Primero fue Alitalia. Le siguió British Airways y ahora se suma Qatar Airways. Luego de meses de especulaciones, la aerolínea catarí anunció el lunes oficialmente que iniciará vuelos a Santiago como parte de ocho nuevos destinos que serán inaugurados entre 2017 y 2018, consolidando así la llegada de grandes operadores aéreos a ese país en los últimos años.
Hace ocho meses el CEO de la compañía, Akbar Al Baker, había adelantado las intenciones de incluir a Chile en su red de destinos. Pero la información nunca fue oficializada y se enmarcó en el contexto de la rivalidad que existe con Emirates Airlines de contar con la ruta aérea más extensa del mundo y la fuerte disputa que libran las aerolíneas del Golfo Pérsico con sus competidoras estadounidenses.
Un vuelo entre Doha y Santiago tomaría 18 horas para cubrir los 14.413 kilómetros que separan ambas capitales, constituyéndose en el enlace aéreo más largo del mundo. Y aunque técnicamente es posible, la aerolínea estaría decantándose por operarlo con una escala en Río de Janeiro, otro de los destinos anunciados (además de Dublín, Canberra, Las Vegas, Río de Janeiro, Medan, Tabuk y Yanbu).
Los ejecutivos cataríes se mostraron interesados por la ruta atraídos por el crecimiento de dos dígitos que muestra el tráfico aéreo hacia y desde Chile —muy superior al de EE.UU. y la mayoría de los países europeos— y el hecho de que tanto Qatar Airways como Latam, empresa que aportará US$ 613 millones para quedarse con el 10% de la propiedad, son miembros de la alianza Oneworld.
Ello permite abrir una ruta de hub a hub, con posibilidades de ofrecer amplias conexiones en ambos extremos, más allá del tráfico punto a punto. En 2015, entre Chile y países del Medio Oriente viajaron 137.000 pasajeros, con crecimiento cercano al 10% anual.
El nuevo vuelo —que comenzaría a fines de 2017— no solo potenciaría a Santiago como un centro de conexiones en la región, canalizando pasajeros de países vecinos para alimentar la ruta. También le significaría una competencia a Latam, único operador en la ruta Santiago-Río de Janeiro. Y, por último, un desafío a las transportadoras europeas que conectan a Chile con Asia a través de sus capitales.
«Aumentará la oferta, el número de asientos y las frecuencias y, por el modelo de negocios que tiene Qatar, seguramente tendrá un impacto fuerte en las tarifas, principalmente en los vuelos a Asia. Ahí veremos una disputa con Air France-KLM, Alitalia y British Airways», adelanta el analista de aviación Ricardo Delpiano.
Terminales de la región
Según cifras de la Junta de Aeronáutica Civil (JAC), en comparación a otros terminales aéreos de la región, las llegadas y salidas de pasajeros en rutas internacionales, el año pasado, totalizaron 8,2 millones, superando por escaso margen al aeropuerto de Lima. Sin embargo, ambas fueron aventajadas por el movimiento de pasajeros de más de 11 millones que registró El Dorado de Bogotá en igual período. Con la entrada de Qatar Airways, serán 23 las compañías que volarán hacia y desde Chile —Air Europa también anunció que espera retornar al país el próximo año—, una menos que en la capital peruana. En la capital colombiana aterrizan 28 aerolíneas de pasajeros.
Mientras en Perú y Colombia predominan las empresas aeronáuticas con rutas de corto y mediano alcance, en Chile hay una mayor proporción de las que realizan trayectos más extensos. El gerente general de la concesionaria del aeropuerto de Santiago, Nicolas Claude, afirma que cuando el nuevo terminal internacional esté operativo a fines de 2020, el aeropuerto tendrá una capacidad para 30 millones de pasajeros y podrá competir mejor con Lima y Bogotá.
(El Mercurio / GDA)
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