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No contentos con sus ya conocidas andanzas en las caleteras de Américo Vespucio, en el sector El Salto, grupos de delincuentes han dado un paso más y ahora están ingresando a la autopista para asaltar a conductores aprovechando un taco que se arma cerca de las 19 horas. En estos casos, al igual como ha pasado en las vías laterales, un individuo rompe un cristal del auto con una piedra o una bujía mientras otro se asoma dentro del vehículo para robar carteras, celulares o lo que sea de valor que alcance a tomar.

El jueves pasado, María (26), una conductora, que venía saliendo de un funeral en el Parque del Recuerdo, tomó Vespucio Norte, rumbo al sector oriente. A poco de haber entrado a la vía, se topó con el taco y quedó inmóvil. “Estaba esperando cuando de repente vi unas sombras junto a la ventana del copiloto. Eran dos tipos que trataban de romper el vidrio y, cuando lo lograron, quisieron robarme la cartera que estaba en el suelo”, explica la joven. El bolso estaba amarrado a la palanca de cambios, así que se inició un violento forcejeo.

“La cartera finalmente se rompió y estos tipos salieron corriendo”, explica la joven que no niega el temor que ahora le produce conducir sola y pasar por ese sector.

“Me da terror, así que les avisaré a todas mis amigas para que tengan más cuidado. Ahora, la cartera tendrá que ir en la maleta”, agregó.

David P., vivió algo similar pero hace dos semanas. Según su versión, en el mismo sector dos individuos se le acercaron y comenzaron a golpear la ventana de su camioneta. Como esta tenía láminas de seguridad, los ladrones no pudieron robarle nada. “Parecían enajenados, irracionales. Golpeaban, golpeaban. Yo pensé en un momento que me iban a agarrar a patadas la camioneta”, explica.

Vecinos testigos

En el sector, los vecinos afirman que los autores de este tipo de robo son menores de edad, que lo realizan durante las 6 y 9 de la tarde, todas las semanas

Ninguno de los entrevistados da su nombre completo, solo el primero o las iniciales, nada de apellidos: temen represalias, pues los jóvenes delincuentes son sus vecinos.

Gloria, quien vive a una cuadra de la autopista, en la calle Los Cardenales, dice que constantemente le gritan “sapa”. Dice que todos los días, a las 17:30 pone una silla afuera de su casa para descansar, y así es que termina viendo los asaltos. Gloria afirma que no solo roban a conductores, también a peatones, “incluidos vecinos”.

Rosario y Helena venden flores en un puesto fijo en la plaza que está en la intersección de Recoleta con Vespucio Norte. Son testigos privilegiadas de lo que ocurre cada tarde.

“Si hay un taco largo, lo aprovechan”, dice Rosario. Indica que los ladrones se juntan en la plaza cuando comienza el taco, “hasta que viene un auto que les llama la atención y uno de los niños comienza a correr hacia él”, dice.

Pocos segundos

Luego de elegido el vehículo, los menores entran a la autopista por un acceso cerca de la calle Alfredo Rosende, en que está un paradero de bus. Después de robar, en cosa de segundos, escapan por la salida de la autopista que está a pasos de la calle Héroe José Arias.

“¿Qué les puedes decir? ¿Qué les podríamos decir nosotras?”, dice Helena. “Nada”, responde. “Si aquí tiene que haber un carabinero, un policía, pero un policía no con uniforme, un policía de civil” pide Helena.

Y no es que no exista un control policial. Durante la tarde, cada diez minutos o incluso menos aparecen patrullas policiales y de Seguridad Ciudadana, que recorren los cuatro puntos clave que relatan los vecinos: la plaza, el paradero de bus en Alfredo Rosende, y las entradas y salidas de la autopista. Pero, pese a este control, los delincuentes igual actúan.

Carmen dice que ha denunciado en reiteradas ocasiones lo que pasa a las autoridades, pero que hace unos meses dejó de hacerlo por consejo de integrantes de su familia.

Tres de estos asaltos
se han denunciado en lo que va del año en el sector. En el mismo período de 2013, se registraron 11.

 Según Carabineros, hay vigilancia que incluye a personal de civil

Según el jefe de la Prefectura Norte de Carabineros, coronel Leonardo Glade, el área en que ocurren los ilícitos cuenta con patrullajes preferentes con personal uniformado y también de civil.

Al consultársele sobre qué ocurre entonces que los delincuentes siguen operando, señala que la mayoría de los imputados vuelve una y otra vez al sector a delinquir, pese a que son detenidos reiteradamente.

“Nosotros contamos con labor focalizada, con personal de civil y uniformado para controlar a estas personas. Los detenemos una y otra vez, y lo vamos a seguir haciendo. En todo caso, las estadísticas indican que en lo que va del año, ha habido tres denuncias sobre este tipo de delito. El año pasado, en el mismo período se registraron 11”, indica Glade.

Respecto de qué pasa con quienes sufren en el sector un asalto pero denuncian en otra comuna, lo que podría alterar las cifras, el coronel explica que eso no puede pasar porque el sistema integrado de información policial asigna el ilícito al registro del cuartel policial del área donde ocurrió.

 “Importante es que los conductores circulen con pestillos cerrados, ventanas arriba. La autoprotección, la colaboración de la gente, es importante en estos casos”, agrega Glade, quien recomienda a las conductoras, en especial, circular con la cartera bajo el asiento o en el portamaletas.