Con la inauguración de una obra vial de mitigación, el segundo proyecto inmobiliario más importante de Colina proyecta nuevos barrios y al menos 340 nuevas viviendas.

                A más de una década de inicio de su desarrollo, el proyecto Santa Elena de Chicureo, ha logrado posicionarse como un actor inmobiliario relevante en la comuna Colina, mercado que concentra casi el 25% de las ventas de casas nuevas en la Región Metropolitana.

            Con cerca de 1.100 familias viviendo en el proyecto, se sitúa justo después de Piedra Roja en materia de inversión, con un plan de US$828 millones a 20 años, dentro del cual las mitigaciones son pieza clave en su estrategia de crecimiento, según explica su gerente general, Tomás Irarrázaval.

            “Recientemente entregamos el enlace Santa Elena, que tuvo una inversión de US$9 millones y marca el inicio de esta nueva etapa, con una mejor conectividad que impacta muy positivamente en la demanda y la plusvalía del proyecto”, sostiene el ejecutivo.

            Reflejo de lo anterior, es el ingreso de dos nuevos desarrolladores. Se trata de Ictinos Inmobiliaria, que desarrollará un paño de 7,1 hectáreas para un barrio de 140 casas, y de Benjamín Edwards que construirá un condominio de 27 viviendas.

Paralelamente, Agsa Inmobiliaria –dueña de esta Zona de Desarrollo Urbano Condicionado (ZDUC) de 1.048 hectáreas– está en proceso de búsqueda de un sexto operador para desarrollar un paño de 11 hectáreas, ubicado cerca del colegio Pumahue, para el desarrollo de 180 a 200 casas, y que espera inicie obras a mediados de 2020.

            De acuerdo con su gerente general, el objetivo es ampliar la oferta en distintos segmentos y favorecer una mayor competencia. “Estamos en una etapa de consolidación, respaldada por las inversiones en equipamiento y conectividad, además de los buenos resultados de ventas durante el 2018, con un crecimiento de más de un 100% frente al año anterior, con 180 casas vendidas”, concluye Tomás Irarrázaval.