Los cambios del tiempo están afectando también el ciclo de las enfermedades estacionales. Así es como la prolongación de las lluvias y la esperada llegada de las altas temperaturas estables ha generado que el peak de las reacciones alérgicas se esté produciendo recién la semana del 23 al 29 de noviembre, cuando lo habitual era septiembre y octubre.
Aunque al inicio de la primavera se habían registrado días de calor, éstos no alcanzaban a durar más de dos jornadas, para luego retornar los fríos o lluvias. Ello provocó un aumento en el brote de los frutos y pastos al tener mayor agua y exposición al sol, produciendo a la larga más alérgenos.
Las alergias son respuestas exageradas del sistema inmunológico que se altera al estar en contacto con algunas sustancias como el polen, pastos o malezas. Estos días altos en alérgenos afectarán a todas aquellas personas que tengan un grado de alergia, incluso a quienes se les haya manifestado casi de manera imperceptible.
Esto sucede porque, previo a esta semana, las personas ya se han expuesto a pequeñas cantidades de alérgenos, lo que provoca que una tercera o cuarta exposición haga que el organismo reaccione de manera más agresiva al intentar defenderse.
La recomendación es no exponerse al riesgo. Si se es alérgico al pasto, evite asistir a los parques, lo mismo si la alergia es a ciertos árboles. Es preferible salir a estos lugares en horas de la mañana, ya que en las tardes aumenta el flujo de alérgenos gracias a la mezcla del viento y el calor.
Algunos tips para reducir los efectos de la alergia son usar mascarillas o taparse las vías respiratorias con una bufanda, o bañarse luego de un paseo. Si el problema se agudiza, asistir de manera inmediata al médico para comenzar a consumir antihistamínicos.
¿Cuándo terminará esto? Cuando hayan salido frutos en los árboles, es decir, hasta que se supere la etapa de floración. Así, los días intensos de alergia deberían ir disminuyendo a partir de la segunda semana de diciembre. Solo queda esperar.
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