Fuente: Los contratos cruzados de Sabat y Olavarría – The Clinic Online
Coincidencia o no, favor o recomendación, el asunto es que el mismo día, el primero de agosto de 2012, fueron contratados en ambos municipios familiares cercanos del otro alcalde. Me explico: En Ñuñoa, Sabat contrató al primo de Mario Olavarría; y en Colina, Olavarría hizo lo suyo con la pareja de Sabat, Solange Medina.
No se trata de ser “conspiranoicos” – la situación es legal-, pero siembra un manto de duda sobre cómo los municipios, con el objeto de evitar un evidente nepotismo, terminan contratando a familiares y/o parejas de alcaldes de otras comunas. Para colmo, el mismo día.
El abogado Javier Olavarría, primo hermano del alcalde de Colina, fue contratado en Ñuñoa para realizar estudios de contratos de “arrendamiento, servicios y tecnología” y “registro de base actualizada de propiedades, situación predial y registros estadísticos” por la suma de 1.222.222 pesos mensuales. Solange Medina, pareja que acompañó al exedil de Ñuñoa en los tribunales de justicia, dejó su trabajo como ejecutiva bancaria y comenzó a trabajar en Colina por una renta bruta de 2.321.260 mensuales contando, según el portal de transparencia, sólo con cuarto medio. Todavía trabaja en el municipio ubicado al norte de Santiago como jefa de comunicaciones.
Pedro Sabat, consultado por The Clinic, asegura que todo fue producto de una vulgar coincidencia. El exalcalde de Ñuñoa cuenta que en una fiesta de cumpleaños del alcalde Olavarría, conoció al primo abogado del edil, quien le comentó que trabajaba como independiente y que buscaba trabajar como asalariado. “Yo justo andaba buscando un abogado”, dice.
En la misma celebración, asegura, Olavarría le preguntó a la pareja de Sabat qué hacía y esta le respondió que trabajaba en el BCI de Colina atendiendo cuentas de empresas. “El alcalde le dijo que necesitaba a alguien que se manejara con las empresas para conseguir donaciones y le hizo una buena oferta. Ella aceptó”, recuerda.
Cabe consignar que Sabat y Olavarría fueron formalizados por el Ministerio Público, en el marco del denominado “caso basura”, por supuestas irregularidades en el proceso de licitación adjudicado por la empresa KDM. El exalcalde de Ñuñoa y el actual edil de Colina son acusados por la fiscalía por delitos de asociación ilícita, cohecho, malversación de caudales públicos, fraude al fisco y lavado de dinero.
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