Fuente: La difícil carrera de Sebastián Keitel

“Estoy esperando que la UDI y el PRI lleguen a acuerdo con Evópoli (…) mi candidatura está en stand by”, cuenta a La Tercera el deportista Sebastián Keitel desde Londres, país hasta el que llegó para apoyar a los atletas chilenos que se presentan en el Mundial de Atletismo.

Durante estos días ha seguido con atención las definiciones de los partidos de Chile Vamos respecto a los candidatos que conformarán la lista parlamentaria única, donde él aspira tener un cupo por el distrito 8 –de donde es vecino- una de las zonas en las que aún la coalición no ha logrado consenso, y que terminaría finalmente dirimiendo el ex presidente Sebastián Piñera.

Keitel cuenta que quiso entrar a la política porque se cansó de mirar las cosas desde la vereda del frente. “Yo ni siquiera lo llamo entrar a la política, sino al servicio público. Un país entero depende de lo bueno y malo que hagas, de lo que apruebes o desapruebes. Mucha gente está dentro de la Cámara y tiene que salir”, explica.

Pero no quiere hacer falsas promesas a sus electores, sólo asegura trabajará duro por sus convicciones y para mejorar la calidad de vida de los vecinos a los que aspira a representar.

“Creo que lo que llegué a ser como deportista de manera solitaria, todo lo logré con mucho esfuerzo. Y yo voy a actuar con consecuencia y verdad. Me estudiaré todos los temas que se discuten, y actuaré con transparencia y conocimiento”, sostiene.

Keitel, cuya candidatura está respaldada por Evópoli, cuenta que concuerda casi en un 100% con el partido fundado por Felipe Kast. “Chile Vamos es una coalición conservadora, pero Evópoli se ha preocupado de interpretar lo que la gente quiere y necesita, lo que el mundo necesita”, asegura.

Pero si eres electo es probable que tengas que votar en bloque con Chile Vamos …
“No votaría en bloque. Hoy día soy Evópoli y cuando trato algo con ellos sé que tengo ser consecuente. Espero tener la posibilidad de ser diputado y votar por lo que mi corazón me dice y no en bloque”.

Y en este sentido definió a La Tercera su postura frente a varios temas: dice ser partidario del matrimonio y la adopción homosexual, de la despenalización de la marihuana, y asegura que pese a que está en contra del aborto, habría votado a favor de la idea de legislar el proyecto de interrupción del embarazo en tres causales, promovido por el Gobierno de Michelle Bachelet, y estudiado detenidamente cada una de las causales.

Entre otro de los temas asociados a la conservadora agenda de Chile Vamos, el deportista dijo ser partidario de cerrar Punta Peuco. “Pienso que deberían estar todos en las mismas cárceles. Cerraría Punta Peuco. Pero me abriría a beneficios carcelarios a todos los reos, no sólo de Punta Peuco. Creo que hay que encontrar un equilibrio respecto a la dignidad a la hora de morir”, asegura Keitel.

Devolver la mano

Sebastián Keitel conoció a Felipe Kast, fundador de Evópoli, y a quien apoyó en su precandidatura presidencial, en las aulas del colegio Verbo Divino donde estudió con una beca.

“Mi papá murió cuando yo tenía ocho años y estudié en un colegio que me entregó todas las oportunidades: tenía buena educación, entrenadores de calidad, infraestructura de calidad. Cuando salí del colegio un grupo de empresarios me apoyó. Mis oportunidades el 99% no las recibe. Y me gustaría poder generarlas a través de proyectos de ley”, reflexiona.

Hoy vive junto a su familia en Colina, una comuna donde asegura están “los dos lados de la moneda”. “Vivo casi en el sector casi privado y cuando voy a Colina como tal es otra realidad, eso es lo que yo quiero representar”, relata el atleta.

En este sentido dice que los vecinos se le acercan para pedirle financiamiento para proyectos o causas, promesas que muchas veces son acogidas por otros candidatos al parlamento.

Pero que él les contesta que “el diputado está a cargo de promover proyectos, de fiscalizar, pero no de entregar dinero. Lo que uno puede hacer es generar leyes, no pasar de su bolsillo en base a mentiras. Y cuando se te acercan les tienes que decir con toda la honradez del mundo que hoy la responsabilidad es de otras personas”, relata.

Una de sus principales preocupaciones, y uno de los temas que espera instalar en la agenda de ser electo, es “poner a los niños primero en la fila” y “fomentar la calidad de vida asociada a una buena alimentación y al deporte porque hoy un 64% de los niños tienen sobrepeso”.

“Ojalá el día de mañana tengamos universidades gratuitas para todos pero hoy la gente llega a la universidad y fracasa porque la calidad que recibieron en la educación pública era mala”, sostiene cuando se le pregunta sobre su postura respecto a la gratuidad.

Dice que también espera generar oportunidades para los jóvenes talentosos, tal como las que él recibió cuando esperaba convertirse en un deportista de alto rendimiento. “No quiero que las personas después vean que no pueden retroceder para recuperar ese talento ni ese tiempo perdido. Y creo que en Chile ningún político se ha preocupado”.

En este sentido, es categórico respecto a que el deporte es un tema abandonado por el Estado. “No hay búsqueda de talentos. Las federaciones deportivas no tienen escuelas acordes a lo que necesitan. No hay infraestructura adecuada. Los entrenadores no tienen las capacitaciones necesarias para llevar a nuestros deportistas a los campeonatos. Menos del 2% de los recursos del Estado son destinadas a la calidad de vida”.

De llegar al Congreso, el deportista que fue catalogado como el “blanco más rápido del mundo”, dice que espera “acercar las brechas de lo privado y lo público” para solucionar las problemáticas que busca instalar en el Congreso.

“Existe una gran diferencia entre lo público y lo privado. Se debe lograr un equilibrio entre ambos para que no sea que el que no tenga plata no esté limitado en su acceso a la salud, a la educación. Para eso es importante inyectar recursos, pero que se mantengan en el tiempo, sin medidas populistas”, asegura el atleta.