Por ejemplo, Ana María del Río, directora de Marketing Adise (Asociación de Inmobiliarias Santa Elena), cuenta que el megaproyecto Santa Elena de Chicureo está en un valle de 1.900 hectáreas, superficie comparable con la actual comuna de Vitacura. “De ellas, 768 están destinadas a viviendas, y 274 a parques y áreas verdes rodeadas de arboledas nativas. En ese lugar conviven diferentes especies vegetales y animales que dan vida a una valiosa biodiversidad, de las cuales 200 están en proceso de certificación para ser protegidas, con el apoyo de la Asociación Parque Cordillera”, indica.

Añade que el proyecto “tiene amplios senderos naturales para la realización de deportes al aire libre como trekking y andar en bicicleta. Cuenta también con una laguna, una reserva ecológica de aves y farellones que invitan a disfrutar de una vida en familia y al aire libre, además de un sector protegido con hallazgos arqueológicos”.

De esta manera, señala, “los residentes pueden disfrutar del deporte al aire libre en los cerros, que permiten hacer actividades con distintos niveles de dificultad para adultos y niños desde los 5 años en adelante”.

La reserva natural, señala, se ha transformado en un excelente aliado del márketing del proyecto.

“El último fin de semana de agosto se realizó, en Santa Elena de Chicureo, la segunda versión de Trail Run Santa Elena y Desafío BMC organizado por Aventura Aconcagua, donde más de 2.500 personas disfrutaron de dos días de carreras entre los 3k y los 33k por los cerros de Santa Elena. Además, para los acompañantes de los competidores, se realizaron paseos en kayak por la laguna de Santa Elena de Chicureo y un circuito de trekking de más de dos horas, el cual continúa todos los fines de semana del año”, indica Ana María del Río.

Más natural

A su vez, otro proyecto que apuesta por dar a conocer su reserva natural como un aspecto diferenciador es Hacienda Chacabuco.

“Creemos que la reserva ecológica es un valor agregado muy apreciado por los propietarios, ya que estos tienen derecho a hacer uso de ella todo el tiempo. Es como si tuvieran un gran jardín para hacer todos los deportes y actividades familiares que gusten”, aseguran los gestores del proyecto.

Comentan sus ejecutivos que “Hacienda Chacabuco es un proyecto inmobiliario que cuenta con 2.400 hectáreas, de las cuales 1.200 están destinadas como reserva ecológica y las restantes para desarrollo inmobiliario. Nuestro negocio inmobiliario es la venta de sitios urbanizados desde 5.000 metros cuadrados en condominio, con una urbanización de alto estándar”, indican.

Comentan que en estas 1.200 hectáreas de bosque nativo existen senderos para recorrer y hacer deporte en familia. “Cuenta con una topografía variable, con áreas planas, lomas suaves, cerros y quebradas, que permite realizar paseos a caballos, en bicicleta de montaña o caminatas, y tener vistas privilegiadas tanto hacia la cordillera de los Andes como al valle de Chacabuco. Hemos querido mantener nuestra gran reserva lo más natural posible, por lo que los senderos son totalmente naturales y poco intervenidos”.

Explican que como la reserva está dentro de la Hacienda Chacabuco, que es un condominio cerrado, esta es para uso exclusivo de los propietarios. Pero cuentan que, por ejemplo, “este año, y para dar más visibilidad a la hacienda y su reserva, hemos puesto el lugar a disposición del Climbing y Mountain Bike Tour. Nuestro objetivo es que la gente nos conozca y así puedan apreciar la inmensidad de la reserva”.

También parques

Junto a las reservas naturales, los proyectos también han potenciado sus parques urbanos de varias maneras.

Alejandra Zulueta, gerente de Marketing de Inmobiliaria Manquehue, señala que en el proyecto Los Robles, en Piedra Roja, generaron un parque que contempla equipamiento de primer nivel, como juegos infantiles de marcas líderes. “Este se divide en zonas por etapas con plazas de colores donde los juegos se agrupan por edades, incorporando pozos de arena y cuerdas, entre otros. Cada zona tiene su propio objetivo y desafío. Existen área para 0 a 3 años; 3 a 6 años, y para mayores de 6 años”.

Además de privilegiar el juego de los niños, incorpora en su definición “calles-patio”, que llegan directo al parque y no tienen circulación vehicular. Alrededor del parque hay una avenida que ha sido concebida con badenes, de tal manera que la velocidad de los vehículos sea muy baja.

Además, explica, a las áreas verdes de los condominios privados se suma la laguna de conservación natural, de 80 mil metros cuadrados. “Las especies de flora y fauna con que cuenta embellecen el entorno, y es posible encontrar incluso patos, taguas, queltehues, y en los senderos hay letreros educativos con los nombres de las aves y la vegetación”.

En definitiva, señala Cecilia Celis, gerente de Marketing de Inmobiliaria Fernández Wood Vizcaya, las reservas naturales y parques son tremendamente apreciados por los compradores de la zona norte.

Señala además que, por ejemplo, el proyecto Chamisero -donde Fernández Wood es una de varias inmobiliarias presentes- dispone, entre otros aspectos, con más de 500 hectáreas de cerros destinados a preservación ecológica y se han realizado mitigaciones ambientales mediante forestación con especies nativas. “También hay que tomar en cuenta el aporte que cada inmobiliaria realiza en sus barrios, como es el caso Valle Norte, donde Fernández Wood encargó el desarrollo del paisajismo a la empresa norteamericana DesignWorkshop”, explica.

Y agrega: “En una ciudad donde el promedio de áreas verdes es bajo, las estas sin duda se transforman en un atributo muy relevante para el consumidor”.