R. Olivares y N. Cabello
El mismo día que la Municipalidad de Recoleta inauguró su farmacia popular, la primera del país, varios alcaldes anunciaron que imitarían la iniciativa en sus comunas para que sus vecinos pudieran acceder a medicamentos a precios más bajos.
Eso ocurrió el 15 de octubre pasado y desde entonces, según estimaciones del Ministerio de Salud, autoridades de cerca de 150 municipios han manifestado su interés por contar con una.
Sin embargo, el director del Instituto de Salud Pública (ISP), Álex Figueroa, cuenta que en la Región Metropolitana solo 17 municipios han llegado a ese organismo para pedir información sobre qué tramites tienen que hacer para lograr la autorización y comenzar a tramitarla. Claro que, de ellos, apenas seis están actualmente en proceso.
“Una vez que conversan con el ISP, se dan cuenta de que es necesario cumplir con una serie de requisitos técnicos en los que somos muy rigurosos, para resguardar la salud de la población. Entonces, hoy la variable tiempo no depende del ISP, sino de los municipios”, explica Figueroa.
En la Asociación de Municipalidades de Chile (Amuch, que reúne a alcaldes de oposición de 65 comunas) creen que quienes anunciaron inmediatamente que tendrían una farmacia municipal, que fueron alcaldes de todos los partidos, actuaron de manera precipitada.
El presidente de esa agrupación y edil de Colina, Mario Olavarría, dice que ellos han estudiado el tema, han hecho seminarios, se han reunido con expertos, y que una de las principales conclusiones es que “hay varios aspectos legales que aún no están claros y se deben seguir analizando”.
De hecho, ayer representantes de la Amuch se reunieron con la ministra de Salud, Carmen Castillo, y con el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, para plantearles que los ediles de oposición están de acuerdo con crear farmacias comunales, pero que hay dudas que se deben resolver.
“Por ejemplo, hay que saber qué responsabilidad va a asumir el ministerio en todo esto o qué institución va a estar velando por las farmacias comunales”, planteó Olavarría.
Desde la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM), el presidente de la comisión de Salud y edil de La Granja, Felipe Delpín, también reconoce que “desarrollar farmacias populares no era ni tan fácil ni tan rápido. Al principio, a todos nos generó interés y, por supuesto, todos queríamos tener una en la comuna, pero los alcaldes hemos decidido tomarnos el tema con calma y analizar las cosas con tiempo”.
De todas maneras, Figueroa dijo que a partir de enero podría aumentar la cantidad de municipios tramitando sus permisos.
Plazos: Recoleta demoró un año y ocho meses en dar forma y concretar su farmacia popular.
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