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“Esta es un alza que tiene que ver con contratos firmados hace más de 10 años; estamos haciendo una revisión integral que incorpora elementos de calidad de servicio, de seguridad y también este tipo de elementos que hoy no tienen mucha justificación por la certeza del funcionamiento de las autopistas hoy en Chile”.

Así de enfático fue ayer el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, para referirse a cómo enfrentará el próximo proceso de reajuste de tarifas que experimentarán Autopista Nororiente, Costanera Norte, Vespucio Sur, Autopista Central y Vespucio Norte. A partir del 1 de enero de 2015 deberán incrementar su costo por kilómetro recorrido en torno a 9,3%. A ellas se sumará el acceso al aeropuerto, que también se reajustará, pero en rangos cercanos al 7,3%.

El incremento, que según estadísticas oficiales sería la tercera de mayor envergadura de la historia, se desprende del IPC acumulado entre diciembre de 2013 y octubre pasado (5,7%) y que el mercado prevé que el índice variará en torno a 0,1% en noviembre, al cual se añaden 3,5 puntos porcentuales que son el alza anual establecida por los contratos en forma fija.

Frente a tal proyección, Undurraga planteó que “así se firmaron los contratos cuando había un contexto distinto. Eso, hoy no tiene mucho sentido económico, por lo tanto son parte de la revisión de contratos que estamos haciendo en conjunto con la incorporación del tag en las salidas de Santiago”.

Si bien Undurraga no precisó cuándo la cartera podría contar con una fórmula de cambio, sí aseguró que “de aquí al 11 de marzo esperamos tener los primeros resultados”.

En todo caso, ya existen propuestas al respecto, como la de Autopista Central, que propuso en octubre aprovechar la renegociación de contratos por las nuevas obras del enlace Quilicura, para introducir una rebaja de uno o dos puntos porcentuales del 3,5 fijo. Esto, han dicho, a cambio de una extensión del plazo de la concesión entre 18 y 24 meses.

La inédita propuesta dividió a las concesionarias. Enrique Méndez, gerente de Vespucio Norte, dijo que “estamos abiertos a escuchar cualquier propuesta que tenga el mandante (MOP), en la medida que se respeten los equilibrios financieros en que se firmó el contrato”.

En tanto que desde otro de los concesionarios se rechaza cualquier cambio. “Para que el negocio se pudiera licitar hace 10 años sin reajuste de 3,5% debería haber partido con una tarifa de $180 o $200 (por km), que era mucho más caro de lo que se cobra hoy”, afirmó un ejecutivo.

“La lógica de ese factor es distribuir el precio en forma más equitativa. Modificar el factor de 3,5% es pan para hoy y hambre para mañana, porque se va a compensar con una extensión de plazo que van a pagar las generaciones futuras”, añadió.

“Todas estas noticias de alzas que hemos conocido dan cuenta de contratos que se firmaron hace más de 10 años en un contexto distinto, cuando había dudas del éxito de las autopistas urbanas. Eso hoy día no tiene mucho sentido económico”.
ALBERTO UNDURRAGA
Ministro de Obras Públicas