El año 2016, el Tren del Recuerdo cruzando el puente sobre el estero Tiltil en Polpaico. Foto por Kiko Benítez.

Fuente: Trenes interurbanos: la deuda pendiente para Santiago – PULSO

El plan trienal 2014-2016 de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) contemplaba una inversión de US$1.111 millones para reimpulsar el que es considerado el modo de transporte más importante en Chile tras las carreteras. Con la entrada del servicio Rancagua Express, el futuro se avizoraba promisorio, pero debido a trámites gubernamentales y regulaciones medioambientales, el sistema aún no logra despegar.

Para los expertos, ferrocarriles es el punto más débil de la infraestructura chilena en comparación con los países desarrollados. Y es que si bien los proyectos –como el tren que une Santiago con Melipilla y Batuco– que desarrolla EFE es un importante paso para suplir la demanda, existe una deuda pendiente de más de 50 años. “Ferrocarriles es el peor ámbito en materia de infraestructura -si lo desglosamos por sectores- respecto al conjunto de países con los que nos comparamos. Hoy ocupamos el lugar número 80 y hemos venido cayendo persistentemente en materia de competitividad”, asegura Carlos Piaggio, gerente de Infraestructura de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).

El presidente de EFE, Germán Correa, asegura que el problema tiene que ver con que en el pasado se privilegiaron otros modos, dejando de lado el transporte de carga y pasajeros por vía férrea, lo que debilitó al sistema. “Aquí no se ha invertido de manera significativa en EFE durante los últimos cincuenta o más años, entonces no es un tema de un solo gobierno. El país ha descuidado el modo ferroviario, de alguna manera hicimos noción hace varias décadas de desarrollar más el modo camión y después vino la política de carreteras concesionadas”, dijo Correa.

Y es que para los expertos la revitalización de este mecanismo de transporte vendría a mejorar la movilidad de las ciudades. “Son alternativas muy válidas porque permiten sacar vehículos de la calle y con eso lo que estamos haciendo es mejorar los tiempos de viaje, reducir la contaminación atmosférica, el ruido y los accidentes”, dice Luis Ignacio Rizzi, ingeniero en Transporte y Logística de la UC.

Para Rodrigo Troncoso, investigador de Libertad y Desarrollo (L&D), uno de los aspectos fundamentales para mejorar la movilidad en las ciudades es eliminar las barreras que impiden el desarrollo de estos modos de transporte: “No hay que resistirse al crecimiento de la ciudad de forma artificial, sino más bien ir acompañándolo con buena infraestructura”, manifiesta.

Así, desde la CChC explican que los problemas institucionales de Chile fueron los que afectaron fuertemente la infraestructura del ferrocarril, lo que hizo perder años al sistema. “No hubo una política clara en términos de potenciar este modo de transporte dentro de los otros que existen, además tenemos claro que esto es algo que requiere de inversiones altas, cuantiosas. Pero hoy la Ley de Ferrocarriles permite, por ejemplo, utilizar la colaboración público-privada para el desarrollo de servicios e infraestructura, y eso es una oportunidad importante”, destaca Carlos Piaggio.

En ese sentido, desde la empresa de ingeniería DRS -que participó en la remodelación de la Estación Talca tras los daños sufridos en el terremoto de 2010- afirman que el desafío tiene que ver con la voluntad política, social y comunitaria. “Por su extensión y otros aspectos, no siempre concitan el interés nacional, y por ende, son pasados a un segundo orden de prelación por las autoridades”, dice Roberto Briceño, gerente de ingeniería DRS.

En términos de inversiones, desde EFE aseguran que a pesar de que ha habido retrasos, sobre todo por tramitaciones administrativas y estudios medioambientales, la totalidad de los proyectos comprometidos están en desarrollo. “El proyecto de Alameda-Rancagua está en pleno desarrollo, tenemos financiado todos los pasos a nivel, los diez que tenían que construirse desde Santiago hasta Rancagua. Además, hay proyectos licitados y adjudicados, y otros están en una fase un poquito más atrás, pero están todos los proyectos, que son como US$115 o US$120 millones, que ya los tenemos con el bono que colocamos en enero pasado”, explicó Correa.