“Me voy con la tranquilidad de que le dejé a Chile un gran central para la Selección“. Así se despidió Hugo Tocalli cuando renunció a la banca de Colo Colo en abril de 2010. Se refería a Sebastián Toro, un joven defensa de 20 años que había debutado un año antes.

Sebastián Toro fue pilar del equipo campeón del Clausura 2009 y luego siguió con buenas actuaciones en 2010. Con 20 años ya había debutado en la selección adulta y la prensa especializada lo distinguía como el mejor jugador joven del fútbol chileno.

Sin embargo, algo pasó en el camino.

“Hasta el momento en que debuté en la Selección, yo venía muy bien. Muy mentalizado en mi carrera. Había sido campeón y estaba siendo titular. En 2011, durante una gira con la Selección en EE. UU., mi agente había arreglado mi traspaso a Europa”, recuerda el futbolista.

“Eran dos opciones. Una en España y otra en la liga italiana con el Parma. Estaba todo arreglado, a mí ya me habían dicho que me iba. Pero al volver a Chile, no me fui… y yo no me lo tomé bien.”

La concesionaria Blanco y Negro frenó el traspaso, por considerar que el monto ofrecido era muy bajo. Días después, la venta del pase del promisorio central se cayó definitivamente.

Luego de ese episodio, Toro fue castigado por indisciplina. Frustrado por no poder irse a Europa, se declaró en rebeldía y comenzó a tener problemas de comportamiento que fueron mermando sus opciones deportivas. “Me pasaron la cuenta, sin duda. Tal vez porque yo era joven, no lo sé. Yo reconozco que salía [en las noches], pero siempre lo hice en mis tiempos libres […]. También mi nivel bajó porque hice una mala pretemporada y porque de 2011 en adelante el equipo comenzó una muy mala racha”, recuerda Toro sobre la época en la que su espectacular proyección comenzó a decaer.

En 2012, ya sin cabida en el primer equipo albo, partió a préstamo a Deportes Iquique, donde cuajó buenas actuaciones. Tuvo un regreso a Colo Colo en 2013 caracterizado por su irregularidad, a lo cual se sumó a una grave lesión que lo dejó varios meses afuera. La promesa del gran central para la Selección Chilena comenzaba a diluirse.

Volvió a las canchas, pero sin el nivel suficiente. Dejó Colo Colo y comenzó un periplo que lo llevó a distintos clubes sin mayor suerte. Deportes Iquique nuevamente, Ñublense, Junior de Barranquilla, Palestino y en 2018, tras algunos meses sin encontrar club, un paso por el exótico fútbol de Albania. Todo eso, para llegar al club que hoy defiende: Deportes Colina, de la Segunda División profesional.

“Decidí firmar por Colina, porque al volver a Chile mi pase estaba retenido por los albaneses. Entonces no pude firmar a tiempo por ningún club de primera”, explica.

“Para no estar parado, el ‘Kalule’ (Rodrigo Meléndez, actual DT de Colina) me invitó a entrenar con ellos. Tras unas semanas compartiendo con el grupo, decidí firmar porque conozco desde hace años al ‘Kalule’ y sé que cuando él está presente el enfoque es bueno”, cuenta Toro sobre el proyecto de Colina en la tercera categoría del fútbol chileno, al cual también se sumó su excompañero Gonzalo Fierro.

“Mi vida acá en Colina me gusta. Además, he comenzado con mi emprendimiento de empresa constructora. Estamos haciendo varios proyectos en Colina, Lampa y sectores cercanos”, narra sobre el radical cambio en su vida.

“La gente piensa que soy una promesa fallida… y la verdad es que yo también quería otra cosa para mi carrera. Pero igual estoy feliz por lo que he logrado”, reflexiona.

“Ahora que soy más grande, me gustaría ayudar con mi experiencia a los más chicos”, dice. “Hacerles saber que uno tiene jefes y que independientemente de que ellos se equivoquen, uno tiene que respetarlos. Eso a mí me jugó en contra y me llevó años aprenderlo”.