Ya no es necesario tener hectáreas de campo para cultivar. Hay quienes logran hacerlo incluso en una terraza. La primera edición de la Feria Huertera, que se realizó el fin de semana pasado, dejó en evidencia que esta tendencia va al alza.

Fuente: Feria Huertera destaca la nueva tendencia de cultivar

El fin de semana pasado tuvo lugar la primera edición de la Feria Huertera (@laferiahuertera), un encuentro que, tal como dice su nombre, reunió en el Vivero Lahuán a miles de huerteros –profesionales, aspirantes o entusiastas– y a personas interesadas en la sustentabilidad.

“Superó con creces nuestras expectativas”, dice Michelle de Rurange, de Chile Huerta (@chilehuerta), una de las organizadoras del evento, junto al equipo de Chicureo Sustentable, del vivero, Wini Walbaum (profesora de huertos y Youtuber) y los fundadores de Bioinsumos Chakrana.

Y es que las más de dos mil personas que llegaron solo el domingo a disfrutar de este encuentro en Calera de Tango son una muestra del gran interés que ha surgido en los últimos años por aprender a cultivar alimentos y meter las manos al barro.

Pequeños huertos en terrazas, que sirven para surtir de hierbas a sus dueños, hasta campos dedicados a la cosecha, se han multiplicado.

“Tal vez va a ser muy de cerca, pero nos siguen llegando mensajes de la gente que participó y los que fueron a visitar, compartiendo esta misma sensación. Nos dicen: ‘Este es el mundo en el que queremos vivir’. La Feria sirvió para que todos estuvieran viviendo esta alegría en torno a la naturaleza de una manera muy mágica”, cuenta Michelle.

Antonia Cafati, más conocida como @brotesyraices en Instagram, se ha convertido en un referente para quienes buscan tener un huerto en espacios más pequeños. Vive en un departamento en un primer piso y en el patio/terraza que tiene ha logrado cultivar desde albahaca hasta berenjenas. “Todo lo que eran antes plantas ornamentales, hoy son plantas comestibles”, cuenta Antonia.

“Es un lugar pequeño, por eso tengo en general cosas que se dan fácil y que no ocupan mucho espacio. Me encanta poder ver el paso de las estaciones a través de las plantas; me encanta ser parte de un proceso totalmente redondo y completo, que es ver el camino que hay desde una semilla hasta mi mesa; me encanta que mis hijos puedan entender de dónde viene lo que comemos”.

Aunque, como cuenta Antonia, el ahorro es mínimo con un huerto tan pequeño, sí es posible disminuir las compras de verduras y, sobre todo, comer más fresco que nunca. “Si viviera en una casa con patio y tuviera un huerto pensado para eso, no solo ahorraría, sino que podría tener mi huerta como base de alimentación y comprar algunas cosas solo para complementar”.

Patricio Polanco es hijo de agricultores, “de la cuarta generación que está en esta vía regenerativa”, dice. Cuando hace un par de años cambió el hogar de sus papás en Paine por una casa compartida con un amigo en La Reina, decidió seguir practicando lo que ya sabía hacer: cultivar sus propios alimentos.

“Empecé a extrañar los vegetales frescos, recién cosechados, y comencé a cultivar en casa. Principalmente para cubrir una necesidad propia. De a poco vi el interés que despertó entre los amigos que me visitaban”, cuenta.

Fue entonces cuando decidió seguir el camino familiar y creó Huerto Pro (@huertopro.cl), el emprendimiento con el que cultiva vegetales orgánicos y con el que también ha creado varios proyectos para acercar los huertos a las personas. Uno de ellos es el que está armando en el Mall Sport.

“Siempre he querido juntar el deporte y la alimentación saludable y es por eso que hoy estamos trabajando en este espacio llamado Eco Green Park, que va a entregarles a los chicos no solo la posibilidad de practicar un deporte de tabla, sino también aprender de la agricultura urbana, reciclaje y por supuesto de economía circular”, cuenta.

Además, acaba de armar un huerto urbano afuera del restorán La Popular, en Providencia, en un espacio que antes estaba en desuso. Aparte de apreciar cómo crecen los vegetales, las personas pueden comprar y llevar sus desechos orgánicos.

“La gente ha ido impactándose al ver cómo ha ido cambiando este lugar después de permanecer tantos años como un pedazo de suelo erosionado. Cómo de la noche a la mañana empezó a convertirse en un bancal con acelgas de colores, albahaca morada y diferentes tipos de hojas”, dice Patricio.

“Espero en algún momento estar en cada comuna con un punto Huerto Pro, para acercar a la gente a esta calidad de vegetales, hacer economía circular en comunidad y potenciar la agricultura urbana con las nuevas generaciones”.

La influencia positiva en RRSS

Para Antonia Cafati, que tiene 48 mil seguidores en Instagram, exhibir su huerto en esta red social y luego hacer recetas con sus frutos es también una manera de mostrar que es posible.

“Me motiva a seguir compartiendo sobre mi huerta y sobre alimentación. Para partir con un huerto no es necesario ni mucho espacio ni mucha plata ni mucho tiempo. Con un par de macetas ya se puede vivir y entender en parte la experiencia de cultivar y cosechar tu propio alimento”, cuenta.

Michelle de Rurange, de Chile Huerta, partió hace siete años compartiendo su vida en el campo en busca de sustentabilidad, junto a su marido Tomás Lasnibat, en redes sociales. Hoy tienen una de las cuentas chilenas más importantes.

“Ha sido una tremenda sorpresa y gratitud con lo que ha ido pasando. Hoy ya llegamos a los 270 mil seguidores, pero más que seguidores para nosotros es una comunidad hermosa. Y es entender que hay cientos de miles personas que están interesadas en este tema”, dice.