vía El Mercurio.com – El periódico líder de noticias en Chile.
F. F.
Carruajes y monturas ornamentadas con los colores de el Vaticano, bicicletas, y hasta motoristas participaron ayer en la fiesta de Cuasimodo, tradicional celebración católica efectuada el domingo siguiente a la Semana Santa, en que los sacerdotes salen escoltados a repartir la comunión a los enfermos y ancianos que no pudieron comulgar durante la Pascua de Resurrección.
La tradicional y centenaria festividad -que el Papa Juan Pablo II calificó como un “verdadero tesoro de Dios” en 1987-, congregó a varios millares de jinetes, denominados cuasimodistas, que desde los primeros años de la República escoltaban a los sacerdotes por los campos chilenos para proteger al clérigo de asaltos y ataques.
Si bien la actividad se desarrolla anualmente en casi todo el país, las actividades más masivas se vivieron en Colina, Lo Barnechea y Peñalolén.
El edil de Lo Barnechea, Felipe Guevara, quien participó como cuasimodista a caballo, comentó que “en esto no solo hay religiosidad, sino tradición familiar. Vi mucho fervor y riqueza cultural, lo que reconforta”.
Luego de repartir la comunión a una vecina de Lo Barnechea, el arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, fue acompañado por alrededor de 900 jinetes hasta la medialuna municipal, donde encabezó la misa. En su homilía, alabó el fervor popular y la fe, ante casi tres mil asistentes al acto religioso.
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