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Cada mañana y tarde desde hace más de un año, el paisaje habitual del camino Santa Teresa es invadido por una caravana de autos que transita lentamente. Esta vía, ubicada en el límite de las comunas de Vitacura y Lo Barnechea, es la principal puerta de entrada a La Dehesa.
La construcción del proyecto Portezuelo -de la sociedad Agrícola e Inmobiliaria Altoriente S.A., integrada por Ebco juntos a otros inversionistas- tiene capacidad de levantar hasta 18 edificios para segmentos de entre 15 mil UF y 20 mil UF aproximadamente.
Al proyecto se accede justamente por el camino Santa Teresa y la construcción de un nudo vial de acceso ha generado congestión vehicular y molestia entre los vecinos del sector.
Las obras implican en verano el cierre de una de las dos pistas del camino Santa Teresa, tanto de “subida” hacia La Dehesa, como de “bajada” hacia la Costanera Norte. Además, la autoridad exigió a la constructora mantener las vías despejadas en las horas peak , entre marzo y octubre del año pasado, lo que los vecinos -con matices- dicen que no se ha cumplido a cabalidad.
Los tacos -aseguran los conductores- pueden extenderse varias decenas de metros y retrasar el viaje. “Sobre todo en la tarde, cuando uno vuelve del trabajo, pueden ser más de 15 minutos de espera”, dice Jaime Illanes, dueño de la consultora Jaime Illanes, quien este mes envió una carta al director de “El Mercurio” para expresar su molestia.
Los tacos pueden agudizarse ahora en el verano, porque la constructora cerró una vía por sentido, tal como ocurrió el verano pasado, dejando sólo una pista de subida y una de bajada frente a la obra, asegura Marino Porzio, abogado, quien también escribió a “El Mercurio” en agosto del año pasado. Porzio recuerda cuando se reabrieron las pistas cerradas el año pasado, “el pavimento estaba pésimamente mal arreglado, por eso se habló de ‘montaña rusa’. El asfalto no era parejo, tenía mucha irregularidad durante todo ese trecho”, explica.
La sensación generalizada es de una congestión permanente en el sector y la principal molestia de los vecinos es que se trata de una obra realizada por un privado cuyo fin principal es privado, que está alterando una vía pública. “La externalidad de este desarrollo inmobiliario la pagamos los vecinos, pero los ingresos los reciben ellos (la inmobiliaria). Aquí lo lógico sería que, tanto los ingresos como las externalidades, las pagara la inmobiliaria. En el fondo, a la Municipalidad de Vitacura esto no le interesa, porque la gente que se ve afectada no es de Vitacura sino de Lo Barnechea”, dice Illanes.
Concuerda Ernesto Tironi, economista, quien también escribió a “El Mercurio”: “Falta respeto por los usuarios de servicios y bienes públicos”, asegura. “Al alcalde de Vitacura este sector le interesa poco, porque es periférico para él. Y el de Barnechea, cuyos votantes son los afectados, no tiene autoridad sobre ese sector. Un problema que se repite en tantos lugares…”, dice Tironi.
Efectivamente, este es un ejemplo entre otros en que las obras de privados alteran el funcionamiento habitual de avenidas públicas. Y lo usual es que las autoridades exijan compensaciones a cambio de estas interrupciones.
Hernán Besomi, socio de Ebco, reconoce que intervenir un espacio público “genera molestias”, las que -según comenta- en el caso del proyecto Portezuelo han minimizado “en todo lo que ha sido posible”. Además, argumenta que al final de las obras viales quedará operando un retorno frente al proyecto (para los autos que van al norte y quieren devolverse hacia el sur), que es de uso público (ver infografía).
¿Vías despejadas en horas peak ?
En enero se han multiplicado las quejas de los usuarios por el cierre de una de las pistas por sentido, incluso en las horas peak, de mayor tránsito. Besomi asegura que están haciendo todos los esfuerzos para que estas obras terminen el próximo 20 de febrero.
Las calzadas izquierdas, tanto de subida como de bajada, se cerraron porque sobre ellas se están realizando trabajos, como un muro de contención en el bandejón central, que implica la ocupación de las pistas. Además, una vez realizados estos trabajos ambas calzadas se repavimentarán. “Estas obras precisamente se ejecutan en el verano pues el flujo vehicular disminuye entre un 15% y un 35%”, señala Besomi.
Entre las condiciones que puso la seremi de Transportes de la Región Metropolitana para acceder al cierre de una pista está que la salida de camiones desde y hacia la obra no se realice en horario punta.
Para las etapas previas de la construcción, que se realizaron entre marzo y octubre del año pasado, la seremi de Transportes fue explícita en pedir a la constructora mantener despejadas las pistas en horas peak, como una medida de mitigación. Esto, según algunos usuarios, no se habría cumplido a cabalidad. “Nunca han cumplido con mantener las dos pistas en horas peak . Me consta porque paso diariamente”, dice Illanes.
No obstante, Ebco asegura: “En los horarios punta siempre se mantuvieron abiertas dos calzadas por sentido”. Agrega: “en los horarios de baja demanda (horas valle), y sólo en ciertas ocasiones, se autorizó por la municipalidad restringir el tránsito a una pista por sentido, dados los requerimientos de la obra, lo que está debidamente documentado”.
Sobre si había otra solución menos invasiva desde el punto de la ingeniería, Besomi explica que la solución implementada fue “largamente estudiada para generar el menor impacto posible”. Y respeto de si había alternativas de calles para entrar y salir del proyecto que no fueran Santa Teresa -otra inquietud de los vecinos-, explica que el proyecto colinda “con una sola vía, que es Santa Teresa de Los Andes, por lo que se debe acceder y salir a través de ella”.
¿Quién fiscaliza?
La fiscalización del cumplimiento de las medidas de mitigación (como mantener las vías despejadas en horas peak , durante el año pasado) corresponde a la Municipalidad de Vitacura, según la seremi de Transportes de la Región Metropolitana.
“Dado que el sector corresponde a un ‘Bien Nacional de Uso Público’, de acuerdo a la Ley orgánica Constitucional de Municipalidades, es el municipio el responsable de fiscalizar el cumplimiento de las obras de mitigación establecidas, así como las condiciones en las que éstas se desarrollan”, explica la seremi.
La Municipalidad de Vitacura no respondió a los reiterados requerimientos de “El Mercurio” sobre este tema.
Sin embargo, el 9 de enero pasado, este medio publicó una carta de Alicia Berroeta, directora de Tránsito Municipalidad de Vitacura, en la que se refiere a los trabajos en Santa Teresa. La autoridad municipal explicó que la etapa 5 (que ahora se está ejecutando) finalizará en enero, y que la etapa 6 concluirá en febrero. Agregó que las obras fueron “suspendidas en octubre del año pasado, a fin de descongestionar el sector por el aumento vehicular de fin de año y que en los meses de verano disminuye”.
Consultado el Serviu Metropolitano, cuyo logo aparece en el cartel que se exhibe en la entrada del proyecto, explicó que su labor consiste en fiscalizar la buena ejecución y calidad de las obras de pavimentación. Dicha fiscalización corresponde al Departamento de Pavimentos Particulares que pertenece a la Subdirección de Pavimentos y Obras Viales del Serviu Metropolitano. “Como servicio no tenemos injerencia en los tiempos de ejecución de los trabajos, sólo en la fiscalización de los mismos”, aseguró el Serviu.
“Intervenir un espacio público genera molestias, las que hemos minimizado en todo lo que ha sido posible”.
Hernán Besomisocio de Ebco
“La externalidad de este desarrollo inmobiliario la pagamos los vecinos, pero los ingresos los reciben ellos (la inmobiliaria)”.
Jaime Illanes, vecino de Lo Barnechea
¿Por qué las obras viales demoran tanto?
El acceso a los edificios fue autorizado por la Secretaría Regional ministerial de Transportes y Telecomunicaciones de la Región Metropolitana a través de dos oficios diferentes, uno del 27 de diciembre de 2011 (se autorizan las etapas 1 a la 4) y otro del 28 de diciembre de 2012 (etapas 5 y 6).
La autorización para ocupar las pistas izquierdas de cada sentido rige desde el 3 de enero al 2 de marzo de 2013.
Ebco explica que los plazos de más de un año para hacer el nudo vial son “razonables”, porque: “los trabajos son de gran complejidad técnica y constructiva, ejecutados en una zona de fuerte pendiente, con presencia de un gran flujo vehicular de paso, que requiere continuidad de operación y capacidad vial inalterada durante los meses de régimen normal, y que sólo ha sido posible restringir el tránsito a una pista por calzada en los meses de enero y febrero”, asegura.
Para “entrar” a los edificios del proyecto Portezuelo, los autos que vienen desde la Costanera Norte con sentido hacia el norte deben tomar una calle que nace en el mismo Camino Santa Teresa (vía de poniente a oriente). En cambio, para los autos que salen desde Portezuelo se construyó un paso bajo nivel que pasa por debajo de Santa Teresa de oriente a poniente y emerge en la pista que “baja” hacia el sur. Este paso bajo nivel es de uso público y servirá también para los autos que suban por Santa Teresa y quieran retornar hacia el sur, posibilidad que hoy no existe.
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