Zonas de Desarrollo Urbano Condicionado de Colina: Crecimiento armónico en Chicureo | Adi.

Piedra Roja

A partir de la modificación al Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) en 1997 -que incorporó cerca de 14.000 hectáreas urbanas en la provincia de Chacabuco – surgieron las denominadas Zonas de Desarrollo Urbano Condicionado (ZODUC). Éstas han consolidado el crecimiento en la comuna de Colina y, particularmente, en Chicureo.

Esta normativa transformó suelo agrícola en urbano, entre otros factores, por la escasez de terreno disponible, particularmente en la zona oriente de Santiago, y por la demanda de mejores barrios y sectores residenciales más sustentables, los que albergan usos diversos para el desarrollo de viviendas junto a comercio, equipamiento, áreas educativas y de esparcimiento.

Con un tamaño mínimo de 300 hectáreas, las ZODUC cuentan con exigencias que abarcan temas como la  densidad, equipamiento, áreas verdes, accesibilidad y mitigación del impacto causado por el cambio de uso de suelo. Bajo esta definición, Santa Filomena, La Reserva, Valle Norte, Santa Elena y Piedra Roja avanzan a paso firme como nuevos barrios y hoy incluso parecen pequeñas ciudades en vías de consolidación por la presencia de numerosos servicios.

La Gerente de Asuntos Corporativos de Piedra Roja, Silvia Torres, resalta el crecimiento de esta área en particular: “Con una superficie similar a Vitacura, hoy contamos con cerca de 1.800 familias, con proyecciones de llegar a albergar un potencial de 12.400 viviendas. Y esperamos la construcción de dos nuevos proyectos que sumarán más de 350 viviendas adicionales”.

Añade que Piedra Roja “es hoy una de las ZODUC más consolidadas del sector. Además de los servicios ya existentes como el Centro Comercial que cuenta con tiendas, supermercado y bancos, y un centro gastronómico importante, durante este año el Colegio Alemán abrió sus puertas para la enseñanza pre-básica y se espera que la Clínica Las Condes inaugure una nueva etapa de su Centro Médico. A ello se sumará la llegada de instalaciones corporativas”.

Entre las ventajas que ofrecen estos barrios se cuentan no sólo la cercanía a servicios, sino que la amplitud de espacios. Estos entornos son particularmente atractivos para quienes buscan llevar una vida familiar y para aquéllos que quieren estar en contacto con la naturaleza. Dichas características se han vuelto altamente valoradas por los segmentos de ingresos medios altos.

En las Zonas de Desarrollo Urbano Condicionado de Colina se proyecta la construcción de 1.200 viviendas anuales durante los próximos 5 años, a lo que se suman otros proyectos comerciales y educacionales. Dada esta expansión, resulta clave la planificación para lograr un crecimiento armónico del sector y mantener los privilegios a los que hoy acceden sus habitantes.

En este sentido, Silvia Torres cree “indispensable la planificación y contribución de inversiones públicas y privadas en transporte, infraestructura vial, servicios básicos -entre otros- de parte de todos los actores involucrados, tal como ocurrió con los aportes que ayudaron a financiar la construcción del camino Juan Pablo II, la Radial Nororiente y Avenida del Valle”.

Ante esta tendencia, indica que el barrio contempla “un diseño de vialidad pensado en el desarrollo futuro”.