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Una violenta película de suspenso vivieron Sebastián Ceballos Casteblanco (23) y su madre, María Casteblanco (54), la noche del sábado. Cuatro delincuentes, dos mujeres y dos hombres, ingresaron a su casa ubicada en el sector de Santa Bárbara en Chicureo. Empujones, patadas y golpes de puño fue el violento modus operandi de los asaltantes.
Los delincuentes entraron en la propiedad a las 22:30 horas, después de saltar uno de los cercos de la parcela. Es en ese momento cuando Sebastián, que se encontraba solo en la casa junto a su madre, se percató de la situación y avisó a su mamá.
Sin dar ninguna ventaja a sus víctimas para que avisaran a Carabineros, los delincuentes sorprendieron al joven y lo redujeron de manera violenta. Los dos asaltantes hombres maniataron al estudiante universitario con el cable del teléfono; en tanto, las dos mujeres amenazaron a María Casteblanco con un arma.
Tras tener la situación bajo control, los bandidos comenzaron a registrar la casa. Guardaron dos computadores portátiles y dos anillos de oro.
Para huir con su botín y lograr escapar con rapidez del lugar, los delincuentes tomaron el auto de los dueños de casa y se dieron a la fuga. Un Kia Sorento blanco, año 2012, fue el transporte de los asaltantes para concretar su operación.
Entre las víctimas del atraco, Sebastián Cevallos fue quien sacó la peor parte: recibió contusión en su brazo izquierdo y erosión en su cuero cabelludo, según las lesiones constatadas en la Clínica Alemana.
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