Por: Sebastián Piñera
Source: Infraestructura para un Chile desarrollado – Revista Capital
El gran desafío del Chile de hoy es alcanzar el desarrollo, derrotar la pobreza y construir un Chile con más libertad, justicia, seguridad y progreso para todos los chilenos.
Para alcanzar estas metas es necesario avances sustanciales en muchos campos, entre los cuales destaca construir una infraestructura para un Chile desarrollado.
Sin duda, en los últimos 25 años hemos logrado grandes avances. De hecho, de acuerdo al “Global Competitiveness Report 2014-2015 del World Economic Forum, Chile lidera el ranking de infraestructura a nivel de América Latina y se ubica en el primer tercio a nivel mundial.
Sin embargo, los desafíos futuros en materia de Infraestructura son formidables. Estimaciones realizadas por el Consejo de Políticas de Infraestructura y por la Cámara Chilena de la Construcción indican que Chile deberá invertir anualmente entre 3,5 y 4,5% del PIB para adecuar su infraestructura a los desafíos del desarrollo, cifra que supera largamente el 2,5% actual.
Este enorme desafío exige un nuevo marco institucional, nuevas formas de financiamiento, incluyendo la creación del Fondo de Infraestructura propuesto por el Consejo de Políticas de Infraestructura, una mayor participación de inversionistas institucionales como los Fondos de Pensiones, nuevas alianzas público-privadas y un mejor proceso de planificación estratégica, que permita una mirada de largo plazo, un banco de proyectos y mejores sistemas de evaluación de la rentabilidad social y privada de las iniciativas de inversión en infraestructura.
También es urgente y necesario fortalecer y ampliar el mecanismo de concesiones, incorporando no sólo áreas tradicionales como carreteras, puertos, aeropuertos, embalses, sino también, hacerlo extensivo a otras áreas como el ferrocarril, terminales de buses, trenes suburbanos, transporte urbano, hospitales, edificios educacionales, parques y áreas verdes, consultorios y centros de salud primaria.
Hoy necesitamos reimpulsar y fortalecer el Sistema de Concesiones. Durante nuestro gobierno nos tocó asumir el gigantesco desafío de reconstruir la infraestructura destruida por el devastador terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010, que en pocos minutos destruyó patrimonio por un valor cercano a los US$ 30 mil millones. Adicionalmente al esfuerzo de reconstrucción, impulsamos importantes obras de infraestructura como el puente sobre el canal de Chacao, la Carretera Austral, el tren Santiago-Rancagua y Santiago-Melipilla, el Biotren a Coronel y las líneas 3 y 6 del metro.
En materia de concesiones, se destinaron US$ 6.100 millones de inversión en obras concesionadas, más del doble que en el período 2006-2009, incluyendo obras prioritarias como la autopista Costanera Central, Américo Vespucio Oriente, el nuevo Aeropuerto de Santiago, la autopista Nahuelbuta, los hospitales Félix Bulnes, Salvador, Sótero del Río y Red Quinta y el paso Los Libertadores.
Pero tenemos que hacer mucho más. Porque el salto en infraestructura para el desarrollo nos permitirá mejorar la competitividad de la economía chilena, fortalecer nuestra integración al mundo y, en definitiva, mejorar la calidad de vida de todos los chilenos. Y en esta tarea, como en todos los grandes desafíos que hemos enfrentado en el pasado, se requiere una alianza público-privada que incorpore el liderazgo del sector público y la colaboración del sector privado. •••
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