La noche del 29 de marzo 2021, y en el contexto de la conmemoración del Día del Joven Combatiente, Ángela González se encontraba con un grupo de personas manifestándose en la intersección de las calles Lo Seco y San Martín, en la comuna de Colina, cuando de repente una camioneta se abalanzó contra quienes se encontraban en el lugar, atropellando a la joven de 24 años y madre de un pequeño niño.

El vehículo escapó raudo del lugar, pasando incluso por delante de tres piquetes de Control de Orden Público (COP) de Carabineros. Ángela fue asistida rápidamente por quienes se encontraban en la manifestación. Fue subida a un auto para ser trasladada al Servicio de Alta Resolución (SAR) de Colina. Carabineros, quienes segundos antes dejaron escapar al responsable del fatal atropello, intentaron detener el automóvil donde iba la joven en estado crítico. Ángela no resistió la gravedad de sus heridas en su cabeza y tórax, y falleció cerca de las dos de la madrugada del 30 de marzo producto de un shock hipovolémico, en la ex Posta Central.

Un par de horas antes, la tarde del lunes 29 de marzo de 2021, Marcelo González se encontraba en su dormitorio y vio como se abría la puerta y entraba su hija. Ella se acercó lentamente y le dijo: ‘Papá, quiero comer McDonald’s, ¿vamos? ‘.

Hoy Marcelo, entre sollozos, recuerda que a su hija le gustaba comer comida chatarra. Ese día lo pasaron juntos. Luego de almorzar, acompañó a Ángela a entregar algunos productos del emprendimiento que ella tenía. Posterior a las entregas, se dirigieron a recoger un videojuego que Marcelo le había comprado a su nieto.

“Me acuerdo de que después de recoger el videojuego, Ángela me pidió que fuéramos a buscar a una amiga de ella que se sentía mal. Mi hija siempre estaba para sus amigos, siempre los acompañaba. Volvimos a la casa y luego ella salió a manifestarse”, recuerda Marcelo acerca del 29 de marzo de 2021.

Marcelo se quiebra al recordar el momento en que le avisaron que su hija había sido atropellada y el posterior desenlace. “Hace un año estaba almorzando con mi hija y ahora debo ir a verla al cementerio”, comenta con la voz temblorosa.

“Ha sido terrible el no tener a mi hija, ella era todo para mí. Mi hija era mi amiga, mi compañera, nos costó mucho tenerla, mucho, mucho. Con ella andábamos para todos lados, toda la gente aquí sabe, todos los amigos de Ángela saben que el papá de Ángela andaba con ella siempre, para todos lados. Estar un año sin ella, ver a su hijo que está creciendo sin ella… Ella estaba luchando por eso, por darle un mejor futuro a él, por darle una mejor vida”, enfatiza.

“Ver a mi nieto que sufre al no tener a su mamá, que sufre al no estar con ella, es terrible para mí; bueno, para la mamá de Ángela también. Ella la tuvo en su vientre nueve meses, ella dio todo por tener una hija, nosotros luchamos mucho por tener a nuestra hija, fueron años luchando para tenerla, y que un infeliz venga y le quite la vida de esa forma, que la Justicia diga que no es un peligro para la sociedad, es terrible”, sostiene González entre lágrimas.

La justicia indolente y clasista

El asesino de Ángela González, el empresario Juan Zamorano, se encuentra actualmente con la medida cautelar de arresto domiciliario nocturno e incluso con su licencia de conducir vigente. Esto, a pesar de que diferentes testigos señalan que el sujeto estaba en evidente estado de ebriedad cuando aceleró tres veces y acabó con la vida de Ángela González.

Marcelo González comenta que es “una injusticia que el asesino de mi hija esté prácticamente en libertad, gozando de su familia y paseándose por todos lados, riéndose de la familia y los amigos de Ángela. Siento una tremenda impotencia ante eso, que él esté en libertad siendo que asesinó a mi hija”.

“La Fiscalía nos dice que Juan Zamorano no es un peligro para la sociedad. Yo siempre he dicho que este tipo atropelló a Ángela, se dio a la fuga sin prestar ayuda, pasó por al lado de Carabineros a gran velocidad; Carabineros ni siquiera lo detuvo, siendo que ellos estaban a 200 metros del lugar donde atropellaron a mi hija. En cambio, cuando llevaban en la ambulancia a Ángela al servicio de urgencias, Carabineros intentó detener el vehículo que trasladaba a mi hija”, denuncia González.

En ese mismo sentido, Marcelo advirtió que luego del atropello que terminó con la vida de su hija, Juan Zamorano anduvo “paseándose, haciendo piruetas con su camioneta y después se fue su casa como si nada hubiese pasado”.

“El 30 de marzo comenzó a limpiar su camioneta para borrar todo tipo de evidencia. La Policía de Investigaciones vio eso, está incluso en el informe de la querella. A Zamorano le avisaron que estaba la PDI afuera de su casa para detenerlo y se arrancó del lugar. A las horas después se entregó”, destaca.

Marcelo explicó que desde la Fiscalía Provincial de Chacabuco le señalaron que Juan Zamorano no es un peligro para la sociedad. Para la justicia, “una persona que maneja en estado de ebriedad, a lo mejor drogado, que se da a la fuga y no presta ayuda, que se arranca de la PDI, no es un peligro para la sociedad. En cambio, una persona que sale a protestar y le tira objetos al carro policial que no dañan a nadie, a ellos sí los tienen detenidos y con riesgo de tener condenas entre cinco y siete años”.

Presencia EN LA AUSENCIA

A un año de su asesinato, Ángela continua presente en sus familiares y amigos. Constantemente aparecen lienzos desplegados pidiendo justicia para la joven en las distintas movilizaciones que transcurren en Colina y Santiago.

“La Ángela siempre estuvo aportando en ayudas sociales, ella siempre estaba metida en bingos, en lotas, en lo que fuera estaba colaborando, siempre muy preocupada de ayudar y aportar en lo que fuera. Yo creo que por eso la gente la recuerda con tanto cariño”, comentó Marcelo González

En ese sentido, Marcelo señala que todo el amor y cariño que le han entregado por su hija le genera sentimientos encontramos y que él no dimensionaba cuánta gente la quería.

“El cariño que la gente le tiene se agradece mucho. Son sentimientos encontrados, porque ese cariño se lo están demostrando ahora que no está. No digo que no se lo hayan demostrado antes, pero me gustaría que fuera diferente, que ella estuviera, que pudiera verlo y recibir todo ese cariño. Es muy doloroso, pero al mismo tiempo, agradecemos todo el cariño y apoyo que hemos recibido”, enfatiza González.

El próximo sábado 2 de abril se desarrollará en Colina una jornada cultural por Ángela González. La actividad, convocada por la familia, amigas y organizaciones sociales, contará con la presencia de varios grupos musicales y también, como a Ángela le hubiese gustado, con acopio para ir en ayuda de los presos de la revuelta. El encuentro está convocado desde las 12:00 horas y se realizará en la cancha de la Villa El Estero, en Colina.

Finalmente, durante este martes se presentarán dos querellas, una de ellas por parte de las amigas de Ángela, quienes lograron huir del atropello, e irá dirigida contra Juan Zamorano por homicidio frustrado. La otra acción legal apunta a Carabineros por su actuar negligente durante la noche del 29 de marzo de 2021.