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No es lo mismo administrar un condominio de casas que uno de departamentos, dicen los expertos.

Explica Aníbal Ahumada, presidente del Colegio de Gestión y Administración Inmobiliaria, que “técnicamente hablando administrar un grupo de casas es menos complejo en cuanto a los bienes de dominio común ya que, por lo general, no tienen calderas, ascensores, grupos electrógenos y otros elementos que requieren de mantención mensual e inversión en reparaciones periódicas que encarecen los gastos comunes”.

También, indica, “es menos complicado en cuanto a la convivencia, ya que al no estar pareados por los cuatro costados de la unidad se evitan los roces por ruidos molestos que alteran a los otros vecinos, como el caminar en un piso flotante con zapatos de taco alto, niños que arrastran cosas, conversaciones en los balcones, etc.”.

Pero tiene otros desafíos: “Debe haber más personal de vigilancia, y mantención de jardines y de aseo para atender un terreno mucho más extenso que el de un edificio”.

Buena convivencia

¿Cuáles son los conflictos más comunes?

“Los principales problemas están originados en el desconocimiento o derechamente en las infracciones a las reglas de los vecinos, quienes piensan que por estar en sus casas pueden hacer lo que se les antoja. También el permitir que sus hijos o mascotas salgan a los espacios comunes a jugar o deambular en cualquier sector, incluyendo los jardines de los vecinos”.

Pero los mayores problemas se originan entre los vecinos que tienen sus casas en el exterior del condominio (los de afuera, como se denominan entre ellos), quienes frecuentemente se quejan de que no reciben el mismo servicio de vigilancia, iluminación, extracción de basuras, etc. Y, sin embargo, deben pagar lo mismo que los que están dentro del condominio (los de adentro), que sí reciben efectivamente estos servicios.

Comités esenciales

Señala el presidente del CGAI que, en definitiva, la clave para una buena administración es la misma que en una administración de edificios; es decir, el administrador debe tener las competencias necesarias, como son el conocimiento de la ley y de todas las normativas que rigen a la copropiedad inmobiliaria, profesionalismo, dedicación y regirse por un código de ética, como el que tenemos en CGAI”.

Por otra parte, afirma Silvia Torres Giagnoni, gerenta de Asuntos Corporativos de Piedra Roja, el rol de los comités de administración también es fundamental.

“Cada vez más personas, buscando seguridad, optan por vivir en condominios. Muchas veces se cumple este anhelo de vivir seguros, pero ello también representa varios desafíos”.

Trabajo complejo

Silvia Torres, gerente de Asuntos Corporativos de Piedra Roja

Dice que la ejecutiva que “problemas de diversa índole afectan cada día a los propietarios entre sí, entre ellos y otra comunidad o con la municipalidad. De acuerdo a la ley de copropiedad, el órgano que representa a los vecinos y que debe enfrentar estos conflictos es el comité de administración, conformado la mayoría de las veces por propietarios que se ofrecen voluntariamente, con el ánimo de hacer un aporte de su tiempo, de sus conocimientos o de la experiencia adquirida al enfrentar complejidades propias de su vivienda”.Por eso, señala, el rol de los miembros de los comités de administración es clave, “porque se trata de un trabajo ad honorem en pro de los intereses de la comunidad, y en beneficio de quienes habitan los condominios, pero también de las mejoras de los barrios en los que se insertan las comunidades, donde muchas veces hay que dejar de lado los intereses personales en pro de los intereses comunitarios.”

Señala Silvia Torres que dominar la normativa vigente laboral, de copropiedad inmobiliaria y aspectos contables de la operación de una comunidad es parte de la responsabilidad de los comités de administración, “quienes muchas veces tienen más voluntad que una capacitación adecuada para tomar decisiones que pueden afectar la calidad de vida de los vecinos y, por tanto, hay un esfuerzo importante para llevar a cabo esta tarea que habitualmente tiene más de dulce que de agraz”.