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Manuel Valencia 

Más de 400 hectáreas de terrenos en todo el Gran Santiago están hoy repletas de basura. Esa superficie es lo que suman los 65 vertederos ilegales que han proliferado en diversas comunas de la ciudad.

Según un estudio que realizó la Intendencia Metropolitana, el 65% estos basurales se concentran en solo siete comunas: Puente Alto, Pudahuel, Quilicura, Lampa, San Bernardo, La Pintana y Buin. Así, se estima que 2,5 millones de personas están expuestas a las concentraciones de basura, con los riesgos sanitarios que ello reviste. Algunos, como los cuatro ubicados en torno al aeropuerto Arturo Merino Benítez, amenazan incluso con poner en riesgo la operación aeronáutica, debido a las quemas ilegales que pueden entorpecer la visibilidad de los aviones. El intendente Claudio Orrego explica que han crecido amparados por una legislación que es incompleta. “Hoy solo se sanciona a quien bota escombros y basuras, pero si Carabineros ve a un camión transportando estos escombros, no tiene atribuciones para detenerlo, porque se sanciona el acto de botar”.

Eso hasta hace poco. Una ley aprobada recientemente en el Congreso sanciona a quienes transportan desperdicios sin consignar que se va a dejarlos a un basurero autorizado con el que tiene un convenio. La normativa establece multas entre $88 mil y $400 mil y castiga tanto al dueño del vehículo como al conductor, quitándole por dos años la licencia. También requisa el camión, carretilla o camioneta en que se trasladan los residuos.

Con esta normativa operando, la intendencia también implementará un plan de reconversión urbana de las 400 hectáreas que aportarán los vertederos ilegales que se cerrarán.

Este plan, financiado por el gobierno regional y el Ministerio de Vivienda, entre otras reparticiones, se iniciará con 11 de ellos, que son parte de los 31 de mayor complejidad.

“Con Vialidad del MOP y el Serviu vamos a poner obstáculos físicos para impedir que vuelvan a entrar camiones a ellos. También buscaremos iniciar acciones legales contra los privados donde haya vertederos”, añade Orrego.

Entre los once sitios priorizados, se planea transformar uno de La Florida en el proyecto habitacional Villa Larraguibel, con edificios de baja altura y áreas verdes en torno al Zanjón de la Aguada. Otro ejemplo es el vertedero Los Silos, de Puente Alto, que podría convertirse en un mercado de abastos para la zona sur de la capital. Y en el sitio eriazo Diagonal Gabriela, de La Pintana, está proyectado construir un parque urbano con equipamiento deportivo.

 Reciclaje

Además de la nueva ley que sancionará a quienes transportan escombros y desperdicios, en el Congreso se tramita el proyecto de ley de responsabilidad extendida del productor, que obligará a los fabricantes a hacerse cargo de los productos, durante toda su vida útil, desde su producción hasta su etapa terminal de desperdicio. Ello busca fomentar un mercado formal de reciclaje, que desalentaría el uso de vertederos.