Más de 1700 hectáreas se quemaron en las primeras 10 horas del incendio que consume parte de Ercilla, en la región de la Araucanía. Esto quiere decir que cada hora 170 hectáreas sucumben ante el fuego, lo que puede traducirse en  seis canchas de fútbol por minuto.

Con esta ferocidad avanzan las llamas, y si bien no existe un peligro latente hacia los sectores poblados, dos galpones resultaron destruidos y un voluntario de Bomberos se mantiene con un 85% del cuerpo quemado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Regional de Temuco.

El siniestro se propagó rápidamente por la localidad de Collico debido a la intensidad de las llamas y el cambio en la dirección del traicionero viento. Un total de 10 brigadas, tres helicópteros, un avión AT y voluntarios de bomberos Victoria, Ercilla, Collipulli y Angol combaten las llaman del incendio aún activo.

A pesar de los daños, nada se compara a la suerte que corrieron los habitantes de la región del Maule y Biobío en los 914 incendios que protagonizaron la peor tragedia forestal de la historia de Chile. Un total de 482.554 hectáreas fueron quemadas sólo en el mes de enero de 2017.

A un año del desastre, el balance es categórico: se ha reconstruido la mitad de las viviendas y la superficie quemada en enero del 2018 es 63 veces menor: sólo 7.632 hectáreas consumidas.

Las medidas adoptadas por la Corporación Nacional Forestal (Conaf) calaron hondo en el resultado comparativo. Para Rolando Pardo, jefe Nacional de Prevención de Incendios Forestales de la Conaf, darle una causa específica a la notable baja de incendios es apresurado, sin embargo se aventura a enumerar tres grandes factores que tienen que ver en este cambio.

“Las condiciones meteorológicas no han sido tan drásticas como hace un año, además el Estado ha implementado más recursos para enfrentar los focos desde los primeros minutos, así hemos aumentado la capacidad de detección para poder contener los incendios”, dice la autoridad.

El tercer factor corresponde a un fenómeno social relacionado con la experiencia, y se traduce en que “la gente ha generado una mayor consciencia tomando medidas mitigatorias, como separar la vegetación de las cercanía de sus casas”, indicó.

En cuanto al proceso de reconstrucción, se ha completado un 76% de alcantarillado, agua potable e implementación de espacios públicos. Las viviendas definitivas llevan un 54% de avance y a más de un año se la tragedia la medida se ha parchado con 1600 hogares transitorios.

La restauración ecológica comenzará en los próximos meses y se inyectarán 48 mil millones para dicha causa.

¿Quién tiene la culpa?

En cuanto a la intencionalidad del incendio Pardo es rotundo diciendo que el 99,7% de los incendios son provocados por el hombre, ya sea por descuidos, negligencias con el entorno o de manera delictual. El ínfimo 0.03% corresponde a rayos que, en las tormentas, caen en predíos secos y pueden provocar fuego, pero esta situación no es la que afecta la región de La Araucanía ni la que afectó el año pasado al país.

Asegura además que hay un equipo de la Conaf trabajando para ayudar a estimar las causa de los incendios en Ercilla, sin embargo es algo que le corresponde de lleno al Ministerio Público.

Ahora

En Batuco, comunidad de Lampa se registró la tarde de ayer un incendio de 25 a 30 hectáreas que obligó a la comunidad mantenerse en Alerta Roja. La medida permitirá que se movilicen todos los recursos pertinentes para poner fin lo antes posible al siniestro.

Desde la Conaf esperan resultados positivos gracias a la medida, según sus proyecciones.