Que Santiago crece cada vez más, es una frase que se suele escuchar repetidamente. Pero lo cierto es que nuestra capital, con una población que se estima en seis millones de habitantes, está lejos de ciudades como Tokio, capital japonesa que tiene prácticamente 37,6 millones de habitantes y que está considerada como una megaciudad. Lo que sí es correcto es que son las ciudades y no el campo donde cada vez se concentra más población en el mundo.
Así lo indica la décima edición del informe Demographia World Urban Areas, elaborado por el centro de estudios Demographia de Estados Unidos, que analiza las 922 áreas urbanas del mundo en donde viven más de 500 mil habitantes. El documento, publicado en marzo pasado, estableció que por primera vez la población que habita en ciudades (51%) superó a la que actualmente vive en zonas rurales (49%).
El informe de 2013 establecía que la población de las áreas urbanas correspondía al 49% de la población mundial. Según indica el documento, las ciudades más grandes del mundo se ubican hoy en Asia (56%) y América del Norte (14%).
Actualmente existen 29 megaciudades en el mundo. El informe incorpora en esta última medición a Londres, capital de Inglaterra. La más grande es Tokio, con 37,6 millones de habitantes, seguida de Yakarta (ver infografía).
Rodrigo Hidalgo, experto del Departamento de Geografía Humana de la U. Católica, explica que el alza en la condición urbana se debe en gran medida al rápido crecimiento de ciudades en Asia y Africa. “Se calculaba que para esta fecha, la población urbana sería más que la rural en el mundo. Y fundamentalmente Asia, que en las últimas dos décadas ha tenido un rápido crecimiento y ha transformado sus economías, lo que ha aumentado la expansión de las ciudades”, dice.
Es lo que corrobora el informe del Banco Mundial Energizing Green Cities in Southeast Asia, que indica que las ciudades en Asia sudoriental están creciendo dos veces más rápido que en el resto del mundo. A ese ritmo, señala el estudio, el 70% de la población de esa región vivirá en centros urbanos en 2030.
“Lo que determina este proceso de desarrollo acelerado de las urbes es el modelo económico que poseen los países. Las naciones asiáticas están enfocadas en una industria manufacturera, que requiere mucho capital humano y que, a su vez, necesita formarse en los centros urbanos donde están los mejores servicios”, explica Arturo Orellana, académico de Estudios Urbanos de la U. Católica.
Ciudades más grandes
Dentro de las ciudades que poseen mayor superficie urbana, Nueva York es la más importante, con una superficie de 11.600 kilómetros cuadrados. La segunda es Tokio, con 8.500 kilómetros cuadrados. Y las que tienen más cantidad de personas o densidad urbana, en gran parte son de Africa y Asia, en donde hay 18 mil habitantes por cada 7.000 kilómetros cuadrados. Daca, la capital de Bangladesh, lidera la lista, con 44.000 habitantes por kilómetro cuadrado.
La gran explosión de este crecimiento urbano conlleva desafíos, como necesidades de infraestructura, demanda energética y cómo lograr un desarrollo sostenible. “Es lo que se aprecia en el cambio climático y los efectos de la urbanización en los sistemas naturales, que tiene consecuencias que afectan a las personas”, indica Hidalgo.
En India, por ejemplo, dice el experto, el crecimiento urbano se ha manifestado con asentamientos marginales, donde la población pobre llega a las ciudades y no se instala en las mejores condiciones.
Fenómeno en Chile
En Chile, el porcentaje de población que habita en áreas urbanas es de 86,6% (13,4% en zonas rurales), según datos del Censo 2002. En el caso de Santiago, el crecimiento no se debe a la migración campo-ciudad, proceso que se vivió en 1940. Se trata más bien de una tendencia, que por un lado muestra un retorno al centro de la ciudad y, por otro, el crecimiento territorial disperso en el marco de una región urbana que ha continuado expandiéndose.
Según Hidalgo, Santiago no tiene una gran densidad urbana, aunque existen importantes procesos de densidad en algunos sectores, como la zona centro. Pese a ello, dice, no llega a ser como las megaciudades.
A su vez, en muchos otros puntos urbanos del país se está viviendo otro proceso, conocido como “ciudad difusa”, en que la ciudad se traslada a las zonas rurales, explica Orellana. “En los últimos años ha ocurrido un proceso de colonización del medio rural, porque la gente quiere vivir en un medio más natural, lejos de la ciudad, pero con los atributos de la vida urbana, es decir, con supermercado, cine, sucursal del banco, con los mismos equipamientos de la ciudad”, sostiene.
Eso transforma el espacio rural, que se vuelve una ciudad, pero menos densa, dice Orellana, “lo que tiene consecuencias en el desarrollo sustentable, ya que se usa mucho más el automóvil y mayor acceso al recurso agua”. Fenómeno que para el experto va en sostenido aumento.
“La ciudad difusa ofrece una serie de atributos para sectores de clase media y alta de la población, de vivir en zonas menos densas en el punto de vista demográfico, y va a seguir por el aumento del ingreso per cápita”, aclara Orellana.
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