La falta de espacios lleva a que las empresas tengan que reservar con un año de anticipación. Comunas como La Pintana o San Bernardo se perfilan como alternativas.
El auge del e-commerce ha puesto una presión inédita al mercado de bodegas y, a más de dos años del inicio de la pandemia en Chile, la escalada en la demanda por almacenamiento está planteando desafíos cada vez más complejos a la cadena logística.
Actualmente, y según el último estudio de centros de bodegaje de Colliers, estas superficies distribuidas en la Región Metropolitana reportaron una vacancia de 0,19% al cierre de 2021, lo que implica una fuerte caída respecto del mismo período del año anterior (5,7%). Además, es el nivel más bajo desde que hay registros.
En lo que se refiere a precios de arriendo, el panorama es similar, pues se observa una importante alza registrada entre 2020 (0,113 UF/m2) y el año pasado (0,210 UF/m2).
Desde Colliers atribuyen este contexto a una desaceleración en el ritmo de construcción de dichos espacios vinculada a los problemas actuales que atraviesa el sector.
“Desde el año 2020, aproximadamente, la demanda por espacios de bodegas aumentó a tal punto que sobrepasó a la oferta. Es decir, no se han construido espacios al ritmo de la alta demanda existente”, explica Juan Hornauer, gerente del área de Estudios de la compañía.
A ello se suma, dice, el hecho de que, aunque si se siguen construyendo algunos nuevos espacios, estos se arriendan con contratos anticipados, lo que deja un menor margen para aquellas empresas que planean hacer uso de estos terrenos en los próximos años.
La tendencia de la reserva anticipada
“En 2021, la demanda por bodegas aumentó en un 48% de acuerdo con los requerimientos que recibimos de nuestros clientes. La escasez ha llegado a tal punto que actualmente tenemos mandatos de búsquedas que superan los 150.000 m2, siendo las empresas de retail las principales involucradas en la búsqueda de espacios”, relata por su parte José Miguel Astete, gerente del área Industrial de Colliers.
A estos se suman operadores logísticos e importadores.
Según las estimaciones de la empresa, se espera que en el primer semestre de 2022 se arrienden todos los espacios de bodegas que estarán listos recién a principios de 2023. Por lo tanto, la única forma de conseguir espacios, según dicen, es haciendo reservas un año antes de que estén terminadas.
De acuerdo con el ejecutivo, los espacios más solicitados son los que tienen una superficie desde 1.000 m2 hasta 40.000 m2.
Y sostiene que, por un lado, una alternativa es “pensar en el reciclaje de bodegas/propiedades” y otra es “considerar instalarse en zonas que aún no están tan consolidadas, pero que cuentan como buena exposición a carreteras”.
Desarrollo de la zona sur-poniente
La baja disponibilidad de terrenos, que no da abasto frente a la explosiva demanda de metros cuadrados, ha abierto la posibilidad de desarrollo de nuevos espacios, según cuentan expertos. Esto no solo implica mayores oportunidades para las empresas, sino también el acceso a precios más bajos.
En Cushman & Wakefield, indican que desde hace meses observan con preocupación por “el pausado desarrollo de nuevos espacios especulativos por parte de los principales operadores de bodegas”.
Según indica Rosario Meneses, líder en Investigación de Mercados de C&W, ello ha motivado, entre otras cosas, la expansión a sectores con potencial para futuras ubicaciones.
En este sentido, la ejecutiva comenta que entre estos “lugares alternativos” podrían figurar las comunas de La Pintana, Peñaflor, el norte de Lampa o en torno a la Ruta 78.
Lo anterior, debido a que “algunos operadores sugieren que desarrollar nuevos centros en sectores menos consolidados podría generar opciones con precios más asequibles en un corto plazo”.
El submercado de bodegas en la zona sur de la capital, cuenta con una superficie total construida de 583.685 m2, que corresponde a un 12% del inventario total de la Región Metropolitana, explica.
En este sentido, agrega que, de acuerdo con los datos que manejan, “La Pintana está despertando un paulatino interés en desarrolladores e inversionistas, debido a la disponibilidad de terrenos industriales a precios muy convenientes y bien conectados”.
Por tal razón, proyectan que ingresarán a ese mercado casi 300.000 metros cuadrados en centros logísticos entre los años 2022 y 2023.
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