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LILIAN OLIVARESEn Piedra Roja, en el mismo sector donde en octubre de 1970 se desarrolló el festival de rock que emuló al de Woodstock, en Los Dominicos, pasará hoy su primer mes de condena el sacerdote John O’Reilly.
Ahí los Legionarios de Cristo, su congregación, cuidan de él. Y lo hacen especialmente las “siervas” de Regnum Christi, mujeres dedicadas casi en un ciento por ciento a su fe, que habitan una gran residencia, frente a la que ocupa O’Reilly.
Eso en lo doméstico. Pero en lo legal el sacerdote pasó precisamente en estos días a integrar el registro de inhabilidad para condenados por delitos sexuales vinculados con menores. Se inició, además, el proceso parlamentario para conseguir que le quiten su nacionalidad dada por gracia y se reunió por primera vez con sus cuidadores.
El sacerdote O’Reilly fue condenado a cuatro años y un día de libertad vigilada, por el abuso de una menor en el Colegio Cumbres. El 11 de noviembre le notificaron la sentencia y anteayer se presentó por primera vez al Centro de Reinserción Social Oriente de Gendarmería, en Avenida Ossa con Dublé Almeyda, en la comuna de Ñuñoa.
En estricto rigor, el martes, O’Reilly entró al sistema de Gendarmería a comenzar a cumplir su condena. Esto, porque recién hace 10 días sus delegados fueron notificados por escrito de la sentencia ejecutoriada y se acaba de concretar el primer encuentro con el condenado. Ello explica que el 9 de diciembre se le haya visto en un supermercado del sector oriente, porque no está condenado a presidio, sino a “libertad vigilada”.
A este encuentro, a todos los condenados se les advierte que deben ir acompañados de una persona significativa para ellos. Él fue con su abogado, Luis Hermosilla.
En la reunión, el sacerdote conoció al jefe del Centro de Reinserción Social, Hugo Espinoza. Y, lo más importante, le presentaron a sus delegados de libertad vigilada, que van a ser dos.
Después de leerle sus derechos y deberes como condenado a una pena sustitutiva, le asignaron a dos profesionales especialistas en delitos sexuales como sus delegados. Se trata de un sicólogo y una asistente social.
Después de esta primera reunión, los profesionales van a elaborar el plan de intervención específico que le aplicarán para poder cumplir su condena. En base al primer diagnóstico hecho anteayer y a los informes policiales, O’Reilly entrará a un programa común a todos los condenados, más un plan individual de acuerdo a sus necesidades.
A partir de ahora tendrá encuentros mensuales con sus delegados, quienes tienen un plazo de 15 días para presentar al tribunal su plan de intervención y apenas sea aprobado comienza su ejecución.
Diputado Rincón lideró proyecto en su contra
Ese mismo día, pero por la tarde, la Comisión de Gobierno Interior, Nacionalidad, Ciudadanía y Regionalización, aprobó por unanimidad un proyecto de ley que revoca la nacionalidad chilena por gracia entregada al sacerdote O’Reilly. Pese a que se fusionaron dos proyectos, uno de la DC y otro del PPD, el gran artífice fue el diputado democratacristiano Ricardo Rincón (DC), hecho reconocido por los demás integrantes.
El presidente de la comisión, el PPD Ramón Farías, no asistió porque se encuentra fuera del país, pero “yo le pedí a Pepe Auth que me reemplazara”, dijo desde algún lugar del mundo que no quiso revelar.
En su ausencia, la mesa fue presidida por el diputado Sergio Ojeda (DC). El parlamentario Germán Becker (RN) coincidió en que se refundieron dos proyectos de la Nueva Mayoría. “El que lideró todo esto fue Ricardo Rincón (DC). Él no está en la comisión, pero fue ayer a defender su proyecto. Votamos todos a favor porque este es un fallo que ya está ejecutoriado y así como en un momento se le dio la nacionalidad por sus méritos, ahora ameritaba quitársela. Damos por hecho que el abuso por el que fue condenado sucedió”.
El diputado Rincón dijo satisfecho: “La primera moción la presenté yo; fue la que gatilló todo. Y obviamente, por cortesía parlamentaria, concurrí con el acuerdo (con el PPD). De hecho el único de los autores que, sin ser parte de la comisión, asistió fui yo. En definitiva, el que gatilló todo fui yo”.
-¿Por qué tanto interés?
“No se resiste que no solo un sacerdote, sino cualquier persona pretenda mantener la nacionalidad concedida por gracia, después de haber sido sentenciado por un delito que dice relación con abuso de menores. Yo fui el que instaló el tema de las irregularidades en el Sename. Con ese mismo estándar, no puedo permitir que mantenga su nacionalidad por gracia alguien con sentencia a firme ejecutoriada. Y por suerte fue unánimemente aprobada en la comisión”.
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