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José Joaquín Suzuki V.  noticia del miércoles 19 de agosto de 2015

“Llevo como ocho años en el rubro y nunca había pasado algo así”. Así lo planteó ayer Eduardo Elizondo, uno de los veinte trabajadores de la planta de revisión técnica de la empresa San Dámaso, ubicada en la caletera de la Panamericana Norte.

A lo que se refiere fue al asalto que sufrió el abogado experto en derecho privado Omar Collarte Chousal (28), la mañana de ayer, cuando dos sujetos se llevaron su auto Toyota Rav 4, el que sustrajeron luego de forcejear con él y de dispararle en el muslo izquierdo.

Eran cerca de las 7:00 de la mañana cuando Collarte esperaba que se abriera el portón del local ubicado en Quilicura. Había llegado temprano para renovar su revisión técnica y era la única persona en la fila.

Sin embargo, según relataron los trabajadores de la planta, en las cámaras se vio cómo una camioneta se detuvo en la caletera de la ruta y de ella bajaron dos sujetos a rostro descubierto.

Posteriormente, comenzaron a amenazar y forcejear con Collarte, quien se resistía a descender del vehículo. Fue así como decidió tocar la bocina para pedir auxilio.

Los trabajadores y un guardia nocturno que se encontraban en el lugar -quienes se estaban preparando para iniciar una nueva jornada laboral- acudieron en su ayuda, pero decidieron retroceder debido a que los delincuentes efectuaron disparos al aire.

El forcejeo siguió, y lograron finalmente quedarse con el vehículo, cuando uno de los sujetos (con un arma corta) le puso la pistola en su muslo izquierdo y le disparó.

Después de bajarlo del auto, lo dejaron tirado y partieron raudamente hacia el sur por la Ruta 5.

Los trabajadores auxiliaron a Collarte -le realizaron un torniquete para detener el sangramiento, el cual describieron como “abundante”- y llamaron inmediatamente a una ambulancia y a Carabineros de la 47ª Comisaría de Quilicura.

El joven fue derivado primero a la posta de esa comuna y luego a la Clínica Las Condes. Ingresó con una fractura de fémur y debió ingresar a pabellón. Luego de un par de horas de intervención, fue llevado a una habitación y, según se informó, se encuentra estable.

Como adentro del auto estaba su celular, esto permitió a efectivos policiales seguir su trayectoria mediante el sistema GPS. El trayecto que siguieron los delincuentes fue por la autopista Vespucio Norte, para luego seguir a Independencia y luego a Conchalí.

Sin embargo, después de un rato, el dispositivo fue apagado y se les perdió rastro. El rastreo del auto fue encomendado a la Sección Encargos y Búsqueda de Vehículos de la policía uniformada y, al cierre de esta edición, aún no había sido encontrado.

Según Carabineros, es probable que se ubique “rápidamente”, ya que en casos mediáticos como este, es usual que los delincuentes lo dejen tirado.

Un mal precedente

Después del hecho, la planta de revisión técnica siguió funcionando normalmente, atendiendo clientes. “Ha pasado que asaltan a las cajeras, pero una cosa así, tan violenta y agresiva, es inédita. Estaban dispuestos a todo”, relató Elizondo.

El mismo funcionario agregó que las condiciones donde se encuentra la planta favorecieron que se cometiera este asalto: “Es súper oscuro acá en la mañana, no se ve nada. Además, uno llega y sale directo a la carretera. Hay muy poco flujo. Es fácil que lo puedan hacer de nuevo”.

Concuerda el capitán Carlos Villarroel de la 47ª Comisaría de Quilicura: “Es muy inusual. Ojalá no marque un precedente, porque si uno lo mira estratégicamente (las plantas de revisiones técnicas), son lugares predilectos para que un delincuente sustraiga un vehículo, ya que hay colas de autos e incluso mucha gente se pone a dormir mientras esperan”.

Inaugurada
En junio pasado fue abierta esta planta, y cuenta con tecnología de punta.