El miedo a pagar un 19% más por una vivienda debido a la introducción del denominado IVA Inmobiliario en la Reforma Tributaria provocó que mucha gente acelerara su decisión y comprara este 2015. De hecho, el temor a enfrentar al Impuesto al Valor Agregado aumentó las ventas del sector inmobiliario en el tercer trimestre en un 45,6%, en comparación con el mismo periodo del año pasado.
“Es tanto el aumento de gente que se apuró en comprar para esquivar el IVA, que fácilmente en 2015 hubo más demanda que oferta. Se vendieron proyectos que estaban estancados de años anteriores. El problema es que la demanda de ahora en adelante volverá a la de un año normal o, incluso, será más baja. Ese será el desafío para la inmobiliarias el próximo año”, comenta Arturo Farías, jefe de carrera de Contador Público y Auditor de la Universidad del Pacífico.
¿Qué pasará en 2016 con el sector inmobiliario? El economista comenta que hay tres escenarios posibles. El primero viene a derribar el terror del traspaso íntegro del 19% del IVA al costo de la vivienda. “Hoy la gente compra pensando en evitar el aumento del 19% del IVA, pero la realidad es que ese porcentaje no se va a traspasar completamente al comprador. En la práctica, los precios de las viviendas en 2016 deberían encarecerse en un 10 a 12%, no el 19%, ya que la empresa puede manejar los valores”, asegura Farías.
A raíz de este aumento del valor de las viviendas, la demanda podrá disminuir. Ante ese escenario, las inmobiliarias podrían tomar dos alternativas. “La gente no tendrá el aliciente de comprar sin IVA, por lo que las inmobiliarias podrían quedarse con un considerable stock. Ahí nace el segundo escenario posible: las inmobiliarias podrían optar por una estrategia de bajada de precios o, al menos, una estabilización de los valores”, explica el docente de la U. del Pacífico.
En un tercer escenario, el especialista plantea que las inmobiliarias podrían imitar la medida que tomaron las automotoras para aplacar el “impuesto verde” introducido a fines del 2014. “Las inmobiliarias asumirán el costo del impuesto para incentivar el consumo y atraer al público más reacio. El rango de ganancia de estas empresas inmobiliarias es alto, por lo que pueden soportar una bajada de precios, porque aun así estarían ganando en comparación con tener los departamentos vacíos, por ejemplo”, concluye Arturo Farías, jefe de carrera de Contador Público y Auditor de la U. del Pacífico.
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