La casa de estudios, que investiga el efecto de la inoculación elaborada por Janssen, reclutará a personas en Colina, San Miguel y San Bernardo. Quienes den su consentimiento para el ensayo clínico podrán recibir de forma aleatoria la vacuna o el placebo.
La universidad encabezará un seguimiento de dos años de los chilenos que participen del estudio para indagar el efecto de la inoculación.
Fuente: U. de Chile convocará a voluntarios para probar vacuna contra el Covid-19 en dos semanas más
La Facultad de Medicina de la Universidad de Chile comenzará a reclutar voluntarios en dos semanas más para probar la vacuna que elaboró la farmacéutica Janssen, perteneciente a la multinacional estadounidense Johnson & Johnson, que seleccionó Chile como uno de los países para realizar sus ensayos clínicos.
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El alcalde @mario_olavarria entrega algunos detalles sobre la prueba de una vacuna contra el #COVID19 con 300 voluntarios de la comuna, que realizará la Facultad de Medicina de @uchile y los laboratorios Janssen de @JNJNews.@CorpColinaSalud @ministeriosalud pic.twitter.com/Qs54fWNPjz— Municipalidad Colina (@MuniColina) September 6, 2020
Para conformar el grupo, se trabajará de forma coordinada con los Cesfam Colina y Esmeralda, ubicados en la comuna de Colina, el Hospital Exequiel González Cortés -en el que esperan convocar a funcionarios de la salud- y el Cesfam Joan Alsina, de San Bernardo.
El académico de la U. de Chile, Miguel O’Ryan, destacó que en ese último centro de salud “pretendemos invitar, además del personal de salud, a voluntarios de una empresa productora de alimentos que está en la zona y tiene más de 4.000 trabajadores”.
Seguimiento por dos años
La casa de estudios espera inscribir a 300 voluntarios en Colina; 300 en el hospital de San Miguel y otros 400 en San Bernardo. Quienes participen deben ser mayores de 18 años y comprometerse participar del proyecto por dos años, periodo en que se realizará un seguimiento de la posible duración de la inmunidad y de los efectos de la inoculación en los pacientes, pues estarán expuestos al virus.
“El objetivo es evaluar en forma rigurosa cuántos voluntarios se infectan entre los que recibieron la vacuna y los que reciben el placebo. Si rápidamente se detecta que se produce una diferencia significativa, por ejemplo, que la vacuna tiene una eficacia de un 70 por ciento u 80 por ciento, podría ser que eso baste para avanzar, en los meses que se requiera para demostrar este nivel de eficacia, hacia un proceso de licenciamiento para su uso de emergencia en período pandémico”, explicó O’Ryan.
Después de recibir toda la información pertinente del estudio y de firmar el respectivo consentimiento, los participantes podrán recibir una vacuna o un placebo en forma aleatoria, es decir, ni el voluntario ni el equipo de salud sabe quién recibe el nuevo producto o la sustancia inocua.
En los siguientes dos años a la inyección, el equipo de la universidad estará en contacto permanente con cada voluntario para determinar si desarrollan la enfermedad después de la inoculación. También se les tomarán muestras de sangre para ver el efecto del proceso en su respuesta inmune.
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