia vía expresa para los automovilistas, calles de servicio, vías segregadas para el transporte público y ciclovías.
Avenida del Valle se sumará a la Avenida Pie Andino y la Radial Nororiente, las que situarán a Chicureo a 10/15 minutos de Lo Barnechea y Vitacura, respectivamente.
Es importante señalar que tanto la construcción como las expropiaciones de esa vía serán financiadas por los proyectos inmobiliarios que comenzarán a ejecutarse en el sector, por lo que su desarrollo no representa costo alguno para el Estado. Además, los proyectos habitacionales generarán ingresos adicionales para la municipalidad, bajo el concepto de permisos de edificación, contribuciones, patentes y otros, por lo que el mantenimiento posterior de esta obra vial queda plenamente justificado para el municipio.
De esta manera, la Avenida del Valle representa una oportunidad histórica de cambiar la visión de “hacer ciudad”, convirtiéndose en una vía funcional y moderna que responda al legítimo anhelo de sus usuarios de perdurar en el tiempo y a la vez contribuir a mejorar su calidad de vida.
IX. Camino a Chicureo
Humberto Prieto Concha
El Mercurio
Lunes 25 de Diciembre de 2000
Señor Director:
El gerente general de Chicureo Desarrollos Inmobiliarios, Jorge Lama Fernández, ha aparecido en la polémica generada por el trazado de la avenida del Valle, en Chicureo, señalando cuánto le sorprende esa discusión y dando a conocer las características de esa vía, como parte integrante del inicio de proyectos habitacionales en la zona nunca vistos en nuestro país, basados en nuevos conceptos de planificación urbana, con amplias calles y avenidas, grandes áreas verdes, zonas de esparcimiento, servicios, colegios y residencias.
Respondiendo una de las dudas que los lectores han planteado respecto de esta iniciativa, el gerente general informa que tanto la construcción como las expropiaciones de la avenida del Valle serán financiadas por los proyectos inmobiliarios que comenzarán a ejecutarse en el sector, con lo que su desarrollo no representa costo alguno para el Estado ni para la Municipalidad de Colina.
Como iniciador involuntario de esta polémica, quiero señalar, con énfasis, que no estoy en contra de ningún buen proyecto, pero sí debo reiterar que una avenida de 132 metros de ancho parece a todas luces desproporcionada para la realidad actual y futura de cualquier proyecto vial o inmobiliario, público o privado en Chile.
Por otra parte, el señor gerente general incurre en una grave omisión, al no mencionar a los pequeños propietarios que serán afectados con el trazado de la avenida del Valle, cuando se limita a señalar que el proyecto no tendrá costo para el Estado ni para la Municipalidad de Colina, ya que las empresas inmobiliarias financiarán ese proyecto.
La verdad es que esta avenida sí representa un gravísimo costo anual y futuro para muchos pequeños propietarios.
En el caso, por un acto arbitrario de autoridad, con conocimiento y activa participación de las empresas inmobiliarias interesadas, que al parecer diseñaron este camino, se está perjudicando gravemente el patrimonio de muchos pequeños propietarios que serán arrasados por la avenida del Valle, sin que se les haya pedido siquiera su opinión ni menos, su autorización.
Según antecedentes que le han hecho llegar al suscrito, los pequeños propietarios están siendo afectados actualmente en su derecho de propiedad sobre sus predios, no pudiendo usar, gozar ni disponer de ellos conforme se los garantiza la Constitución Política. En efecto, sus predios “están probablemente afectos a expropiación por utilidad pública según el plan regulador metropolitano”. Es decir, en esas condiciones los propietarios no podrían encontrar hoy compradores para sus terrenos y sobre ellos pesará la espada de Damocles, hasta que la construcción de la vía de 132 metros de ancho llegue a materializarse. ¿Es justo que pequeños propietarios que han adquirido con esfuerzo sus terrenos queden sujetos en su derecho de propiedad a la ejecución de esta vía, conforme sea la voluntad de alguna empresa inmobiliaria? ¿Quién dice que para que ello ocurra pueden pasar tal vez muchos años o décadas?
Sólo cabe esperar ahora que en el concejo comunal de Colina, que está conociendo esta situación, prime la cordura, la sensatez y la equidad.
Humberto Prieto Concha
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X. Expropiación Silenciosa
Pedro Lizana Greve
El Mercurio
Jueves 28 de Diciembre de 2000
Señor Director:Asombro producen en Chile las disposiciones que fomentan o permiten el abuso sobre los derechos más elementales de los individuos.
A las atribuciones dictatoriales del Servicio de Impuestos Internos, juez y parte aventajada en las causas, y a la dependencia municipal de algunos jueces de la policía local, que imponen multas a favor del manejo de la autoridad política de turno, se unen las disposiciones ministeriales y municipales que por una “volada urbanística” de un proyectista lo dejan a uno sin propiedad.
En efecto, si el ministerio o el municipio tiene en mente (o sea, sin plata) la idea de que sería bueno tener una avenida de 140 metros de ancho en Chicureo, todas las propiedades son privadas de sus permisos de edificación, nadie las compra, pues no tienen su uso y goce, y se puede pasar uno con esa expropiación sin pago por el resto de sus días.
Lo mismo ocurre con la negación de permisos municipales, por otras razones de “protección” al medio ambiente, que expropian por la vía burocrática dejando sin valor las propiedades.
Formular ideas que uno no paga debiera estar prohibido en una democracia.
Pedro Lizana Greve
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XI. Expropiaciones y Legisladores
José Molina A.
El Mercurio
Sábado 30 de Diciembre de 2000
Señor Director:
En carta publicada en esta misma sección el 28 de diciembre, firmada por don Pedro Lizana, se hace ver el carácter de “expropiación silenciosa” de las llamadas expropiaciones para ensanches futuros de vías, las que mientras no se lleven a cabo, desvalorizan enormemente la propiedad afecta. Como ejemplo, cuando se publicó el Plano Regulador Metropolitano en noviembre de 1994, se fijó en una zona de avenida Las Condes un perfil de 48 m, con lo que quedó afecta a utilidad pública una extensa área, que pasa casi por la mitad de varios edificios que en ese momento estaban recién construidos o en construcción. Con esa medida quedaron departamentos que aún no se han podido vender desde hace ya seis años, porque al estar afectos, los bancos niegan créditos hipotecarios, y los propietarios de aquellos departamentos que ya se habían vendido, se encuentran con que su propiedad ha perdido valor, porque ya no es transable. Los legisladores debieran tomar carta en el asunto, fijando algún plazo máximo para la afectación, y si vencido el plazo prudente no se ha efectuado esa expropiación y pago, se anule el gravamen.
José Molina A.
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XII. Camino a Chicureo
Mauricio Alliende Correa
El Mercurio
Martes 2 de Enero de 2001
Señor Director:
En relación con la carta enviada a usted por don Jorge Lama Fernández y publicada por su importante diario el 22 de diciembre, me gustaría señalar lo siguiente:
El suscrito y un puñado de otras personas llegamos a estos lugares para tener una parcela de agrado en el campo, hace 13 años; fuimos los pioneros en decidirnos a dejar Santiago para vivir alejados del ruido y con la naturaleza.
Varios años después, estando ya loteada casi toda la zona, y habiendo participado también en ello, apareció un plano oficial con los trazados de las futuras vías. Entre ellas la famosa Radial Nororiente.
Esta ruta tiene entrampados a cientos de propietarios que compraron sus parcelas entre la carretera General San Martín y la 5 Norte, sin conocer dicho plano, y la dirección de obras de Colina no les permite construir sus casas, debido a que pasaría por encima de sus terrenos, sin tener ni siquiera la exactitud que corresponde.
El Ministerio de Obras Públicas, en carta reciente nos informa que esa parte del camino no se va a construir. Personeros de la Dirección de Obras dicen que no se construirá antes de 2010.
¿Entonces qué hacemos? ¿No es una gran injusticia? El Estado debe pagar la expropiación o autorizar la construcción de las casas que quieren sus propietarios.
Por esto le pido el favor al señor Lama de que sólo se limite a su avenida del Valle, salvo que él pague las expropiaciones que corresponden en la Radial.
Mauricio Alliende Correa
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