Fuente: Suplemento
Desde que hizo una pasantía artística en un taller especializado en serigrafía, en Pittsburgh, Estados Unidos, Fernanda Gaete ha profundizado en esta técnica de grabado, dando mayor espacio a la fotografía en sus imágenes. Eso, sin dejar de crear obras en base a metal.
Por cinco años la grabadora Fernanda Gaete (36) tuvo su taller en una casa antigua que le habían facilitado en La Dehesa. “Era un campo precioso que me servía mucho como referente de mi obra -se inspira en la naturaleza, pero estaba muy sola y eso me empezó a afectar. Aunque en paralelo hice clases de Arte en colegios, necesitaba salir un poquito de mí misma, compartir más con mis pares, intercambiar opiniones”, reflexiona la artista visual de la UC y profesora de Educación Media con mención en Artes Plásticas de la U. Gabriela Mistral (fernandagaete.cl).
Así, en 2010, buscando mayor desarrollo artístico, llegó al Taller 99, donde junto a otros grabadores ha seguido realizando diversos cursos. Si bien ahí no se hace serigrafía, “porque el despliegue de mallas demanda mucho espacio, es algo invasivo que trabajo en mi casa, en Chicureo”, el año pasado participó en un intercambio entre el Taller 99 y AIR (Artists Image Resource), un centro especializado en serigrafía ubicado en Pittsburgh.
-Voy a seguir en la serigrafía porque me acomoda el formato grande, que no me lo había permitido el grabado en metal ni la litografía, y también porque así puedo ir combinando técnicas, dar más espacio a la fotografía. Uso la foto como un agente que me permite jugar un poco más e intensificar el contraste entre lo real y las imágenes que hago de manera más artesanal -explica la artista, quien recién expuso en Faxxi, Feria de Arte XXI, su trabajo más reciente, inspirado en la naturaleza y la arquitectura de Pittsburgh.
Texto, Jimena Silva Cubillos. Fotografías, Carla Pinilla G..
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